En un escenario donde el Transporte Automotor de Carga (TAC) desempeña un papel crucial en América Latina, representando aproximadamente tres cuartas partes del movimiento total de mercancías en la región, surge un desafío latente: la transformación digital de un sector que, a pesar de su importancia estratégica, se encuentra rezagado en términos tecnológicos. En Argentina, por ejemplo, el TAC representa un impresionante 93% de la carga interurbana.
Según datos proporcionados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el subsector de transporte terrestre de mercancías en América Latina y el Caribe se presenta como el más lento en adoptar tecnologías digitales. La digitalización, hasta ahora, se ha limitado principalmente a grandes empresas, mientras que las pequeñas y medianas empresas (Pymes), que conforman el 90% de la flota, enfrentan barreras sustanciales para integrarse a este cambio tecnológico.
Pablo Mendonça Paz, CMO y cofundador de Avancargo, destaca la problemática que enfrentan las pequeñas empresas de transporte mediante un ejemplo: “Hoy en día, el proceso de documentación de un viaje en las Pymes del transporte de carga comienza con el transportista tomando una foto al remito. Sin embargo, esta foto, a menudo defectuosa, se convierte en el punto de partida de un ciclo interminable de vueltas y rechazos entre el transportista y el dador de carga”.
“Este ejemplo fue solo para un remito, pero tiene que ser multiplicado por los 20 o 30 documentos que, por ejemplo, debe llenar un transportista de cargas complejas en los sistemas de los grandes dadores de carga”, añade.
Situaciones como esas, que se reproducen a lo largo de todo el ecosistema del TAC, son las que le dan sentido y contexto al nacimiento de AvancargoCS, una unidad de negocios especializada en soluciones para la gestión de la cadena de suministro.
AvancargoCS es el resultado de un joint venture entre Avancargo y la coreana Coconut Silo, especialista en deep tech aplicada a la logística, una alianza que contó con el respaldo del laboratorio de innovación del Bid Lab, junto con Global Digital Innovation Network (GDIN o antes llamada Born 2 Global Center).
La nueva compañía abordará la simplificación de procesos logísticos para poder transformar digitalmente a los eslabones más difíciles de la cadena con el objetivo de ser más eficientes en todos los niveles. Para esto, se basará en la implementación de soluciones que ya están incorporando Inteligencia Artificial (IA).
“Es importante dejar en claro que la introducción de IA no debe hacernos pensar en supercomputadoras del futuro; la IA simplemente chequea que la data esté bien subida, en un proceso en el que, como las registraciones biométricas a cualquier App, te obliga a hacerlo bien para luego captar la información automáticamente. Además, evita que el transportista tenga que ingresar manualmente los datos; automáticamente lee y carga toda la información de manera precisa, eliminando o reduciendo al máximo la posibilidad de errores, superando inclusive la acertividad del ojo humano”, suma Diego Bertezzolo, cofundador & CEO de Avancargo.
La esencia de la colaboración entre Avancargo y Coconut Silo radica en una combinación única de fortalezas: mientras Avancargo aporta su experiencia operativa sólida y un profundo conocimiento del mercado, Coconut Silo contribuye con soluciones tecnológicas avanzadas y creativas.
Algunos de los desarrollos en deep tech de Coconut Silo que podrían probarse y adaptarse al mercado latinoamericano están ya en uso en Cocotruck, su plataforma que conecta a los transportistas que desean transportar carga por tierra y a través de fronteras con otros transportistas, en este caso de última milla, que pueden llevar la carga hacia su destino final.
“En Coconut Silo construyeron un gran equipo de Big Data cuya misión es entender patrones de datos para diseñar un algoritmo de ruteo de camiones en última milla más eficiente, a menor costo y de menor emisiones de CO2. Esto, que ya está siendo usado en Asia, en una experiencia particular en Laos, podríamos aprovecharlo en la región, en línea con las perspectivas que ha trazado el BID acerca de la importancia de las soluciones enfocadas en big data analytics”, explica Bertezzolo.
Además, el CEO subraya la importancia de la inteligencia artificial y la automatización en pequeñas empresas con recursos humanos limitados, donde a menudo operan con los mismos miembros de la familia. “En estos casos, donde muchos procesos son tercerizados de manera subóptima, ya sea enviando la información al contador para la facturación o llevando registros contables de manera deficiente, la IA y la automatización se vuelven aún más valiosas. Hemos presenciado de cerca cómo estas herramientas son fundamentales para optimizar operaciones y contabilidades diarias que, de lo contrario, podrían realizarse de manera ineficiente”.
El BID sostiene que las pymes de la región son normalmente propiedad familiar, donde “el cambio generacional se realiza de manera lenta, lo que está relacionado con una mayor reticencia a la innovación”. Sin embargo, de acuerdo al mismo BID, en los próximos tres años las dos tecnologías más adoptadas en el sector de cargas terrestres serán la analítica de datos (55%) y la inteligencia artificial aplicada (39%). Esto confirma que, independientemente del estadio de transformación digital en el que se encuentra el subsector en la actualidad, la perspectiva futura de desarrollo indica el paso a una etapa de digitalización más avanzada.
Otro dolor que aqueja a las Pymes del transporte de cargas es el proceso administrativo que implica el seguimiento y control de las unidades en ruta. Las empresas, especialmente aquellas con menos de 5 camiones, destinan un recurso operativo completo a seguir los viajes, recibir papeles después de la entrega, cargar información, enviar datos al estudio contable y finalmente facturar. Este proceso puede demorar días, especialmente en viajes de larga distancia, donde el retorno del camión a la base puede tardar dos o tres días adicionales. Con ciclos de facturación que se extienden hasta 15 días, las Pymes enfrentan una ralentización significativa en sus operaciones financieras.
Este tipo de plataformas y soluciones permiten desarrollar sistemas donde el tablero operativo esté integrado al proceso de facturación y pago. Brindar herramientas al chofer para que pueda capturar la documentación en el momento de la entrega. Que toda la información esté disponible para iniciar el proceso de facturación de manera inmediata, entre otras. “La integración y captura de documentación en tiempo real reducen drásticamente los tiempos de facturación, ahorrando hasta 10 días en comparación con los procesos tradicionales”, concluye Mendonça Paz.