Roberto Guarnieri, presidente de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), explica que, si bien la situación del transporte mejoró en la post pandemia, aún no se normalizó. La escasez de camiones nuevos, de repuestos y de neumáticos encabeza la lista de problemas, además de la falta de conductores.

¿Por qué no se consiguen camiones nuevos hoy en el país?

Lamentablemente, no hay camiones. Hay quienes necesitan renovar su flota, sobre todo los que necesitan transportar combustible, pero hay faltante de unidades. Los camiones que salieron del parque automotor no fueron reemplazados por otros nuevos. Y a ese escenario, hay que sumarle el faltante de repuestos que impide que se reparen los camiones que aún siguen vigentes. Y las pocas unidades que hay en oferta tienen sobreprecios.

¿En los últimos años hubo renovación del parque?

Sí, se renovó bastante mientras hubo disponibilidad de unidades. Hoy, tras la pandemia, las fábricas no se han podido organizar para traer los camiones e insumos necesarios para ponerlos a la venta. Hay faltante por la cantidad de unidades de carga peligrosa que debieron salir del mercado.

¿Cuál es el límite de años que tienen este tipo de vehículos?

El máximo es de 10 años, más otros tres extra. Sabiendo que habría un faltante de camiones, se había pedido aumentar el período extra de tres a cinco años, pero no se pudo conseguir. La idea es que haya camiones para poder reponer los que faltan.

¿La ausencia unidades afecta a todo tipo de camiones? ¿Hay mayor demanda en todo el país?

El trabajo se volvió a activar, sobre todo en algunos rubros como la construcción y el campo (cosecha). Sin embargo, también durante la pandemia hubo muchas empresas chicas que pararon y no pudieron volver a arrancar. Hoy, poner en marcha un camión cuesta mucho dinero.

¿Cómo se está resolviendo el faltante de neumáticos?

Este es un reclamo que llevamos adelante desde hace más de un año, cuando iniciamos nuestra gestión en FADEEAC. Ya en ese momento había escasez. Ahora comenzaron a ingresar bastantes cubiertas de origen chino, mientras que algunas de las marcas tradicionales comenzaron a comercializar algunos productos. Esto mejoró la situación, aunque todavía no está normalizada.

¿La calidad de los neumáticos chinos es similar a la de los tradicionales?

Hay marcas de primera línea y otras de menor calidad. Algunas ya las conocíamos y otras las estamos probando. Todo se rige por el precio, que hay que aclarar que están sobrevaluados. Hubo aumentos de hasta un 100% en dólares, sobre todo cuando hubo mucha escasez. La fuerte demanda y la baja oferta llevaron a que los precios no tuviesen techo. Y así llegaron a valores siderales.

Varias empresas debieron detener algunos de sus camiones y remolques para quitarles los neumáticos y colocárselos a otros. Actualmente, es difícil volver a poner en funcionamiento esas unidades que se quedaron sin ruedas, teniendo en cuenta que el precio por unidad ronda entre $ 140.000 y $ 150.000, y que en muchos casos se necesitan 18. El capital que se necesita para cubrir las cubiertas es altísimo. A su vez, las recapadas que estaban disponibles en el mercado ya fueron utilizadas durante estos meses.

¿Con qué otros insumos hay problemas?

Con todos los repuestos, ya que los que se consiguen no tienen precio. Puede suceder que en dos locales diferentes un mismo repuesto tenga una disparidad del 30% en su valor. El que lo tiene lo hace valer porque no sabe si lo podrá reponer. La parte electrónica es una de las más críticas. Que hoy se rompa un camión es un dolor de cabeza y de bolsillo.

¿Cuál es la situación de los choferes?

También falta personal. Esta es una tendencia que no solo sucede aquí, sino a nivel mundial. La inclusión de la mujer en el transporte nos da una nueva esperanza para contrarrestar la falta de personal.

¿Por qué hay faltante de choferes en todo el mundo sabiendo que es una profesión muy bien remunerada?

Esta es una muy buena pregunta. Ser chofer no es fácil: es una profesión sacrificada, en la que se tiene que abandonar a la familia un buen tiempo. Y no todos están dispuestos a hacerlo. Normalmente la profesión se recibe por herencia, ya que los choferes nuevos son pocos. También hay que tener en cuenta que antes los choferes podían manejar a partir de los 18 años, mientras que hoy el registro lo reciben a los 21. Quienes terminan el colegio a los 17 o 18 años y deciden trabajar, en una fábrica, por ejemplo, tienen franco los fines de semana y gozan de los feriados, y eso no lo cambian por más que en un camión lleguen a ganar hasta un 40% más. Es difícil que los chicos se suban a un camión si no lo hicieron cuando arrancaron su carrera.

¿Por qué pueden obtener el registro recién a los 21 y no a los 18 años?

Así está establecido por ley. Se está trabajando para modificarla y bajarla. El motivo por el que se definió esta edad es que se considera que las personas no tienen antes la madurez suficiente para conducir un transporte. Desde mi punto de vista, creo que es más efectivo y eficiente un chofer que aprende de joven que un adulto de 50 años que, por necesidad, se sube a un camión por primera vez. Además, un joven que a los 18 años necesita trabajar se incorpora a otra actividad, y tres años después ya la tiene asimilada y es difícil que cambie.

¿Es verdad que la relación del costo de transporte respecto de la mercadería no es tan alta como se menciona?

Es muy común escuchar que los precios de la mercadería suben debido al aumento del flete y del combustible. Es importante destacar que no somos formadores de precio. Por eso decidimos realizar distintas comparaciones y comunicarlo por nuestras redes sociales. La incidencia del transporte es entre un 2 y 4% sobre el precio al consumidor, según el tipo de mercadería: se trata de un porcentaje realmente bajo para ser formadores de precios.

¿Cuál sería el mensaje final del presidente de FADEEAC en un momento tan caótico?

Hay que tener esperanza, apostar por el país y seguir trabajando. Esperamos que el abastecimiento de insumos, al menos de los primarios, como el combustible, se vaya normalizando. Si no hay gasoil, no podemos transportar nada. Hay trabajo y no nos podemos dar el lujo de parar.

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