El Instituto Mexicano de Transportes presentó el documento “La dispersión del COVID-19 a través de los corredores de transporte carretero en México”. Investigaciones realizadas sobre el brote de coronavirus SARS-COV2, que apareció en China en diciembre pasado y que provoca una enfermedad llamada COVID-19 sugieren que los sistemas de transporte contribuyen a la dispersión del virus (Wu et al, 2020; Li, 2020).

El presente artículo muestra un análisis realizado mediante una superposición de información geográfica de los principales corredores de transporte del país y de los casos confirmados por municipio. El IMT señala que los resultados permitieron visualizar una correlación entre las carreteras y los municipios con una mayor concentración de casos confirmados de COVID-19.

Aunque existen otras múltiples pandemias de salud en el mundo, la de COVID-19, en particular, está golpeando a todos los países sin importar su nivel económico de ingresos, pero de manera más severa, a los países de bajos y medianos ingresos.

Ante esto, los gobiernos han implantado diversas acciones para proteger vidas y permitir que los sistemas de salud puedan hacer frente a la situación, entre las que destacan el aislamiento, confinamiento y suspensión de actividades económicas y sociales no esenciales, con el fin de frenar la propagación del virus.

Indica que etas acciones han traído beneficios en otros ámbitos, como en el medio ambiente, en donde se ha constatado la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y contaminantes criterio, así como una reducción de la contaminación acústica. La reducción de los viajes de las personas en auto particular en las ciudades, sin duda, ha contribuido a ello.

En el sistema carretero del país, se ha reducido la cantidad de viajes significativamente: cifras reportadas por los operadores de de autopistas en México muestran una reducción de hasta 40% de sus ingresos (PIARC, 2020). Por otro lado, el análisis de datos proporcionados por las empresas de servicios

Las principales medidas del país han sido orientadas a la suspensión de actividades no esenciales, incluyendo las clases presenciales en todos los niveles educativos, el distanciamiento social y, recientemente, en algunos estados, la obligatoriedad de utilizar cubrebocas y la vigilancia para inhibir viajes no esenciales. Cabe aclarar, que no existe ninguna disposición de orden nacional que limite las garantías individuales de libre tránsito en el territorio, incluyendo los viajes interurbanos de las personas.

Transporte aéreo de cargas

El transporte aéreo de carga en México perdió dinamismo desde el mes de marzo de 2019, debido a un entorno de revisión de los acuerdos de libre comercio, de reducción de inversiones y de menor crecimiento económico.

Esta situación se mantiene durante enero, febrero, marzo y abril de 2020. Aunque es más notoria la caída a partir de marzo, lo cual se asocia a la pandemia del coronavirus. En el tercer mes del año la caída fue de 18.5%, mientras que durante abril del descenso alcanzó el 43.4%. En el acumulado del primer cuatrimestre de 2020, el resultado fue de -20.36% con respecto al mismo periodo del año previo.

Aunque ambos flujos de carga (doméstica y de comercio exterior) han tendido a disminuir, la principal reducción se presenta en la carga internacional. Información preliminar muestra que en marzo empiezan a reducirse tanto los vuelos internacionales, como nacionales, lo cual afectará sensiblemente los registros del transporte aéreo de carga.

No obstante, la carga aérea ha tenido una afectación menor que el segmento de los pasajeros. Esto se explica porque una proporción importante de las mercancías movidas por aire, se hace en aviones exclusivos de carga, mismos que no tuvieron las mismas restricciones que los vuelos de pasajeros, dado que el movimiento de bienes e insumos ha sido considerado como una actividad esencial en la mayoría de los países.

Transporte terrestre

En relación con el movimiento transfronterizo de personas y vehículos de carga entre México y Estados Unidos, se puede mencionar que la frontera entre México y Estados Unidos es una de las más transitadas del mundo. Los camiones de carga representan el 7.9% del total de los vehículos motorizados que cruzan la frontera norte, con una cifra mensual que fluctúa alrededor de las 550 mil unidades, donde casi el 72% viajan cargados y el 28% restante circulan vacíos.

De estos, casi el 74% lo hace en sus vehículos personales (automóviles y camionetas pickups), mientras que un 25% transita como peatón o en vehículos no motorizados (bicicletas, sillas de ruedas) y solo el 1% atraviesa en autobuses.

Desde enero a marzo de 2020, no se observó una afectación en el total de camiones de carga cruzando la frontera, sin embargo, el rubro de camiones cargados comenzó a mostrar menor dinamismo en este periodo.

Puertos y fronteras

El movimiento de contenedores y, en general, el comportamiento del transporte intermodal en México, presenta ciclos diferenciados según se trate de los puertos marítimos o de los cruces fronterizos terrestres. Si bien es cierto que el Intermodal Cross Border (o transfronterizo), que moviliza contenedores entre Estados Unidos y México por la frontera norte, tuvo un gran dinamismo durante el primer trimestre del presente año, alcanzando una tasa de crecimiento de 6.2%, desde finales de la semana 13 (27 de marzo de 2020) hasta el último reporte disponible de la semana 21 (23 de mayo de 2020) manifiesta una contracción de -23% respecto al mismo periodo del año 2019. En el acumulado anual, del 1 de enero al 23 de mayo de 2020, la tasa de crecimiento registra un comportamiento negativo de -5.8%.

Gran parte de la caída del intermodal transfronterizo se explica por el cierre de la industria automotriz en ambos lados de la frontera, debido a la expansión de la pandemia del COVID-19, pues este segmento es dominante en el movimiento de contenedores desde Estados Unidos a México. En este sentido, se espera que a partir de junio de 2020, con la reapertura este sector, el intermodal comience a recuperar paulatinamente los flujos transfronterizos.

Por otra parte, el movimiento de contenedores por el principal puerto del país en este rubro muestra un comportamiento notablemente distinto. En efecto, el puerto de Manzanillo sufrió un importante descenso en el intermodal durante febrero y marzo de este año, lo cual ha sido causado, en buena medida, por el cierre de la actividad económica en China y otros países asiáticos, ocasionada por el COVID-19. No obstante, durante abril de 2020 el puerto muestra una recuperación importante en el flujo de contenedores por el ajuste de las cadenas de suministro derivadas de la reapertura de la economía de China, así como por arribo tardío de cajas que se quedaron “atrapadas” en los puertos del Lejano Oriente durante los primeros meses del año. El puerto de Lázaro Cárdenas ha anunciado también un repunte significativo del movimiento de contenedores en abril con respecto al mes de marzo. 

A diferencia del intermodal de la frontera norte, el movimiento de contenedores por puertos no tiene una dependencia tan fuerte de los flujos de la industria automotriz, pues moviliza una gama de productos con mayor diversidad, donde predominan las cadenas de suministro de los grandes minoristas, conocidos también como retailers, que operan en el país, tales como Soriana, Walmart y Chedraui, cuyas actividades se han mantenido abiertas por manejar bienes básicos y de primera necesidad.

A su vez, el Puerto de Veracruz, en el Golfo de México, presenta una menor afectación en el movimiento de contenedores, con una caída de 3.1% durante el periodo de enero a marzo de 2020. Este puerto está más vinculado a las cadenas logísticas de Europa y la Costa Este de Centro y Sudamérica, donde los efectos de la pandemia vienen retrasados respecto a China y el continente asiático.

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Fuente: Instituto Mexicano de Transportes.