Federico Moyano, cofundador de The Carbon Sink, explica como esta herramienta permite medir y compensar de manera sencilla y práctica la huella de carbono

¿Qué son los créditos de carbono?

Los créditos de carbono son certificados de reducciones de emisiones, que se generan a partir de la contribución en proyectos que ayudan a mitigar el cambio climático. Los proyectos de mitigación de cambio climático son de diverso tipo: pueden ser forestales – a través de la captura de carbono de la atmósfera los vegetales generan un efecto mitigador-, de energías renovables -mediante la generación de energía limpia se desplaza de la red la energía que tiene origen fósil-, o de tratamiento de residuos, por ejemplo.

Estas acciones pueden ser certificadas bajo diferentes estándares, los cuales generalmente son de reconocimiento internacional, como el MDL (Mecanismo de Desarrollo Limpio) de Naciones Unidas. Con el paso del tiempo, además, surgieron estándares del mercado voluntario, como el VCS (Verified Carbon Standard) y el Gold Standard. Entre los dos, hoy se concentran el 70-80% de los créditos de carbono.

¿Para qué sirven a una empresa de transporte los créditos de carbono?

La decisión de una empresa de adquirir créditos de carbono se da en el marco de una estrategia de acción climática. El primer paso que una firma debe dar para avanzar en un programa de mitigación de cambio climático es medir su huella, la cual representa el nivel de emisiones en un año determinado, generadas a través de sus actividades.

A raíz de esto, la empresa debe proponer un objetivo de reducción para el corto, mediano o incluso largo plazo. Y para alcanzar ese objetivo de reducción de emisiones, tiene dos grandes alternativas.

Por un lado, la compañía puede analizar internamente todas aquellas actividades que desarrolla y en las cuales puede mejorar su nivel de eficiencia. Normalmente, esto está orientado al consumo energético y a la generación de residuos. De este modo, la compañía podrá reducir su huella original y acercarse a su objetivo.

Por otro lado, y en tanto es imposible reducir el 100% de las emisiones, se da como alternativa la posibilidad de comprar créditos de carbono e invertir en proyectos de reducción de emisiones fuera de los límites de la organización.

¿Las empresas están obligadas a adoptar estas acciones?

En Europa existe el sistema denominado European Emission Trading System, por el que las empresas de gran parte de los sectores productivos están obligadas a no superar un límite de emisiones. De acuerdo con el mandato de la Unión Europea, cuando estas exceden aquella suma establecida deben comprar créditos de carbono, para compensar su impacto en el ambiente.

Por el contrario, en Argentina, esto se da dentro del mercado voluntario. Es decir, las empresas no están obligadas bajo ningún esquema regulatorio de reducciones de emisiones a adoptar estas acciones.

En los mercados voluntarios, las decisiones pueden estar conducidas por otros drivers, como exigencias del mercado o de organismos de financiamiento. En muchos casos, las organizaciones financieras empiezan a requerir que las empresas se midan y que los proyectos que proponen desarrollar también tengan una medición de su impacto.

¿Qué es The Carbon Sink?

The Carbon Sink es la primera plataforma de América Latina que propone a las personas, a las empresas de todos los tamaños e incluso a los organizadores de eventos, medir su impacto climático a través de su huella de carbono de forma automática. Además, en este mismo espacio, los actores pueden elegir una opción de compensación para alcanzar sus objetivos: reducir un porcentaje de las emisiones o lograr la neutralidad de carbono.

Desde la plataforma proponemos proyectos localizados en diferentes países de América Latina: Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Brasil y Colombia. Asimismo, apuntamos a seguir ampliando el portfolio de propuestas, las cuales son seleccionadas rigurosamente bajo una herramienta interna que creamos con ciertos criterios.

Si la persona o la empresa avanza en la compensación de su huella a través de nuestra plataforma, obtiene un certificado que garantiza esa reducción de emisiones, a la vez que ratifica que está retirada del mercado y no puede ser comercializada nuevamente. Buscamos que el proceso sea no solo simple, sino también transparente.

¿Cualquier persona puede calcular su huella?

El sistema está diseñado para lo que consideramos un público minorista: personas o empresas pequeñas. La persona deberá completar un formulario, que reúne preguntas muy básicas referidas a la forma de vida: Esto incluye datos sobre el consumo eléctrico y de gas, sobre la movilidad y sobre el tipo de comida que ingiere, por ejemplo. Como resultado, el calculador arroja la cantidad de emisiones efectuadas en el año, con una precisión elevada.

En tanto, el calculador de empresas se enfoca mucho más en las actividades operativas, dentro de lo que puede ser considerado el límite organizacional. Allí entra en juego, por ejemplo, si la empresa tiene una flota propia de vehículos y si genera residuos. En un plazo de media hora, una empresa puede obtener un número bastante aproximado de su huella. Si luego quiere profundizar el informe, a partir de la incorporación de otras fuentes, podemos ayudarle de forma precisa.

También ofrecemos una solución más personalizada a grandes empresas, que tienen más fuentes de emisión y más actores, lo cual hace mucho más complejo el proceso de medición de la huella. Asimismo, las alternativas de compensación pueden ser ajustadas en función del objetivo y del sector en el que se mueve la empresa.

¿Cuánto cuesta hoy compensar la huella de carbono?

Para una persona en Argentina se estima, en promedio, sobre la base de estudios y de cálculos previos, un nivel de emisiones de entre 5 y 6 toneladas de CO2e al año. Aunque esta medición puede fluctuar entre 2 y 13, dependiendo del estilo de vida de la persona.

En nuestra plataforma, las opciones de compensación que presentamos tienen valores que van desde 750 hasta 1300 pesos argentinos por tonelada de CO2e.

Entonces, si tomamos en cuenta una huella promedio de 5 toneladas de CO2e y la compensamos con el proyecto más económico, nuestra inversión sería de 3500 pesos argentinos al año. La operación puede ser abonada desde nuestra plataforma, mediante cuotas

¿Cómo se financia The Carbon Sink?

The Carbon Sink se financia a través de una comisión sobre la venta de los créditos que se comercializan en la plataforma. Esta iniciativa busca democratizar la lucha contra el cambio climático, busca que cualquier persona o entidad pueda emprender su lucha, de forma simple, transparente y accesible.

Tuvimos mucha repercusión de empresas, que incluso lo plantean como una opción para ser internalizada. A través de esta herramienta y las adaptaciones que sean necesarias, las firmas pueden empujar a sus colaboradores o incluso a otros stakeholders, clientes y proveedores, a que también emprendan este camino. Esto les da la posibilidad de actuar no solo sobre las emisiones propias, sino también sobre las emisiones indirectas de su actividad.

¿Esta inversión puede ser desgravada de impuestos?

Argentina implementó un impuesto al carbono, a través de la Resolución 2.532, sancionada en 2019, por el cual todos lo abonamos al adquirir combustible en las estaciones de servicio. En otros países, se aplica también el impuesto, pero las empresas pueden desgravar esa tasa a partir de la adquisición de créditos de carbono. Si bien en Argentina el tema está en discusión, todavía no es posible.

Para más información: http://thecarbonsink.com/

Sobre el tema ver también:

https://webpicking.com/the-carbon-sink-calculadora-de-emisiones/

Entrevista realizada por webpicking.com en abril de 2021