El Banco Interamericano de Desarrolló presentó el documento Estimaciones de las Tendencias Comerciales en América Latina y el Caribe, con las estimaciones de los flujos comerciales internacionales de América Latina y el Caribe para el año 2017

Las estimaciones están basadas en los datos con frecuencia trimestral y mensual disponibles en 26 países latinoamericanos y caribeños para 2017, provistos por fuentes oficiales nacionales e internacionales, así como por el sistema de información sobre comercio internacional del BID.

Las conclusiones del informe son las siguientes:

En 2017 el valor de las exportaciones de América Latina y el Caribe creció a una tasa estimada en torno al 13%, superior al promedio mundial. El resultado consolida un cambio de tendencia respecto a los últimos cuatro años y marca una discontinuidad con 2016, cuando las ventas externas habían caído 3,3%. Sin embargo, la recuperación resulta aún relativamente frágil ya que a partir del segundo trimestre el dinamismo exportador perdió intensidad.

La mejora del desempeño de la región se debió principalmente a la evolución de los precios de los productos básicos, particularmente los de origen extractivo, mientras que los agrícolas sufrieron presiones a la baja. Los volúmenes exportados registraron una marcada aceleración respecto al promedio de los últimos años, pero la expansión estuvo concentrada en pocos países.

Del lado de la demanda de los principales socios comerciales, el 2017 mostró variaciones significativas respecto al año precedente. La expansión de las exportaciones se debió en gran medida al fuerte dinamismo de las importaciones de China que, sin embargo, se estabilizaron en torno a una tasa más moderada en el transcurso del año, en línea con los precios de los productos básicos. Por otra parte, la demanda de Estados Unidos fue la que más contribuyó al crecimiento, pero presentó una tendencia a la desaceleración en el transcurso del año. Finalmente, la demanda intrarregional, que había lastrado el desempeño exportador en los últimos años, se aceleró moderadamente.

Un afianzamiento de esta incipiente recuperación de las exportaciones de la región requeriría una reversión más nítida de algunos factores de incertidumbre instalados en la economía mundial.

Sobresalen la trayectoria de crecimiento de la economía China, que pesa sobre las perspectivas de los mercados de los metales, y el balance entre la demanda y la oferta administrada en el mercado del petróleo. Asimismo, el crecimiento real de la región debería ingresar en un sendero más firme para sostener la expansión de las exportaciones intrarregionales. Por otra parte, las perspectivas de aprovechamiento del crecimiento de la demanda de los Estados Unidos y de la Unión Europea dependerán en buena medida del resultado de las negociaciones en curso sobre el acceso a los mercados, particularmente relevantes para México en el primer caso y para los países del Mercosur en el segundo.

Fuente: Banco Interamericano de Desarrolló.
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