María José Alzari, coordinadora de Transparencia y Licencia Social en el Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (CEADS), resalta el lugar que la agenda social, con un marcado eje en la inclusión y en la diversidad, está ganando al interior de las empresas. Entrevista realizada luego del seminario “El fortalecimiento de la diversidad”, desarrollado por la FADEEAC (Federación Argentina de Entidades Empresarias de Autotransporte de Cargas) el 22-06-23

¿Cuál es la visión del Consejo Empresario Argentino en torno a la diversidad de género en el transporte?

El Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible es una organización empresarial, que representa a diferentes sectores, con el objetivo de alentar la sustentabilidad. Desde el CEADS, trabajamos sobre diferentes agendas y en el marco de la agenda macro de las empresas en torno a los derechos humanos, la diversidad y la inclusión conforman uno de los grandes ejes.

Este eje es abordado desde diferentes miradas, haciendo foco en la dignidad de la persona y del respeto. Esto no es sólo una cuestión ética. También hay diferentes factores que hoy hacen que las empresas tengan que dar respuesta a esa gran agenda.

Por un lado, encontramos un factor social. La sociedad reclama y tiene una expectativa de cómo las empresas deben ser conducidas, con este marco de respeto y de inclusión. Pero también el mercado le exige hoy al sector empresario una conducta empresarial responsable de inclusión.

A su vez, grandes empresas le exigen este concepto a sus proveedores; mientras que también desde Estados se empiezan a generar regulaciones que exigen, por ejemplo, reportes sobre balance de género, y sobre medidas de gestión. También queda en evidencia el sector financiero, que acompaña este desarrollo, con un claro enfoque de derechos humanos.

Más allá de lo que corresponde, hoy existe un gran mercado, un avance regulatorio, una exigencia social y un pedido también del sector financiero a trabajar esta agenda desde la gestión real, no sólo desde los papeles, sino desde los hechos, de forma gradual, paulatina, y comprometida.

¿Podemos marcar cierto paralelismo de la inclusión de la agenda de género con la de la  gestión de las emisiones en el sector del transporte?

Es el mismo enfoque, que tiene dos ejes: el compromiso con los grandes desafíos; y la transparencia. Esto implica para las empresas identificar que hay un gran desafío al que dar respuestas y que, como compañías, estas se constituyen en un actor relevante para ello.

Esto ya sea en la mitigación y adaptación, en el marco de la agenda de cambio climático, como también en el marco de las agendas sociales. Y en esa línea, esto supone que tienen que ser transparentes en la gestión.

Hoy tenemos una gran discusión en la agenda de cambio climático, en torno de cómo somos transparentes. Y ante la gran agenda de diversidad y de derechos humanos, el desafío es el mismo.

Este tema es abordado dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. ¿Considera que las empresas en la Argentina lo tienen presente?

Hay desafíos a los que las empresas pueden ir dando respuestas en forma paulatina. El punto de inicio para identificar dónde están estos desafíos es poder reconocerse e identificar qué espera el otro, la sociedad, el consumidor, y el proveedor. La agenda climática ya avanzó sobre ese desafío. En tanto, para la agenda social, todavía se presenta un amplio camino por delante.

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