Mientras avanza el proceso de reactivación de la mina de potasio PRC, el proyecto de instalar el polo logístico más grande del Sur de Mendoza se pone en marcha. Aconcagua Energía, empresa dedicada a la explotación y exploración de yacimientos hidrocarburíferos, ya se instaló en el predio para realizar desde Malargüe parte de sus operaciones.
Una de las ventajas del polo logístico de PRC es que ofrece servicios que hoy no están disponibles en esa región. Entre ellos se listan oficinas, cocina, agua, combustible, hospital, alojamiento, alquiler de equipos, galpones para guardar y reparar maquinarias y hasta un aeropuerto con capacidad para operar.
“En esta primera etapa, las instalaciones de PRC ya están habilitadas para 60 personas. En la medida que se vaya ocupando se irán habilitando módulos para 50 personas cada uno”, afirmó Emilio Guiñazú, gerente general de PCR.
El predio, recuperado junto con la mina de potasio, está siendo reacondicionado en su totalidad para operar a pleno con empresas de hidrocarburos, minería y servicios que necesiten hacer base en la zona Sur de Malargüe para optimizar sus operaciones.
“El desarrollo de un polo logístico es fundamental, porque la zona hoy se encuentra desintegrada del resto de la provincia y no tiene forma de atender eficientemente sus necesidades”, sumó Guiñazú. De hecho, muchos negocios que operan en el sur terminaban atendiendo sus necesidades desde Neuquén. Ahora será posible hacerlo en Mendoza y cerca de los yacimientos, canteras, obras de construcción y pozos.
“Nuestra empresa está utilizando el centro logístico. Como primera aproximación aprovechamos la capacidad hotelera”, contó Leonardo Deccechis, gerente general de Operaciones en Aconcagua Energía.
PRC sigue avanzando
Mientras se reacondicionan las instalaciones y comienza a funcionar el polo logístico, el proceso del banco suizo USB para buscar inversores sigue avanzando. El banco ya tiene empresas interesadas en PRC, y el proceso hasta la selección y licitación se extenderá hasta finales de año, ya que comprende varios pasos.
“El proceso incluye recepción de ofertas de declaraciones de interés, luego la elaboración de un short list (precalificación de ofertas) y una etapa final con la recepción de ofertas vinculantes”, explicó Guiñazú. Y agregó: “Es un proyecto muy grande, de inversiones estimadas del orden de los mil millones de dólares, lo que requiere realmente un abordaje de un alto nivel”.
USB trabaja con la modalidad success fee: la entidad cobrará luego del éxito de la operación, y el pago será parte del paquete que abonarán los ganadores de la licitación de la mina, generando un enorme ahorro al Estado mendocino.
El Gobierno de Mendoza logró en 2020 recuperar la mina y US$250 millones en activos luego de arduas negociaciones con Vale, con costo cero para la provincia. La mina se proyecta para tres actividades centrales: extracción y exportación sales de potasio, con alta demanda interna y externa; producción de soda Solvay, materia prima para fabricar vidrio, y provisión de servicios para industrias y pymes que operan en el Sur.