Para el presidente ejecutivo de la Asociación Brasilera de Infraestructura e Industrias de Base (Abdib), el resultado débil de 2018 en la óptica de las inversiones en infraestructura es fruto de un problema más estructural: no hay una estrategia de desarrollo definida con programas de inversiones públicas y privadas articulados para aumentar la eficiencia de la economía.

Según Tadini, en el sector de infraestructura como un todo, considerando áreas como energía eléctrica, transportes, saneamiento básico y telecomunicaciones, hubo caída de las inversiones. La infraestructura recibió 127,7 mil millones de reales en inversiones en 2015, 109,9 mil millones en 2016 y 106,4 mil millones en 201, entre recursos públicos y privados.

Según datos de Abdib, la reducción fue del 2,4% del PIB en 2014 al 1,6% del PIB en 2017. “Para 2018, estimamos inversiones del orden de 105 mil millones de reales, lo que representaría aproximadamente el 1,5% del PIB. Es un resultado insatisfactorio, mediocre, ante nuestras carencias “, evalúa el presidente ejecutivo de Abdib.

Como consecuencia del desempeño de las inversiones en infraestructura, proveedores de bienes y servicios para el sector, como constructores y fabricantes de equipos, trabajan con alta capacidad ociosa. “La ociosidad es grande, pues el nivel de inversión en la infraestructura ha caído mucho en los últimos años”, dijo.

Fuente: Asociación Brasilera de Infraestructura e Industrias de Base. Traducción, Webpicking.com