Diálogo con Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC (Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas), donde analiza la actualidad del sector tras un año de pandemia. Además, clarifica las intenciones de su administración y sus proyecciones. Guarnieri, que fue elegido presidente de la entidad para el período 2021-2022, es también tesorero del Centro de Transportistas de Cargas de Cañuelas (COCATRA) y presidente de Transporte Guarnieri.

¿Cuál es su perspectiva del sector y sus intenciones, ponerse al frente de una institución tan grande como la FADEEAC?

Conformamos un equipo de trabajo muy bueno, en el cual quedé yo a la cabeza. Muchas personas se comprometieron a trabajar en conjunto y eso es lo que estamos haciendo. Si bien soy el presidente, este es un mando muy consensuado. Esta es la única manera mediante la que podremos llevar adelante FADEEAC, y quienes me rodean comparten el pensamiento. Tenemos que estar todos juntos y trabajar con los mismos objetivos.

¿Cuál es la experiencia que tuvo en COCATRA y que podría transmitirle a FADEEAC?

Formo parte del Centro de Transportistas de Cargas de Cañuelas (COCATRA) desde hace 35 años. Ingresé en la entidad en sus inicios y pasé por todos los cargos, desde vocal hasta presidente. Hoy, ocupo la posición de tesorero. Si bien esta es una cámara importante y mi experiencia allí siempre fue muy buena, no puede compararse con el tamaño de FADEEAC.

¿Qué entrevistas tuvo en estos primeros meses de mandato y qué sensación tiene de la relación con el Gobierno?

En el Ministerio de Transporte me recibieron muy bien. Mantuve reuniones con el ministro Mario Meoni, y con sus secretarios, con quienes dialogamos sobre diferentes temas, algunos de los cuales conocían y otros no. Estamos en contacto y planificamos mesas de trabajo para avanzar en algunos puntos. En esta situación que está atravesando el país, con una pandemia inédita desde hace un año, no es fácil coordinar todas las necesidades del transporte.

¿Cuáles son los lineamientos más importantes o urgentes que le transmitieron al Gobierno?

La falta de trabajo y la mala relación entre las tarifas y las circunstancias que vivimos. Si bien recientemente se acordó una suba  de 22,5% en la tarifa nacional para el transporte de granos, cereales y oleaginosas, lo cual nos da un panorama más alentador de cara a la cosecha, tenemos muchos problemas.

Entre las dificultades, se encuentra la de adquirir repuestos y, fundamentalmente, cubiertas, las cuales muchos proveedores comercializan a precios diferentes, en parte quizás, por la falta de stock. Lamentablemente, esto ya dejó de ser solo una dificultad para nosotros y se convirtió en un problema de seguridad vial. Ante la falta de abastecimiento para garantizar el mantenimiento, las cubiertas se desbandan o revientan en la ruta, lo cual puede provocar accidentes.

¿El precio del combustible permanece en la agenda?

Sí, el precio del combustible siempre es un tema de discusión y actualidad. Desde el inicio de este año, se registraron cuatro subas al precio de la nafta y del gasoil, lo cual impacta en el valor del flete.

En el servicio de transporte primero se efectúa el flete y luego a los 30 días se factura. Al momento de cobrar por los servicios prestados, sumando la demora que introducen los clientes para hacerlo efectivo, y si consideramos los aumentos del combustible en ese período, la ecuación de nuestro negocio cambia rotundamente.

Normalmente, en el transporte de granos los compradores de flete tienen fuerza para imponer condiciones, a diferencia de los clientes de carga general, en donde hay una relación de fuerzas más pareja entre cliente y transportista. ¿Ambas negociaciones se ven hoy complicadas?

En estos tiempos de pandemia, el mercado de carga general tuvo un buen desempeño, porque era el único habilitado para funcionar. Sin embargo, en las últimas semanas, en tanto se liberaron los servicios de carga de paquetes en los ómnibus, la demanda cayó. La situación ahora se torna más difícil. Las tarifas nunca llegan a ser acordes a las circunstancias, como consecuencia de los aumentos en todos los rubros.

Otro factor sobre el que FADEEAC hizo foco en los últimos años fue la alta incidencia de los impuestos en los costos y en los precios. ¿Plantearon este tema al ministro?

Sí, el tema fue planteado. Pero entendemos también que, como consecuencia de la pandemia, el Gobierno no cuenta con amplios recursos, y no creemos que percibamos muchas mejoras. No solicitamos dinero, sino cosas como el REFOP (Régimen de fomento de la profesionalización del transporte de cargas) y descuentos en peajes. Esperamos que nos ayuden, porque es mucha la presión que tenemos de impuestos y no podemos afrontar todos los gastos. Muchas empresas, incluso, ya quedaron en el camino.

¿Cuáles fueron las más perjudicadas?

Las medianas empresas fueron las más perjudicadas. Además, algunas se vieron fuertemente dañadas por la falta de actividad durante meses en algunos sectores, como el de los materiales de construcción. Por días enteros, tuvimos nuestros camiones y choferes detenidos. Esta situación no fue fácil para muchas empresas, y no le podemos echar la culpa a nadie. Fueron cosas que sucedieron.

¿Se simplificaron los permisos para circular entre las provincias debido al COVID 19, o todavía hay complicaciones?

No son muchas, pero algunas provincias aún se resisten al ingreso del transporte. Realizamos un trabajo fuerte al interior de las cámaras y con el Comité de Crisis de FADEEAC, lo que nos permitió abastecer al país durante todos estos meses.

Tenemos que agradecer al transporte y, principalmente, a los camioneros que siguieron adelante y llegaron a ciudades en las que se establecieron distintas restricciones. En ocasiones, por ejemplo, no permitían el ingreso de camiones. Y en otras, admitían su paso, pero bajo ciertas condiciones, como que el vehículo fuera conducido por un chofer local o que se fajaran las puertas para que el transportista no pudiera descender.

La gestión anterior trabajó también para cambiar la matriz energética e incorporar en ella los biocombustibles. ¿Cuáles son tus perspectivas sobre el tema?

Continuaremos trabajando en este sentido. La canasta energética es un tema pendiente de FADEEAC y del país en general. Hemos relevado avances y se están llevando a cabo algunas pruebas. Hoy no es rentable hacer el pase a biodiesel, pero esto no quiere decir que más adelante no lo sea. Tenemos que seguir trabajando para buscar otra alternativa a los combustibles fósiles.

En Europa se planifica llevar la motorización hacia la electricidad en los próximos 15 o 20 años. ¿Argentina está en condiciones de pensar en estas perspectivas?

La política es muy buena, pero nosotros estamos muy lejos de poder implementarla. Nuestra realidad es otra: por ejemplo, estamos pidiendo prórroga para seguir utilizando los camiones de carga peligrosa, ya que no podemos renovarlos. Por un lado, muchas empresas no pueden hacerlo por falta de dinero. Un camión nuevo vale cuatro veces más que el que se encuentra en movimiento. Y por el otro lado, quienes tienen los recursos tampoco pueden hacerlo, por la falta de unidades nuevas.

Hoy, los camiones para cargas peligrosas están habilitados para transitar por un período de 10 años y pueden acceder a una prórroga de tres. En tanto, estamos pidiendo que los vehículos sean habilitados por 15 años, ya que hay empresas que tienen los camiones detenidos y no pueden renovarlos.

Para el 2022, la administración del ex presidente Macri estableció la actualización y el aumento de las relaciones potencia – peso permitidas, mediante la Resolución 884/2018. ¿Ve viable esta medida en las circunstancias actuales?

Las dimensiones máximas y los pesos mínimos transmitidos a la calzada fueron establecidos en el Decreto 79/98, que modificó la Ley de Tránsito y Seguridad Vial. Entiendo que, si en 20 años no fue posible actualizar esta variable, será muy difícil hacerlo en tan solo dos años y en estas circunstancias. Ojalá me equivoque.

Hay un punto a destacar de los transportistas: siempre invertimos en camiones. Cuando atendemos a una cosecha favorable y trabajamos en buenas condiciones por tres meses, ya firmamos documentos para adquirir un camión en 24-36 cuotas No le tenemos miedo a la inversión, pero hoy estamos viviendo un momento difícil.

¿Cómo seguirá la relación con la IRU (Organización internacional para el transporte por carretera)?

Esperamos fortalecer la relación, a partir de nuestro departamento internacional. Queremos nutrirnos de otros países que utilizan otras tecnologías, para aplicarlas en Argentina cuando se pueda.

¿Cuál es la actualidad de la FPT?

La Fundación Profesional para el Transporte (FPT) está trabajando a full. Nos reunimos con las autoridades y tienen muchos proyectos para los próximos años.

¿Qué mensaje le gustaría transmitir al sector?

Que tengamos esperanza y fe. Seguiremos trabajando y haremos todo lo posible para que la situación del transporte mejore en estos años de administración.

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Realizado por webpicking.com en febrero de 2021