Con paro de transporte y marchas ciudadanas, en Ecuador miles de personas alzan la voz en rechazo a reformas tributarias y laborales recientemente presentadas por el ejecutivo nacional.

En la capital, principal foco de las acciones, transportistas de todas las ramas dejaron de salir a las calles desde tempranas horas del 3 de octubre, como señal de rotunda oposición a la eliminación de subsidios al diésel y la gasolina extra, que entró en vigor desde la medianoche pasada.

Taxis, ómnibus urbanos, vehículos de carga, grúas y hasta buses escolares se unieron en una paralización de actividades en reclamo a la suspensión de la medida, por considerarla un paquetazo, solapado entre otras propuestas como mantener invariable el Impuesto al Valor Agregado, fijado en 12%. 

“Sabíamos que había gente que iba a mostrar su descontento, pero enmarcado en el respeto a la Ley, eso está permitido. En el marco de la democracia. Pero una cosa es quejarse y otra parar para que las personas no puedan llegar a sus lugares de trabajo”, afirmó el secretario particular de la presidencia, Juan Sebastián Roldán.

Encontradas son las opiniones sobre el nuevo paquete de reformas tributarias y laborales, algunas de las cuales se aprobaron mediante decreto, mientras otras estarán sometidas al aval de la Asamblea Nacional.

Blindar la economía es el argumento de la administración nacional, mientras que los trabajadores hablan de paquetazo y alzas en los precios de mercadería y productos de la canasta básica, como resultado de la eliminación del subsidio a los combustibles.

La situación, a juicio de muchos, entre ellos el expresidente Rafael Correa, es grave, y el fin de las protestas dependerá, anunciaron los manifestantes, de la determinación que tome el ejecutivo.

Fuente: Agencia de noticias Prensa Latina.