La Segunda Conferencia Mundial de Transporte Sostenible de las Naciones Unidas, que reunió a más de 100 países junto con miles de expertos, activistas y líderes empresariales, concluyó el 15 de octubre 2021 con un llamado a acelerar el progreso hacia el logro de un transporte sostenible que resulte en importantes reducciones en las emisiones de gases de efecto invernadero y en mejorar la vida de millones de personas.

Los participantes de la Conferencia acordaron que, sin un cambio profundo hacia la movilidad sostenible, alcanzar los objetivos del Acuerdo Climático de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que ya están fuera de lugar, sería imposible.

La conferencia de 3 días, organizada por la República Popular de China, se produjo en un momento crítico, poco más de dos semanas antes de la COP26 en Glasgow, donde el mundo abordará la emergencia climática, mientras se encuentra en la cúspide de una revolución del transporte: impulsado en parte por la pandemia de COVID-19, que requiere una buena dirección.

Al hablar en la apertura de la Conferencia por mensaje de video, el secretario general de la ONU, António Guterres, señaló: “Se estima que COVID-19 ha empujado a 120 millones de personas a la pobreza extrema, 160 millones al hambre y retrasó la educación de alrededor de 100 millones de niños. Estamos más lejos de alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible sobre el clima, los océanos y la biodiversidad de lo que estábamos cuando se acordaron hace seis años”.

Advirtiendo que la puerta a la acción climática se está cerrando, pidió la descarbonización de todos los medios de transporte, con el fin de llegar a cero emisiones netas para 2050 a nivel mundial.

Más específicamente, el Secretario General pidió que se elimine gradualmente la producción de vehículos con motor de combustión interna para 2035 para los principales países fabricantes y para 2040 para los países en desarrollo; para que los buques de emisión cero se conviertan en la opción predeterminada y estén disponibles comercialmente para todos para 2030, con el fin de lograr emisiones cero en el sector del transporte marítimo para 2050; y que las empresas comiencen a utilizar combustibles de aviación sostenibles ahora, con el fin de reducir las emisiones de carbono por pasajero en un 65% para 2050.

La Conferencia concluyó con la Declaración de Beijing, que pidió la adopción de enfoques integrados, interdisciplinarios e intersectoriales, apoyados por una mayor cooperación internacional.

En sus declaraciones a la Conferencia, el presidente de China, Xi Jinping, se comprometió a establecer un Centro de Conocimiento e Innovación Global para el Transporte Sostenible como una contribución al desarrollo del transporte global.

Los países que participaron en la Conferencia dijeron que la pandemia de COVID-19 destacó el importante papel que desempeña el sector del transporte en la construcción de comunidades y el apoyo a los medios de subsistencia, impactando el movimiento tanto de carga como de personas. La pandemia provocó la pérdida de puestos de trabajo y una interrupción de las cadenas de suministro mundiales. Como resultado, las comunidades y países que dependen del turismo experimentaron enormes pérdidas de ingresos.

La conectividad también es un problema. Más de mil millones de personas en todo el mundo todavía carecen de un acceso adecuado a una carretera para todo clima, especialmente en los países en desarrollo, incluidos los países en situaciones especiales. En África, 450 millones de personas, más del 70% de la población rural total, siguen sin estar conectadas a la infraestructura y los sistemas de transporte. Las emisiones de escape del transporte por sí solas están relacionadas con casi 400.000 muertes y, además de las pérdidas y el sufrimiento humano, los accidentes de tráfico causan miles de millones de dólares en costos asociados que, en muchos países, representan el 3% del Producto Interno Bruto (PIB).

El impacto positivo del cambio tecnológico

La transición a la movilidad eléctrica (transporte resistente, seguro, asequible y ecológico) puede mejorar vidas y tener un impacto positivo en el medio ambiente. Desde el uso compartido de bicicletas y el uso compartido del automóvil hasta la mejora del transporte público y el mayor uso de vehículos eléctricos y autobuses impulsados por energía renovable, los países, las empresas y las comunidades están intensificando sus esfuerzos para hacer la transición a modos más respetuosos con el medio ambiente.

“Ahora tenemos la oportunidad de capturar la innovación y la tecnología que pueden revolucionar el transporte”, dijo el secretario general de la Conferencia, Liu Zhenmin, Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU. “Pero estas nuevas tecnologías tienen que funcionar para todos. Tenemos las soluciones, y ahora necesitamos la cooperación global para asegurar que el transporte sostenible sea el motor que impulse nuestros esfuerzos para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los objetivos del Acuerdo de París”.

El progreso es insuficiente

Sin embargo, persisten los desafíos. Si bien algunos estados miembros han dado algunos pasos iniciales para abordar las emisiones del transporte marítimo y la aviación, por ejemplo, los compromisos actuales no son suficientes para cumplir con el objetivo de 1,5 grados del Acuerdo de París.

Los países en situaciones especiales, las comunidades rurales remotas y los grupos vulnerables corren el riesgo de quedarse atrás a medida que aumenta el número de tecnologías nuevas y emergentes relacionadas con el transporte. Se necesitarán más de US$ 2.000 millones de inversiones en infraestructura de transporte cada año hasta 2040 para impulsar el desarrollo económico. También se necesitan políticas más sólidas sobre medidas de seguridad vial y reglamentos sobre la importación de vehículos nuevos y usados.

La declaración completa puede descargarse aquí

Más información en: https://www.un.org/en/conferences/transport2021

FUENTE: Prensa de la Conferencia, traducción www.webpicking.com