El puerto de Barcelona ganará 11,5 hectáreas de suelo para uso logístico, terciario y educativo con el traslado de la estación de mercancías de Morrot al antiguo cauce del río Llobregat. Con esta operación se pretende transformar el área comprendida entre Montjuic, la ronda Litoral y el puerto, mejorar la trama urbana portuaria y ganar nuevos espacios para uso portuario y también ciudadano. El traslado de la vieja estación de mercancías no se incluye en los 55 millones de euros de inversión previstos en el nuevo Plan Estratégico del Port Vell 2025, que permitirá ganar un total de 16 hectáreas de espacio público, incrementando la superficie urbana del puerto en más de un 25%, de las actuales 60 hectáreas a 76.
Los 55 millones tampoco incluyen la reforma de los muelles de Barcelona y Drassanes, que supondrá el traslado de las terminales de cruceros y de ferris del World Trade Center al Moll Adossat, ganando 1,5 hectáreas de espacio público frente al mar. El nuevo plan estratégico del Port Vell fija 35 proyectos en total a acometer en el próximo lustro. De los 55 millones de euros previstos a corto y medio plazo, el 67% corresponde a inversión pública. Así, la autoridad portuaria invertirá unos 37 millones de euros y los 18 restantes, inversores privados.
Al margen quedan también los 50 millones de inversión privada que supondría el Hermitage, un centro cultural que el puerto de Barcelona sigue defendiendo. “No solo porque generaría unos 377 nuevos puestos de trabajo, según un estudio municipal, sino porque se trata de un proyecto que refuerza dos de los aspectos más valorados de Barcelona: la cultura y la arquitectura”, afirma la autoridad portuaria. La intención de los responsables del puerto es seguir negociando con el Ayuntamiento “para encontrar juntos el mejor encaje posible del Hermitage en la Nova Bocana y en la ciudad”.
El Plan Estratégico 2025, aprobado por el consejo de administración del Port Vell, apuesta por la sostenibilidad en su triple visión (social, medioambiental y económica). Según su director, Joan Colldecarrera, el objetivo es conseguir una fachada marítima “que sea un espacio coherente, conectado con el resto de la ciudad y pensado globalmente, tomando el liderazgo de la relación puerto-ciudad a las nuevas fronteras, fruto del crecimiento del puerto de Barcelona hacia el sur”. La dinamización económica es un “aspecto clave en estos momentos de pandemia en los que se necesita reconstruir la economía”.
El plan es fruto de una “reflexión profunda”, en la que han participado instituciones públicas y privadas, asociaciones, centros educativos y culturales y empresas. Para la presidenta del puerto de Barcelona, Mercé Conesa, “el Plan Estratégico del Port Vell será una de las grandes contribuciones a los retos de la Catalunya del 2025, con una aportación muy relevante en materia de sostenibilidad y de innovación”. Entre los principales proyectos del plan, destacan la reforma del Moll de Pescadors, la creación de refugios climáticos con espacios verdes de descanso y confort térmico para mitigar las olas de calor; la reforma del Moll de Espanya; la puesta en marcha del Centro de Divulgación y la creación de rutas culturales, así como la finalización de la reforma urbanística y la ordenación de los espacios en la Nova Bocana.
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