Emilio Bustamante, director de TC2, el operador logístico de contenedores del Puerto de Mar del Plata, ofreció el 12 de marzo de 2020 una conferencia de prensa para referirse a la situación de ese puerto, comparándola con la reportada por la compañía a fines de 2019.

“El informe que hicimos en noviembre de 2019, fue sobre la base de datos del Puerto de Mar del Plata de mayo, junio, julio y agosto de ese año, por lo que ya pasó casi un año”, comenzó diciendo, y denunció que “está en un estado de abandono, de suciedad e inseguridad, producto de la desidia que vemos nosotros diariamente”. Afirmó esto diciendo que hay aproximadamente 40 buques abandonados, de los cuales 11 están en un estado de “desastre total, hundidos, semi hundidos, y desde aquella época se hundió uno más”. Esta situación genera contaminación, la “imposibilidad de trabajar en los muelles y escasez en el amarre: en la terminal tenemos 1400 metros, de los cuales solo se puede utilizar un 30%”.

TC2

Bustamante afirma que la situación es el producto de malas decisiones, además de que no se entiende que la industria pesquera se está transformando y, por lo tanto, intentar sostener a Mar del Plata como puerto para que los barcos dejen su pesca para ser procesada, generando trabajo para la población es un error, ya que los buques congeladores que se usan, procesan la pesca en el mismo barco y llegan a puerto con el producto terminado, así que “no se puede esperar que la pesca solucione la problemática del puerto y de la ciudad: hace 20 años, el puerto tenía una incidencia de más el 40% del PBI de la ciudad y de la región. Hoy, está en un 20%. Y cada vez será peor: hace décadas eran más de 50 mil personas que trabajaban en la industria del fileteado del pescado, y eso es insostenible hoy por las nuevas formas de procesamiento”.

El funcionario se preocupa porque “cada vez hay más hambre en el puerto, gente sin trabajo”, y que debe lograrse un nuevo modelo de puerto para paliar ese drama. “El actual sistema de consorcios portuarios es un modelo agotado, y ha sido un fracaso para nosotros. Sabemos que el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires está analizando este tema profundamente, para ver qué hacer, porque en nuestro caso, las pruebas están a la vista: es un tire y afloje entre diferentes sectores con sus intereses. Hemos presentado proyectos muy interesantes, en la zona de los silos, que son conocidos por todos. Fueron presentados en dos oportunidades y no hubo interés, y tampoco se hizo nada”.

Encuentra que han pasado distintas corrientes políticas y los problemas permanecen; “hemos estado tres años sin poder trabajar (2012, 2013 y 2014), porque en la época del gobierno de Scioli hubo una dejadez y no se hizo el dragado, pero hoy todavía estamos con límites, y el presidente actual del Consorcio, responsable del desastre portuario, fue puesto por el ex ministro Dietrich”.

Valoró que la Aduana y Senasa reconocieron la trayectoria de la empresa, ya que hace pocos días fue declarado depósito fiscal, pero “aunque esto acompañará al desarrollo, es muy limitado, porque si no tenemos lugar es muy difícil hacer algo, y por otra parte tenemos un permiso que nos lo han renovado sólo por tres años, y ¿qué clase de inversión puede uno hacer en tres años?

La solución

Para Emilio Bustamante la solución es cambiar de paradigma y lograr la participación del puerto de Mar del Plata en una logística interconectada con el camión, el tren, los buques. Ejemplifica el caso de “las papas cosechadas y exportadas por MCCain que hacen 3000 km en camión, teniendo un puerto a 50 km con los barcos que van a los destinos de su mercadería”. Asegura que es algo que hay que cambiar, no obligando a las empresas sino generando los incentivos adecuados con la ayuda del estado, que debe estar presente y regular, es decir que “el sistema de consorcios termine y que el estado se haga cargo, porque es el dueño del puerto”.

Destaca que Mar del Plata es un puerto oceánico (a diferencia de Buenos Aires, que está sobre un río) y de ultramar (a diferencia de Bahía Blanca, al cual se llega luego de navegar una ría de 90 km), por lo cual “los barcos ingresan en 5 minutos”.

Está convencido de que todos los productos de la región tienen que exportarse por Mar del Plata, y que el estado tiene que tener en cuenta este puerto, que además debe ser “el puerto de transferencia de las cargas del sur, y no Montevideo o Buenos Aires”. Y agrega que hay que “alentar la complementación entre los puertos: el puerto de Bahía Blanca es muy buen puerto-granelero, gasífero, igual que el puerto de Necochea: son puertos importantes que tienen granos, fertilizantes, etc., y nosotros tenemos que ser el puerto de contenedores y de transferencia”.

Cuestiona que todo el interior del país tenga que exportar su carga por el Puerto de Buenos Aires: “es una barbaridad desde el punto de vista federal”, y “seguimos teniendo como puerto principal del país a un puerto que está en un río a 200 km del mar, que necesita dragado intensivo permanente, sin valorar nuestro puerto oceánico”.

Realizado por webpicking.com en marzo 2020