¿Cómo puede un operador logístico agregar valor, para no ser solo un centro de costos y aprovechar su real participación en la cadena logística? ¿Cómo pueden generar una ventaja en términos de competitividad y eficiencia, mientras atravesamos una etapa en la que avanzamos en infraestructura y otros factores necesarios que hacen al sector?

Jorge Tesler, director de la Especialización en Gestión de Logística Integrada del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), y de la consultora TGI Argentina, y columnista del programa de radio Hablemos de Logística, analiza el valor agregado que representan los operadores logísticos para las compañías.

 Suelo ser muy crítico sobre el concepto de valor agregado en las operaciones logísticas, con el objeto de generar, tanto en los prestadores como en los receptores de servicios, criterios claros sobre el tema, e identificar el valor que se agrega. Esta es la única forma de obtener beneficios concretos.

Para generar el hábito de trabajar continuamente para alcanzar mejoras a lo largo del tiempo, debemos plantear objetivos desafiantes. En ese sentido, hay dos ejes importantes para analizar: las tecnologías y los recursos humanos.

TICS: ¿sí o no en las operaciones?

Está claro que los operadores logísticos deben utilizar tecnologías para agregar valor a sus servicios. Tienen esta posibilidad, porque cuentan con una masa crítica acorde a la escala y porque los asuntos vinculados a instalaciones y a transportes están cada vez más estandarizados en el rubro. Por el contrario, muchas empresas de mediana o pequeña dimensión no lo pueden hacer, porque el nivel de inversión no lo justifica, por el volumen que manejan y por las características de sus negocios. En este sentido, podemos distinguir el valor agregado de los operadores logísticos, en beneficio de empresas que no suelen tener capacidad de inversión.

Debemos demarcar cuándo la tecnología ofrece beneficios en términos de productividad, calidad de servicio, agilidad en la toma decisiones, etc. Por “tecnología” no me refiero a sistemas de información transaccionales, porque los operadores y las empresas prestadoras o receptoras de servicios ya suelen tenerlos y los utilizan en su gestión diaria. Ya son un commodity. Me refiero a tecnologías que ayuden a manejar grandes cantidades de datos, a automatizar decisiones, a preparar pedidos para abastecimiento en períodos de alta productividad, y aporten confiablidad, para obtener mediciones que alimenten los procesos de planificación de forma integrada y ágil, de modo que permitan efectuar controles inteligentes que, a su vez, retroalimenten procesos de previsión y de planificación. Estos son ejemplos de aplicaciones de tecnología.

Por otra parte, ¿cómo utilizamos la información? Dado el gran avance Internet y las consecuentes cantidades de información de la que disponemos, la utilización de tecnología a distancia contribuye a planificar y a tomar mejores decisiones, que luego pueden ser controladas mediante nuevos indicadores de gestión.

La aplicación de tecnologías en el mundo de la logística urbana en las megaciudades es un caso que clarifica la alta complejidad de la gestión en el ámbito urbano. Sin el uso intensivo de diferentes tipos de tecnologías, los operadores no podrían gestionar sus procesos en esos ámbitos.

Profesionalización de los recursos humanos

Por otro lado, debemos pensar en las personas que están detrás del uso de la tecnología. Con el avance que ha tenido el nivel de tercerización en el país en los últimos 20 años, es indudable que el conocimiento  a largo plazo sobre tácticas y procesos logísticos se centra en los operadores logísticos, porque cada vez gestionan más operaciones complejas en diferentes sectores y  en contextos cambiantes.

Nuevamente, los operadores logísticos tienen un rol fundamental, porque son ellos quienes consolidan el conocimiento. El nivel de tercerización está incorporando oportunidades de negocio y eso hace que tengan un nivel de conocimiento sobre las operaciones cada vez mayor frente a sus propios clientes.

Los operadores no solo deberían ser cada vez más fuertes en sus técnicas, sistemas y operaciones, sino también contar con verdaderos especialistas. Creo que hay una intención clara en el mercado, pero todavía tenemos un camino por recorrer. De cualquier modo, cabe aclarar que aunque la provisión de mano de obra no calificada no genera necesariamente valor agregado, esto no significa que no sea necesaria para una cierta cantidad de tareas.

Los operadores logísticos deberían tener áreas de ingeniería logística mejor estructuradas y capacitadas para resolver problemas, para mejorar las oportunidades en términos de productividad y de calidad de servicios. Las PYMEs son quienes más necesitan este aporte de conocimiento y de experiencia logística.

Un cambio cultural

El grado de tercerización se ha incrementado de forma importante en los últimos 20 años, pero aun resta que las empresas asuman el cambio cultural. Hoy, resulta sencillo comprobar, a partir de múltiples ejemplos, que las empresas no tienen por qué temer de estos procesos. Grandes compañías comparten instalaciones y procesos. En esta línea, las PYMEs deberían pensar cómo consolidar y aprovechar sinergias.

Estos conceptos no son nuevos, pero creo que es necesario recordarlos. Muchas veces, las personas piensan en tercerizar, y consecuentemente, en qué hacer con la mano de obra y con los procesos de largo plazo.

En síntesis: está claro que los operadores tienen la oportunidad de agregar valor, a partir del uso de tecnología y de recursos humanos, de forma proactiva y sostenible en el tiempo. Pero tienen un desafío muy importante por delante y deben trabajar para efectuar este cambio de mentalidad.

El programa de radio donde hablan los que sienten la logística como parte de su vida.

El programa de radio donde hablan los que sienten la logística como parte de su vida., TGI

Escuche la entrevista en Hablemos de Logística (programa nro. 495), que con la conducción de Fabio Contino y Rodolfo Fiadone se emite desde el año 2007, todos los martes de 12 a 13 (hora de Argentina), por Radio Palermo, FM 94.7.