La rehabilitación de 890 kilómetros de carreteras y la incorporación de mejoras para reducir siniestros de tránsito en 260 kilómetros de rutas fueron acordadas por Uruguay y el Banco Mundial mediante la firma de un préstamo de 70 millones de dólares, adicional a otro ya otorgado. En esta ocasión, el programa financiero condiciona los desembolsos según las metas alcanzadas.

Tal como informa el Banco Mundial, el acuerdo se trata de un financiamiento adicional del programa de rehabilitación y mantenimiento de rutas, caminos y puentes, que incorpora componentes de seguridad vial y mitigación del impacto de los efectos climáticos en la infraestructura del país.

Desde el año 2012 se rehabilitaron más de 500 kilómetros de carreteras mediante el programa, incluidos puentes y sistemas de drenaje. Esta iniciativa fue implementada por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la Corporación Vial del Uruguay (CVU), con el apoyo de diversos organismos internacionales de desarrollo.

Con el financiamiento adicional, el Banco Mundial continuará apoyando a Uruguay para rehabilitar 890 kilómetros de carreteras nacionales, incorporar mejores normas de seguridad vial que permitan modernizar 260 kilómetros de carreteras, así como proveer mantenimiento anual a 3.000 kilómetros de la red vial nacional.

Además, se fortalecerán los sistemas de planificación, de control de calidad de las obras, los sistemas fiduciarios, los procedimientos de salvaguardas y la resiliencia climática de la infraestructura vial.

“Carreteras en buen estado, más seguras y más resistentes a los impactos climáticos, son críticas para la competitividad de la economía uruguaya, sus exportaciones, la integración del país dentro de las cadenas de valor internacionales y, por consiguiente, para la creación de empleos sostenibles para los uruguayos”, expresó Jesko Hentschel, director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.

Uruguay se convirtió en 2012 en el primer país de América Latina en hacer uso de la modalidad de financiamiento PforR (programa de financiación por resultados, por su sigla en inglés), cuya característica principal es vincular los desembolsos de fondos directamente con la obtención de resultados definidos; de esta forma, el dinero se entregará cuando se hayan logrado y verificado los resultados. Otra característica de esta herramienta es que apoya el fortalecimiento institucional de las agencias ejecutoras, en favor de la eficiencia de sus procesos y sistemas de producción.

El préstamo de 70 millones de dólares es de margen variable, y el plazo de pago es de 17,5 años, con un período de gracia de cinco años, informa el Banco Mundial.

Fuente: Presidencia de Uruguay.