Diego Giuliano, secretario de Gestión de Transporte de la Nación Argentina, analiza las acciones del estado en la Vía Navegable Troncal a partir de la finalización de la concesión. A su vez, analiza los obstáculos a los que se enfrentó dicha organización, y los que se vienen. El funcionario efectuó la siguiente presentación durante la 5° Jornada sobre Transporte y Logística organizada por Globalports y el Suplemento Transport & Cargo del periódico El Cronista.

Venimos de un tiempo de enormes desafíos. El primero que tuvimos fue la pandemia, de la cual estamos saliendo lentamente, y con efectos económicos, políticos, institucionales, sociales, y en materia de salud. También estamos inmersos en una guerra en Europa, con un fuerte impacto internacional en la logística y en las relaciones multilaterales de los Estados.

En este marco, es muy oportuno que como argentinos estemos hablando de nuestra ventaja comparativa y competitiva: la Vía Navegable Troncal. La hidrovía permite que barcos que están en el medio del océano puedan perforar el territorio argentino, y llegar muy cerca de nuestros pequeños, medianos, y grandes productores, que puedan acercarse a la producción, que puedan generar trabajo y desarrollo, y que puedan permitir que nuestras economías regionales encuentren bajas en los fletes y mejoras logísticas que la hacen mucho más competitiva. Este es el tema central.

Un año atrás, se hablaba de distintos temas, y había dudas en el sector en relación a qué iba a pasar con la Vía Navegable Troncal: si no se iba a prorrogar la vieja concesión, si se iba a crear un ente de administración federal y democrático, si la Administración General de Puertos tenía la capacidad para poder hacerse cargo de la Vía Navegable Troncal.

Y todas esas dudas, muchas de ellas razonables y de buena fe, se fueron dilucidando en el transcurso del año, siempre con la posibilidad de superarnos y de encontrar alternativas que puedan mejorar algún aspecto.

Pero el tema central, lo profundo de la situación, era cómo correr el velo sobre la Vía Navegable Troncal, de modo que se establezcan reglas hacia adelante. El contexto de los ‘90, en el que se consolidó la concesión anterior, debía modificarse. Y debía modificarse porque hay nuevas normas no solo desde lo ambiental sino también desde el acceso a la información, y de la administración, que teníamos que tener en cuenta.

Por eso, se planteó la posibilidad de un fuelle, de una suerte de tiempo intermedio, en que la Administración General de Puertos (AGP) se hiciera cargo de la Vía Navegable Troncal. Esto es lo que hoy estamos haciendo, con el reconocimiento de los usuarios del sistema, y de los conocedores del sistema en toda su proyección, quienes lo ven como una experiencia positiva y transparente.

Actualmente, los usuarios pueden acceder a la página web del Ministerio de Transporte y conocer qué barcos, en qué tiempo y con qué peaje, están dentro de nuestra VNT. Se trata de un tema que no impacta solo en Argentina, sino también en los cinco países limítrofes y en las siete provincias costeras, que hoy se sientan con voz y con voto en el órgano que la administra, gestiona y controla. Este es un avance que logramos juntos, con el respaldo del sector en muchos aspectos.

El Ente nacional de gestión y control de la Vía Navegable está vigente y tiene sus representantes. Algunos planteaban lo difícil que iba a ser, y en verdad hoy se ha institucionalizado un órgano democrático, porque funciona por mayoría, y de forma profundamente federal, porque si bien estamos en un área nacional, las provincias intervienen.

Interconexión con el Canal Magdalena

Esta reducida vía navegable que se pensó en algún momento, hoy es una vía navegable mucho más desarrollada en el proyecto y en la acción. El objetivo es aumentar la profundidad, a fin de llegar al norte de la Argentina, a Formosa y a Posadas. También apuntamos a pensar esta hidrovía con una conexión con los puertos marítimos del sur de la Argentina, a través del Canal Magdalena.

Canal Magdalena, proyección internacional, impacto en los cinco países limítrofes, y el 80% de la producción argentina por allí atravesando. Por todos estos motivos, entendemos que la Vía Navegable Troncal es uno de los grandes temas estratégicos y sobre los cuales deberíamos arribar a consensos.

Desde que tengo uso de razón, se recomienda la definición de cuatro o cinco temas sobre los cuales hay que arribar a acuerdos en la Argentina, independientemente del sector político al que uno pertenezca. Nosotros estamos convencidos de que la VNT es uno de esos temas.

Este es un tema de estado, sobre el que es correcto participar, opinar, discutir, atravesar todos los debates que sean necesarios. Pero también es cierto que es un espacio donde debe primar el consenso, la política de Estado, y el bienestar de nuestras economías regionales y nuestra economía global.