“La pandemia del COVID-19 ha afectado muy especialmente en nuestras costumbres de convivencia social, pero también ha tenido un gran impacto en distintos sectores económicos. Pero si hay un sector que es estratégico y que ha tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias del entorno mundial lo es sin duda el del transporte marítimo y la logística internacional”, señala Juan Carlos Merodio López, miembro titular del Comité Maritimé International.

Destaca que más del 80% del comercio internacional se realiza por vía marítima, y aun con pandemia tienen que continuar el intercambio y seguir llegando a las casas de los consumidores los distintos bienes y servicios que constituyen satisfactores necesarios de vida.

Así, la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD) ha divulgado una relación de 10 puntos importantes a considerar como plan de acción para fortalecer el comercio y transporte internacional:

  • Asegurar la continuidad de los embarques vía marítima.
  • Mantener las operaciones en puerto abiertas.
  • Facilitar y agilizar las revisiones aduaneras, protegiendo el intercambio de productos esenciales.
  • Facilitar el transporte en cruces fronterizos (cross border).
  • Asegurar y proteger el derecho de transito y acceso a puertos, terminales, almacenes, etc.
  • Proteger la transparencia y seguridad de la información.
  • Facilitar e incrementar los procesos vía electrónica (“go paperless”) evitando el contacto de personas para intercambio de documentos.
  • Anticipar soluciones para potenciales conflictos legales que se pueden presentar entre los distintos actores que intervienen en el comercio y transportación marítima y terrestre.
  • Proteger a embarcadores y proveedores de servicios asociados, estableciendo programas de apoyo económico y financiero durante la emergencia.
  • Dar prioridad a la asistencia técnica, capacitando a personal e instituciones sobre herramientas y habilidades tecnológicas.

“En verdad el reto para la industria marítima es enorme durante la emergencia., conviene entonces revisar que esfuerzas y acciones concretas estamos realizando en México para cumplir con estas sencillas pero muy importantes recomendaciones de la UNCTAD. Para ello se necesita la concurrencia de autoridades, navieras, prestadores de servicios, y todos los involucrados en la actividad, en beneficio de un bien común. ¿Lo estaremos haciendo?”, señala Juan Carlos Merodio López.