Néstor Fittipaldi, representante del Departamento de Asuntos Técnicos e Infraestructura de la Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas (FADEEAC) y vicepresidente de la Asociación Argentina de Carreteras, analiza la actualidad de los caminos rurales y realiza un balance de la actividad de las Mesas de Caminos Rurales y los talleres zonales impulsados por la Asociación Argentina de Carreteras.

¿Cómo describiría el trabajo realizado en relación con los caminos rurales en los últimos años?

Muchas personas no hablan de los caminos rurales, pero los caminos rurales son la razón de ser de la economía argentina. La infraestructura vial es la columna vertebral de la economía, por lo que sin ella no habría comercios ni actividad. Los caminos rurales siempre han sido dejados de lado, por casi todos los gobiernos. Pero hace alrededor de 10-12 años, comenzamos a hablar del tema, de a poco y entre pocos, y hoy ya lo debatimos entre muchas personas, porque es un asunto que compete a todo el país.

Si los alimentos provienen del campo y para su consumo debemos transportarlos por caminos rurales, deberíamos ocuparnos de ellos. Curiosamente, hay entre 450.000 y 500.000 km de caminos de tierra, sin ninguna mejora y con solamente con una repasada.

De todas formas, conocemos municipios que han realizado acciones positivas. En Benito Juárez (Provincia de Buenos Aires) hay 32 buses y vehículos que facilitan el transporte a 1000 alumnos por día hacia establecimientos escolares. Y algunos municipios mejoraron notablemente los caminos, pero lo hicieron en silencio. Para los pueblos, es muy importante tener una red vial en condiciones, porque es la que permite el movimiento interno de cada partido y es por donde ingresa el progreso al campo.

Sobre la base de los últimos años, en los que las principales exportaciones del país estaban ligadas a la agroindustria, debemos prestar más atención y considerar la necesidad de políticas de Estado para la conectividad rural. Debemos luchar para que las personas vuelvan al campo a trabajar, porque si bien la tecnología en maquinaria soluciona muchos problemas, el factor humano siempre es el más importante. Además, hoy, el país presenta los mayores índices de personas que viven en condiciones por debajo de necesidades alimenticias en los últimos 28 años, cuando en los campos hay aún espacio para cultivar.

¿La falta de atención a los caminos rurales tiene que ver con una falta de visión del Estado nacional?

El gobierno nacional puede hacer mucho: puede ayudar a los municipios y a las comunas (hay 2.400 en el país), que pueden recibir dinero extra o ser exentas de impuestos para volcar ese dinero en los caminos rurales. Además, también entran en juego las provincias, ya que algunas no delegaron la administración de los caminos rurales en los municipios y se hacen cargo directamente de ellos.

Pero el impulso tiene que venir “de abajo hacia arriba”: la primera línea de combate entre lo público y lo privado es el municipio. El municipio tiene herramientas y el conocimiento del día a día. En cada comuna hay un centro comercial, una asociación rural en donde se nuclean todos los productores y un centro de transportistas. Y estos son justamente los tres pilares que pueden ayudar a mejorar el sistema.

¿A qué se debe entonces el descuido?

A que no nos ocupamos de los problemas. La educación en escuelas rurales, la emergencia sanitaria y los servicios son también temas importantes, al igual que cuestiones tan específicas como las condiciones para el transporte de leche: en muchas localidades no hay instalaciones adecuadas para acopiarla. Conozco partidos con 800 productores y a la Asociación Rural le cuesta reunir al menos 30 para analizar el tema.

¿Qué acciones impulsan desde las instituciones privadas de nivel nacional?

Recientemente, la Asociación Argentina de Carreteras (AAC) y la Sociedad Rural Argentina (SRA) firmaron un convenio para capacitar a personas de todo el país, bajo modalidad a distancia, en el manejo de equipos para el mantenimiento de los suelos. Cuando se conforma o se repasa un camino rural, es necesario saber manejar los suelos: los suelos son únicos, no son reemplazables, y no todos son iguales ni reúnen la calidad suficiente para convertirse en caminos. Muchos caminos parecen verdaderos ríos, porque están trazados sobre la cota de los campos y actúan como verdaderos canales. El proyecto de la Asociación Argentina de Carreteras y la Sociedad Rural Argentina será muy positivo a futuro.

¿Cómo ve la relación con el nuevo Gobierno?

Precisamente un tema que considero, también, muy importante, tiene que ver con el nuevo gobierno y las nuevas autoridades en transporte e infraestructura vial: debemos ayudar a los funcionarios y transmitirles nuestras necesidades, para que ellos puedan ayudarnos. El nuevo ministro de Transporte de la Nación (Mario Meoni) es una persona que tiene mucho conocimiento sobre los caminos rurales; fue intendente y gestor de un muy buen plan en Junín -Provincia de Buenos Aires-, y me consta porque lo presentamos en la AAC como un ejemplo a seguir.

Con 50 años en el transporte, entiendo que no hay nada en el mundo que no se haya transportado en camiones ¿Cómo se montó el nuevo sistema ferroviario o la reconversión vial en los últimos años? Quienes llevaban los rieles y las piedras eran los camiones. Todo lo que se hace para los camiones es finalmente para la población, ya sean rutas, autopistas o autovías.

El autotransporte de cargas, en tanto principal usuario de la infraestructura vial del país, es quien aporta la mayor cantidad de dinero para que los caminos permanezcan en condiciones. Por ello, queremos tener voz y voto en las decisiones de los gobiernos. En muchos países, los transportistas ejercen el derecho de peticionar ante las autoridades sobre cómo o dónde construir una ruta.

¿Qué resultados tuvieron las Mesas de Caminos Rurales?

Fueron muy positivas en términos de concurrencia y de actividad. En 1971, la Asociación Argentina de Carreteras realizó el primer congreso en Paraná, y luego hizo otros dos congresos, aunque no tuvieron continuidad. Afortunadamente, el 2016 reactivó las actividades y recientemente organizamos el congreso de caminos rurales, con la participación de transportistas que viven todos los días la problemática. Particularmente, conozco los caminos desde los cinco años, por lo que puedo hablar de ello. Nací y me crié en una zona rural con muchos caminos de tierra. En 1969, fui chofer de un camión jaula y eso me marcó: a los 12 años de actividad me incliné por el sector vial.

En el congreso participaron 11 cámaras y más de 30 personas, que explicaron sus problemas y quieren seguir haciéndolo, ya que hay mucho desconocimiento. Debemos explicar muy bien que un día perdido no se recupera y que, a veces, los caminos rurales llevan a que se pierdan 20 días en un mes.

Debemos tomar conciencia: el camino rural es la base principal para la llegada del producto para la alimentación en el mundo. Y debemos tener una buena base, porque nuestros productos son muy demandados en el mundo, tanto los agrícolas como la carne de vaca y de cerdo.

Hoy, con la actividad agropecuaria, podremos poner en marcha gran parte de la economía, tratando de que también las personas entiendan que es importante trabajar en el campo, que “no es la muerte, sino la prolongación de la vida”.

¿Cómo funcionan las reuniones?

El Ministerio de Transporte instrumentó talleres zonales, que tuvieron mucha aceptación por el conocimiento volcado: las personas recibieron consejos sobre buenas prácticas.

Por otro lado, hace un año y medio conformamos la Mesa Nacional de Caminos Rurales, en la que convergen diferentes entidades. Tenemos disidencias sobre cómo deberían ser los caminos rurales. Yo tengo una opinión muy particular, pero respeto las demás: no es necesario asfaltar los caminos rurales, sino hacerlos transitables durante la mayor parte del año y, si es posible, durante todo el año. De esa forma seremos más justos y equitativos con todos y no habrá más sectores privilegiados. Hoy, hay materiales muy nobles para llevar la categoría de caminos rurales a caminos semi pavimentados. Hay que seguir trabajando y hay que seguir convocando a los encuentros.

Sobre el tema de caminos rurales lea también:

El programa de radio donde hablan los que sienten la logística como parte de su vida.

Escuche la entrevista a Néstor Fittipaldi, representante del Departamento de Asuntos Técnicos e Infraestructura de FADEEAC y vicepresidente de la Asociación Argentina de Carreteras, en el programa 644 de Hablemos de Logística. https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-644-del-10-12-19/

Realizado por webpicking.com en enero 2020