Entrevista a Juan Madero, gerente de Desarrollo de Negocios en Miebach Consulting, con motivo de sus encuestas sobre gestión de riesgo.
¿Cuáles fueron los motivos por los que Miebach Consulting realizó una encuesta sobre gestión de riesgo en 2019 y en 2023?
El 2019 vimos la importancia que la gestión de riesgos estaba tomando a nivel global. Esto dado que, a partir del proceso de globalización que atravesó la supply chain, comenzaron a aparecer nuevos riesgos y nuevas dificultades.
En ese contexto, decidimos acercarnos al mercado para entender cómo las empresas estaban gestionando sus riesgos. Desde Miebach Consulting, aprovechamos nuestra estructura, en tanto estamos presentes en más de 22 países con 26 oficinas, e invitamos a nuestros clientes a participar y a extraer conclusiones.
Además, consideramos importante darle seguimiento a través de los años. Por eso, en 2023 encaramos una nueva encuesta. Tenemos fuertes expectativas en cuanto a analizar qué pasó en los últimos años y cómo se modificaron los patrones.
¿Cuáles fueron las principales conclusiones de 2019?
En 2019, todas las empresas coincidían en que tenían interrupciones en su cadena de abastecimiento: todos habían sufrido en el último año algún tipo de interrupción y el 3% de estas empresas sufrió interrupciones críticas. Cabe aclarar que esto fue previo a la pandemia.
De este estudio surge que los dos principales focos en donde se generan estas interrupciones son externos: los proveedores de materias primas y las empresas 3PL. El proveedor del servicio logístico aparece así como el segundo factor de riesgo.
Otra de los resultados que se desprende del estudio es que, si bien las empresas pueden trabajar sobre los proveedores y su capacidad productiva, el inventario es el que mide el nivel de ineficiencia de la cadena. Y cuantos más riesgos tenga, mayores probabilidades hay de que existan fallas.
En uno de los extremos, se encuentra Toyota, que siempre nos enseñó a apuntar al stock cero. Para ello, es necesario contar con una cadena sustentable. A medida que una empresa suma stocks, significa que desconfía de los proveedores que tiene detrás.
Lo importante es que, ante los riesgos principales, la empresa debe trabajar con el stock. El stock es un costo elevado, pero que ayuda a mitigar riesgos.
¿Cómo mitigar los riesgos asociados al servicio? ¿Cómo hacer para que ese proveedor logístico o la empresa con su propia logística pueda mitigar ese riesgo?
En este punto surge entonces el win – win: el desarrollo de proveedores de servicio. ¿Cuál es el nivel de integración que las empresas tienen con sus proveedores? ¿En qué medida son un proveedor o un partner? ¿Hasta qué nivel se da la integración, para que esa empresa sea un partner?
Otro de los resultados arrojados por el estudio: un tercio de las empresas que participaron decía tener algún tipo de proceso o metodología de gestión de riesgos. Esto nos llamó la atención, dado que creíamos que el número sería menor. Sin embargo, cabe aclarar que solo la mitad de ese tercio decía que, de alguna forma, hacía partícipe a los proveedores externos en este proceso.
Un punto muy importante es que la gestión de riesgo siempre tiene una connotación negativa. Sin embargo, por definición, donde hay riesgo también hay oportunidades. Siempre evaluamos los riesgos que pueden llevar a una empresa a la pérdida, pero ¿dónde están las oportunidades de los riesgos que uno elige correr?
Muchas empresas, en momentos muy complejos, se han visto muy fortalecidas. Es que en las empresas donde hay procesos y metodologías de gestión de riesgos se habla también mucho sobre las oportunidades.
También ese año surgió que el 90% de las empresas considera que la gestión de riesgo será clave en el futuro. ¿Qué desafíos venían las empresas en ese entonces? Principalmente, la digitalización y, dentro de ese ámbito, la ciberseguridad. Hoy, con el diario del lunes, vemos un gran número de empresas a nivel local e internacional que tuvieron graves problemas de este tipo. Otro de los riesgos que las empresas identificaron en ese entonces fue la sustentabilidad.
¿Esto se traduce en plantear la gestión de riesgos desde una mirada integral?
Exacto. La gestión de riesgos no debe ser considerada como un punto aparte: atañe a la intersección con la gestión de la cadena de suministros. Hoy la cadena de abastecimiento no abarca solo a los proveedores, sino también la digitalización y la sustentabilidad, por ejemplo. Aparecen un montón de aspectos que impactan en cómo mirar la gestión de riesgos, desde aparece el desarrollo de una cadena de manera preventiva, antes que reactiva.
Hay muchas cuestiones que llevan a que la mirada moderna de la gestión de riesgos esté cambiando. Tradicionalmente, estaba asociada a identificar los riesgos, a ponderar la probabilidad de ocurrencia por el impacto del riesgo, y a los planes de contingencia. Por el contrario, hoy el riesgo es una constante, porque el mundo está en una situación de constante cambio. Así, la gestión del riesgo pasa a ser parte de la gestión de la cadena.
¿Qué es entonces la planificación? Por un lado, la planificación es el balance de lo que pide el mercado con las capacidades operativas y productivas. Por otro, es también utilizar ese balance para mejorar la toma de decisiones.
Otro de los puntos clave tiene que ver con la gestión de información, a fin de asegurar la eficiencia de los eslabones de la cadena.
Por ejemplo: el costo unitario de un producto seguramente sea más bajo si la empresa realiza una compra directamente a China al por mayor, antes que a otros mercados como México o Brasil. Sin embargo, en esa decisión de compra, se pierden de vista todos los costos de la cadena que implica abastecerse de un lote para, por ejemplo, 500 días de inventario: el espacio en el almacén, los costos de transporte, y la ineficiencia de los procesos operativos por falta de espacio. Muchas veces, falta transparentar la información para evaluar la efectividad de una compra.
Ante estos escenarios, no hay una respuesta correcta, sino una toma de decisiones. Es importante hablar de riesgos en el marco de una planificación y de una mirada estratégica de la compañía.
En resumen: desde Miebach Consulting no queremos hablar de riesgos, sin considerar la importancia de planificar. Una buena planificación minimiza los riesgos. El primer paso para la gestión de riesgos es definir una metodología, por más simple que sea. El segundo, adoptar alguna herramienta que genere alertas y avanzar en la simulación de escenarios.
Después de la pandemia, todos sabemos que el cambio es constante y todos tenemos que trabajar la gestión de los riesgos, no solo en términos de supply chain. La mejor forma de prevenir y de minimizar el impacto de los riesgos es siempre la planificación.
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