Los fletes marítimos cargados y descargados en América Latina y el Caribe disminuyeron un 3,4% entre 2019 y 2020. Así lo indicó el Informe sobre el Transporte Marítimo 2021 de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) publicado este mes.

Según se indicó, se trata de un período en el que las exportaciones e importaciones cayeron en casi todas las regiones, debido a la pandemia del COVID-19. En América Latina, el PIB bajó un 7,1% en 2020, mientras que las exportaciones e importaciones totales de mercancías disminuyeron, siendo las importaciones las más afectadas.

En tanto, se precisó que el tráfico portuario de contenedores de la región se redujo en un 1,8% en 2020, con un volumen total de 59 millones de unidades equivalentes a veinte pies (TEU). Esto equivale al 7,2% del tráfico portuario mundial de contenedores.

Se explicó que el lento avance en la digitalización y las transacciones sin papel, la falta de transparencia en los procedimientos regulatorios y las debilidades en la planificación a largo plazo son algunos de los problemas que frenan el desempeño portuario en la región.

Los 10 principales países de la región

De acuerdo con el documento, la distribución y el rendimiento de los puertos varían mucho. Los 10 primeros países según el número de terminales portuarias son Brasil (a la cabeza con 306), México, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Paraguay, Venezuela, Panamá y Cuba. Entre ellos, suman el 74% de las instalaciones portuarias de la región.

A la inversa, 15 países o territorios cuentan con cinco o menos instalaciones portuarias. Estos son: Antigua y Barbuda, Bermudas, Belice, Barbados, Islas Turcas y Caicos, El Salvador, Aruba, Bonaire, Islas Caimán, Dominica, Anguila, Montserrat, San Eustaquio, San Bartolomé y San Martín.

El informe señala que el sistema portuario difiere en la región en términos de madurez y productividad. Por ejemplo, en las categorías de graneles líquidos y secos, la productividad es mayor en los países más especializados, como en Argentina, Brasil y Colombia, que mueven casi 600 millones de toneladas al año.

“En los últimos años, la región ha experimentado un enorme crecimiento en términos de contenedores, aunque sólo cuatro terminales especializadas cuentan aún con procesos semiautomatizados. Los avances en la digitalización y las transacciones sin papel también han sido lentos, y los procedimientos regulatorios son poco transparentes, lo que dificulta el fomento de una competencia efectiva”, señala el informe. Y remasrca: “La planificación a largo plazo ha mostrado una falta de previsión para los puertos y la conectividad con las infraestructuras del interior”.

Algunas zonas tienen mercados cuasi-monopolísticos débilmente regulados, mientras que otras tienen una competencia excesiva, que puede resultar perjudicial, dice el informe. Los sistemas de diseño, otorgamiento y supervisión de las concesiones se ven obstaculizados por la debilidad institucional y el resultado final suele ser la ineficacia y la baja productividad.

Otros datos y cifras clave del informe

Los servicios logísticos y portuarios se prestan a través de 1.967 instalaciones portuarias en 50 países y territorios de la región, de las cuales aproximadamente dos tercios están certificadas como conformes con el código internacional de protección de buques e instalaciones portuarias (PBIP).

Panamá siguió siendo el país con la mayor flota del mundo (TPM y valor comercial en pesos registrada bajo su pabellón. En tanto, el puerto mejor conectado según el Índice de Conectividad del Transporte Marítimo de Línea (LSCI) de la UNCTAD en América Latina y el Caribe en 2020 fue Cartagena, Colombia.

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