La mayoría de países de América Latina se enfrentan a complejos desafíos institucionales, técnicos, financieros, políticos y sociales para adaptar sus carreteras al clima, lo que pone en riesgo tanto la seguridad como la sostenibilidad de los sistemas viales de la región, de acuerdo con el Instituto Ibero-Americano de Seguridad Vial (IVIA).

Ante esta situación, que previsiblemente se verá agravada por los efectos negativos del cambio climático, CAF –banco de desarrollo de América Latina- ha publicado una Guía de buenas prácticas para la adaptación de las carreteras al clima, que propone medidas basadas en herramientas de gestión ambiental, planificación y gestión del riesgo originado por la variabilidad climática.

El documento, desarrollado por el Instituto Ibero-Americano de Seguridad Vial (IVIA) y la Asociación Española de la Carretera, contempla tanto las carreteras de nueva construcción como la red vial en servicio, y plantea acciones en torno a dos pilares: la planificación estratégica, que implica crear marcos institucionales, legales y sociales adecuados; y medidas específicas que incluyen buenas prácticas de Ingeniería para el diseño y construcción de infraestructuras más resilientes en los cuatro campos que se consideran estratégicos: geotecnia y taludes, hidrología y drenaje, estructuras y pavimentos.

La publicación también pone la voz de alerta en el hecho de que, en el contexto actual, los datos climáticos históricos no son suficiente para una adecuada gestión de la infraestructura, por lo que si la planificación y el diseño de carreteras continúan realizándose ateniendo a las prácticas habituales de ingeniería en la Región, ello podría derivar en la imposibilidad de dar respuesta a futuros fenómenos climáticos.

Situación heterogénea entre países

Las acciones relacionadas con la gestión de riesgos de desastres y las medidas de mitigación y adaptación al clima en el sector del transporte están cobrando una atención creciente; específicamente en el sector vial se han identificado algunos eventos climáticos en la región de América Latina y El Caribe en los últimos años que están impactando en la vida útil de las infraestructuras. Así, por ejemplo, los fenómenos del Niño y la Niña o las tormentas tropicales y huracanes en Centroamérica y la zona del Caribe, han provocado importantes daños en las carreteras de algunos países (solo en Colombia las pérdidas por la ola invernal 2010-2011 se cifraron en un 2% del PIB).

No obstante, según la guía, la situación actual de la adaptación de las infraestructuras viarias al clima en América Latina y el Caribe presenta una cierta heterogeneidad entre los países que la conforman. Mientras que algunos han comenzado a desarrollar planes de adaptación, otros se encuentran en fases muy incipientes, aunque se reconoce, de manera generalizada, la necesidad de actuar en este ámbito en todos los estados.

Las entidades multilaterales están desplegando ambiciosos programas de ayuda para la adaptación a la variabilidad y cambio climáticos, aunque la aplicación a las infraestructuras de carreteras es relativamente reciente y las experiencias existentes son limitadas. A escala nacional, no suele existir una coordinación eficiente entre diferentes autoridades competentes, y esto se traslada a las relaciones nacionales y supranacionales. El informe apunta que éste será uno de los grandes retos de los próximos años, junto con la transferencia de información y el establecimiento de contactos en la Región.

CAF está incorporando en su agenda de conocimiento líneas de trabajo que incluyen, por un lado, la sostenibilidad de los proyectos y, por otro, la eficiencia de las inversiones destinadas a dotar de mayor resiliencia las infraestructuras del transporte. Con este propósito se ha elaborado esta Guía de buenas prácticas para la adaptación de las carreteras al clima, todo un reto técnico para el Instituto Vial Ibero-Americano y la Asociación Española de la Carretera.

El documento puede descargarse en el espacio de conocimiento abierto de CAF (SCIOTECA) y en las web de IVIA y la AEC.

Fuente: Instituto Ibero-Americano de Seguridad Vial.