En las últimas 40 o 50 cuadras, antes de llegar a nuestros clientes, se define nuestra calificación en distribución. Si fallamos en ese tramo, la experiencia de compra de nuestros clientes no será buena, y todo lo que hayamos realizado previamente perderá sentido.

A medida que pasa el tiempo, esta parte tan importante de la distribución se ha ido complejizando. Podemos hablar de que hay tres grandes grupos de factores que influyen en la distribución urbana:

  • eCommerce, cuyo crecimiento es exponencial.
  • Cambios en el consumo masivo, con el crecimiento de las tiendas de cercanía: las grandes cadenas de supermercados están acercándose a los clientes locales.
  • Restricciones urbanas.

Esto genera dos desafíos: el tipo de transporte para el futuro y los modelos logísticos que surgirán.

Ventas online

Estadísticas mundiales y locales marcan el potencial crecimiento de esta forma comercial en Argentina. Si analizamos nuestra posición en el mapa mundial de desarrollo del eCommerce, vemos que estamos, sin dudas, en la fase emergente. Los países europeos están en una fase madura, y Estados Unidos y Corea del Sur se ubican entre los países más avanzados.

En 2017, en Argentina, la facturación total de ventas por eCommerce fue de 156.300 millones de pesos y el grado de penetración registró un nivel importante: 9 de cada 10 personas ya hicieron una compra online. Esto revela el crecimiento de esta modalidad de compras, acompañada por la generación millennial: en 15 o 20 años ya toda la población habrá nacido dentro de la era de Internet.

Cambios en el consumo masivo

En este contexto, vemos también cambios en los hábitos de consumo: el pick up aumentó 10% respecto de la entrega. Por lo tanto, requerimos un mayor nivel de capilaridad, para llegar con los productos a las tiendas o puntos de retiro, para que las personas recojan sus compras en cualquier momento. Asimismo, hay dos aspectos importantes que las personas consideran al momento de realizar una compra en Internet y sobre los cuales debemos trabajar: el plazo de entrega y el costo.

En los últimos 10 años, la diferencia entre las tasas de crecimiento interanual de Bocas y Superficie de supermercados, da lugar a una reducción del 45% de la tasa de m2/boca. ¿Qué significa? Que las grandes cadenas están empezando a conformar tiendas express sin depósitos, en el medio de la ciudad, y sin puntos de descarga.

Restricciones

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires plantea una serie de restricciones al transporte: zonas y horarios de acceso y tipos específicos de camiones habilitados para circular en determinadas zonas. La Ciudad cuenta con un plan de movilidad que inició hace alrededor de cuatro años, que se basa en 10 puntos principales, de los cuales identificamos los siguientes asociados a logística:

  • Control y Seguridad Vial.
  • Obras de conectividad.
  • Humanización del espacio público, concepto asociado a la generación de veredas más amplias.
  • Transportes ecológicos: híbridos y eléctricos.
  • Sistemas informatizados para la actividad inteligente.

Otros de los aspectos en los que el Gobierno está avanzando son los cajones azules (espacios de la calle destinados al estacionamiento de camiones para carga y descarga) y los aros concéntricos para camiones de 12 metros de largo, los cuales definen áreas circunvalares al microcentro de la ciudad, cuyas limitaciones de tránsito son muy fuertes en el centro y disminuyen paulatinamente en los aros o anillos a medida que se alejan de ese centro.

¿Qué hacen otras ciudades?

Madrid cuenta con un plan por el que mide el acceso a la ciudad en función del tipo de vehículo: eléctricos o de acuerdo con la norma Euro del vehículo. Y, desde 2014, Barcelona desarrolla un plan de movilidad centrado en el concepto de supermanzanas, esto es agrupaciones de cuatro a seis manzanas que cuentan con un lugar único donde hacer el quiebre de carga desde vehículos más grandes, para atender esas manzanas con vehículos más pequeños y ecológicos. Alemania, Holanda y Londres implementaron también sistemas para facilitar el abastecimiento, la distribución y la recogida de productos por parte de clientes.

Todas estas restricciones aluden a la necesidad de orientarnos hacia un modelo de transporte eléctrico, transportes alternativos, almacenes urbanos y puntos de recogida a través de pick up o puntos de recogida.

Hace algunos años, por ejemplo, Andreani entendió la necesidad de utilizar vehículos más pequeños y presentó motocicletas carrozadas para llevar carga en Córdoba y en la Ciudad de Buenos Aires.

¿Qué se viene?

Los operadores logísticos dedicados a paquetería apoyan la implementación de centros urbanos que respondan a esas necesidades. Debemos anticiparnos a los cambios y estar alineados con los nuevos requerimientos. Es necesario que el Estado garantice tres cuestiones fundamentales: seguridad, infraestructura vial y conectividad. Si no tenemos conectividad, es imposible pensar en la digitalización de la logística y trazabilidad.

De nada sirve que elaboremos el mejor producto, que lo almacenemos en el mejor centro de distribución, que tengamos shuttles, sorters automáticos y la mejor flota, si no somos eficientes en las últimas 50 cuadras de la distribución. Todos los esfuerzos se pierden. No quedan dudas, entonces, que debemos poner foco en la última milla.

* Este artículo es una síntesis de la presentación de Martín Layún, socio-director en Miebach Consulting Argentina, realizada en el 19° Encuentro de Protagonistas en Buenos Aires, agosto 2018.