La SETCESP – Unión de Empresas de Transporte de Carga de São Paulo y Región – expresa públicamente su profunda preocupación por los efectos de la actual crisis institucional y política entre Brasil y Estados Unidos. Un comunicado publicado por Marcelo Rodrigues, Presidente del Patronato y Consejeros de SETCESP, expresa:
“La tensión diplomática ya ha provocado una retracción en los flujos logísticos internacionales y compromete las rutas consolidadas de comercio exterior, afectando directamente la operación de cientos de transportistas brasileños.
“Los datos de CAGED (Cadastro Geral de Empregados e Desempregados) relevados por el IPTC (Instituto Paulista de Transporte de Carga) muestran que, solo en el estado de São Paulo, el sector es responsable de más de 450 mil empleos directos. Y según cifras de ANTT, más de 34 mil empresas operan en Transporte de Carga por Carretera (TRC), a nivel nacional el sector reúne casi 1 millón de empleos formales y representa cerca del 65% de todo el movimiento de carga en el país, incluyendo gran parte de las operaciones portuarias de exportación e importación.
“El debilitamiento de las relaciones comerciales con Estados Unidos, uno de los principales destinos de las exportaciones brasileñas, tiene un efecto inmediato en estas empresas, que enfrentan una reducción en el volumen de carga, mayores costos operativos con redireccionamiento de rutas e inseguridad para planificar inversiones. La continuidad de este escenario pone en riesgo miles de puestos de trabajo y la sostenibilidad de las operaciones logísticas.
“Lo que está en juego en este momento va mucho más allá de las cifras: se trata de familias que dependen del sector para asegurar su subsistencia. La CVR es una de las bases estructurales de la economía nacional, y su desorganización tiene un potencial devastador para el crecimiento del país.
“SETCESP entiende que el momento actual requiere una postura de estadista por parte del gobierno federal. Es necesario actuar con urgencia, inteligencia y humildad para reconstruir el diálogo y restablecer relaciones diplomáticas sólidas. Las vanidades políticas no pueden anular el bienestar de la población brasileña. El país necesita estabilidad económica, seguridad jurídica y un entorno propicio para los negocios: solo entonces será posible mantener las empresas en funcionamiento y preservar los puestos de trabajo”.
El comunicado termina expresando la solidaridad con los transportistas que sufren los impactos de esta crisis y reafirma el compromiso con la defensa de los empresarios del sector, con el mantenimiento de los puestos de trabajo y con la reanudación del crecimiento sostenible de la actividad de transporte en Brasil.