En tres años, el ferrocarril de cargas transportará entre 3 y 5 millones de toneladas adicionales en Argentina, tras la rehabilitación del servicio ferroviario en más de 440 kilómetros y otras obras -como los accesos al Puerto de Rosario-, que comenzarán en 2017 y concluirán en 2020, apoyadas en la inversión pública nacional, informó la subsecretaria de Planificación de Transporte de Cargas y Logística, Carmen Polo.

La funcionaria resaltó: “Tenemos matrices de origen y destino de 91 productos agrupados por categoría y tipo de tráfico (por automotor y ferrocarril y estamos haciendo ejercicios de derivación de cargas, en primer instancia al modo ferroviario”.

Recordó luego que están previstas inversiones del Estado nacional por 2.600 millones de dólares en el ferrocarril de cargas durante el período 2016-19, al hablar durante un seminario organizado por la bonaerense Universidad de Tres de Febrero (Untref).

Los planes para el sector contemplan trabajos tanto en las redes troncales como en las secundarias, al igual que mantenimiento pesado, a fin de incrementar las cargas transportadas desde los 19 millones de toneladas estimados para este año.

Polo destacó que se está llevando adelante “el primer programa de inversiones ferroviarias con un horizonte de 20 años” y proyectó que el tren pasará de participar con 4% de las cargas a 4,6% como mínimo en 2019, pero con un plan mucho más ambicioso para el siguiente decenio.

La funcionaria afirmó que “no existe mucha experiencia en planificación del transporte y la estructura de información armada es reducida, por lo cual estamos desarrollando las herramientas básicas para la posterior toma de decisiones”.

“Sobre una pequeña base que ya había estamos haciendo una modelización del sistema de transporte en el país, a partir del trabajo sobre más de 120 zonas y redes”, agregó.

Polo advirtió que “hay una tendencia a poner en primer plano los proyectos de inversión, pero mucho de lo que hay para ganar en reducción de costos y facilidades de integración con el exterior no son proyectos de infraestructura física, sino medidas regulatorias, institucionales y operativas”.

“Es habitual que aparezcan proyectos de túneles, puentes, ferrocarriles, y después, años de justificaciones y estudios para defenderlos, pero de lo que se trata es de fijar objetivos y necesidades para los cuales los proyectos son respuestas y alternativas posibles”, explicó.

Como ejemplo, relató la subsecretaria, “en estos meses recibimos infinidad de visitas de funcionarios provinciales y municipales, cada uno con su propio proyecto de corredor bioceánico en el bolsillo”.

Alertó, sin embargo, que “la única forma de resolver y avanzar en el camino de los proyectos es poder cuantificar la demanda, el uso que podrían tener distintas infraestructuras que se pretenden construir”.

Polo justificó al respecto los “razonamientos basados en información cuantitativa y análisis, a partir de los cuales presentamos una priorización de corredores en función de los potenciales de tráfico a captar”.

El modelo, añadió, abarca por ahora sólo el movimiento interno, con el tráfico doméstico a puertos y pasos de frontera, pero “de acá a fin de año vamos a complementarlo con la movilización del tráfico internacional de cargas, mediante la vinculación con las bases de aduanas”.

“Es un intento de poner un poco de razón con criterios de asignación de potencial de tráfico, y elaboramos así un programa tentativo de inversiones ferroviarias para manejar, a la vez, grandes números, saber de qué plata estamos hablando”, concluyó Polo.

Fuente: Agencia de noticias Télam.