Inmersos en un escenario económico mundial incierto, los países se enfrentan a grandes desafíos en busca de restablecer sus industrias y el comercio.
Tanto exportadores como importadores pierden previsibilidad en el control de su producción y desarrollo a futuro, dado que su toma de decisiones se halla completamente determinada por las complejidades para acceder a divisas y las barreras en la logística tales como las retenciones a las exportaciones y la desmedida brecha cambiaria.
Frente a este contexto, las firmas deben diversificar su aprovisionamiento a través de proveedores simultáneos, que son elegidos como garantía frente al desabastecimiento que podrían ocasionar los eventuales problemas geopolíticos mundiales.
Sin embargo, el principal detonante de esta inestabilidad es la dificultad para asegurar espacios en los fletes marítimos, aéreos y terrestres. “Ante la falta de insumos de primera necesidad, consecuencia de las crisis internacionales, se generaron nuevas e inesperadas tensiones que terminaron culminando en sobrecostos y, especialmente, una gran volatilidad en los valores de los fletes marítimos”, explica Johanna Mansilla, jefa de la División Forwarding en Interborders. Y añade: “Con un significativo aumento en la demanda de contenedores – agrega – las navieras debieron ajustar sus tarifas, provocando incrementos de hasta un 500%”.
Ricardo Sánchez y Fabio Weikert, miembros de la CEPAL, exponen en el “Análisis de las industrias aérea y de transporte marítimo en la logística internacional post pandemia”, que las rutas de América Latina de exportación a Asia, Medio Oriente e India y de comercio regional, fueron aquellas donde más se observaron aumentos que no estaban en consonancia con las cantidades exportadas. De manera similar, las importaciones de Europa y de Oriente Medio e India sufrieron incrementos desasociados.
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En consecuencia, Mansilla explica que hallar espacios y tarifas acordes al presupuesto y urgencia de los clientes es uno de los principales desafíos que enfrentan los forwarders.
“Los empresarios suelen recurrir a nosotros con requerimientos que a su parecer son irrealizables, y es entonces cuando les explicamos que exportar e importar es posible. Los operadores logísticos somos quienes debemos guiarlos y encontrar soluciones personalizadas para llevar a cabo sus operaciones a pesar de las limitaciones existentes. En este escenario, el transporte multimodal se presenta como la opción que mayores ventajas ofrece si se consideran las exigencias que propone el mercado.”
Combinar al menos dos modos de transporte diferentes, sin ruptura de carga, desde la salida de las unidades de producción hasta su llegada hacia el warehouse del consumidor final, es una de las soluciones más elegidas por los clientes. “El transporte multimodal se estableció como la solución preferida frente a los desafíos que plantea la globalización”, sostiene la experta.
La adopción de la multimodalidad en las cadenas logísticas se refleja en diversos beneficios como la reducción y optimización de los tiempos de tránsito, lo que resuelve las necesidades inmediatas de los clientes al permitir una utilización de los medios de transporte más eficiente y económicamente conveniente para las empresas. Asimismo, permite la obtención de espacios y equipos cuando no es posible adquirirlos en el país de origen.
Para sortear esta escasez, desde Interborders se ofrece el servicio de exportación de cargas vía Chile. La empresa centra su servicio estratégico retirando el contenedor en dicho país, para que luego el camión se dirija a la planta del cliente en Argentina, se consolide y luego regrese al puerto chileno para su embarque marítimo.
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Las principales cargas que se trasladan a través de esta metodología son aquellas que requieren temperaturas controladas, como la carne, pollo, pescado, productos de mar y frutas, dado que la disponibilidad de contenedores reefer en Argentina es cada vez más acotada.
En consecuencia, contar con un operador logístico que ayude a las empresas importadoras y exportadoras a implementar estrategias multimodales que optimicen sus operaciones es una tendencia en aumento que garantiza el correcto funcionamiento de las cadenas de suministro globales. Interborders trabaja estrechamente con las principales compañías marítimas y aéreas para ofrecer servicios de calidad a tarifas competitivas.