Marcelo Lancelotti, gerente general en Link Logística, se refiere al crecimiento de la empresa, que ha incorporado una nueva nave en Tortuguitas, provincia de Buenos Aires. Manifiesta que si bien la proyección de negocios es buena, con recurrencia de nuevos clientes, la compañía está expectante al actual entorno económico argentino, ya que ante el escenario inflacionario, la gestión del tablero de comando se torna más difícil.

¿Cómo ve el mercado logístico hoy? ¿Cuál es la actualidad de Link Logística?

En este último año y medio, al sector logístico y particularmente a Link Logística nos fue muy bien. Los resultados fueron motivados por dos factores: el contexto y herramientas y tecnología que ya teníamos consolidadas, que nos permitieron crecer de forma orgánica sin sobresaltos.

¿Qué cambió en el contexto? Tiempo atrás, cuando el dólar oficial cotizaba a la mitad respecto del dólar blue, las empresas importaban lo máximo que podían y lo almacenaban. En ese entonces, registramos un pico de stocks, que se iban reevaluando continuamente. También hubo casos de clientes de multinacionales que, por temas de compliance, no podían hacer el contacto con herramientas y enfrentaron algunas limitaciones en importaciones, que perjudicaron el nivel de stock e impactaron en la pérdida de ventas.

En este marco, en el último año, desde Link Logística incorporamos otro centro de distribución en Tortuguitas. Y no crecimos más por cautela, frente al posible cambio de Gobierno. La inauguración de una nave requiere de una fuerte inversión, y esta tenía que ser con capital propio porque no había préstamos.

Dado que tenemos tecnología incorporada en todos los aspectos de la empresa, el crecimiento para nosotros es muy fácil. La apertura de un centro de distribución requiere de inversión en racks y en infraestructura, lo que representa el aspecto hard; pero en el aspecto soft, el esfuerzo es mucho menor, ya que tenemos todos nuestros sistemas de warehouse, de administración y de gestión de RRHH digitalizados y la incorporación de personal resulta súper simple. A esto se suma un crecimiento en la operación in-house.

Actualmente, el nuevo centro de distribución en Tortuguita ya está a tope, al igual que los de Venado Tuerto y Paraguay; mientras que el de Pilar tiene muy pocas posiciones libres.

¿Cuáles son las percepciones de sus clientes?

A la hora de realizar pronósticos, evaluamos la situación de nuestros clientes. La gran mayoría de ellos son multinacionales, y quienes están ligados al campo tienen buenas proyecciones para este año, en términos de cosechas y de ventas.

Entre los clientes restantes, algunos son optimistas (30%), otros tienen una posición neutral (10%) y otros son pesimistas (60%). Aquellos clientes que el año pasado no podían importar productos, si bien este año tienen la posibilidad de hacerlo y recibieron pedidos demorados, entienden que las ventas caerán. Tenemos los depósitos hasta el 100% de ocupación, pero el movimiento cayó; y nuestros clientes estiman que el volumen de ventas caerán también, como consecuencia de la recesión.

Hay una opinión común sobre la necesidad de modificar la ley de contrato de trabajo, a fin de impulsar la contratación de personal por parte de las pymes, ¿no?

La inflación es un problema. Nosotros tenemos contratos con multinacionales y acordamos ajustes trimestrales, algunos con cláusula gatillo. Pero cuando yo les planteo que los ajustes ya no pueden ser trimestrales sino mensuales, me indican que esto implica una modificación del contrato. ¿Cómo le explicamos esto a las casas matrices en Ginebra, cuando allá están acostumbrados a contratos que casi no tiene ajustes?

De todos modos, en los últimos años, obtuvimos buenos resultados y esperamos que el 2024 siga con la misma tendencia, a pesar de la coyuntura. Claro que la situación es desgastante. De forma permanente, le explicamos a los empleados y a los clientes cómo son los ajustes

¿Esto se traduce en una pérdida de tiempo no productivo?

Todas las áreas de la empresa, no solo la comercial, están todo el tiempo negociando: desde Recursos Humanos -que recibe reclamos de empleados que no entienden los ajustes- hasta Compras -que tiene que negociar con proveedores-.

Al igual que nosotros creemos que nuestros clientes se benefician si somos proveedores de largo plazo, nosotros creemos eso en relación a nuestros proveedores. Trabajamos con muchos de ellos desde el inicio y tratamos siempre de conservarlos.Tenemos una relación amena y comprensiva, aunque esto no quita el estrés de la coyuntura.

Todos los meses, realizamos reuniones de gestión para repasar los resultados de cada negocio. Y mientras que, previamente, tareas de análisis llevaban solo unos minutos, ahora pueden llevar más de 10 días. Es necesario recalcular valor y cotizaciones.

Una mala cotización significa iniciar con el pie izquierdo, ¿verdad?

Sí. Y si cotizamos mal, entendemos que es un error nuestro y tratamos de mantener esa condición durante todo el contrato. Y al momento de la renovación, 36 meses después, le explicamos por qué el ajuste de la cotización es distinto al inflacionario. En tanto, si es un error del cliente, que nos pasó mal la información a la hora de licitar, lo exponemos y llegamos a un nuevo acuerdo.

¿Cuál es su pronóstico?

Estamos expectantes al escenario. Ahora, tenemos todos los centros de distribución asentados y en operaciones. Nuestro objetivo es crecer con un nuevo centro de distribución, por lo que estamos participando en varias licitaciones. También estamos analizando abrir un centro de distribución en Escobar, de la mano de un cliente, a fin de sumar 60.000 metros cuadrados.

Vea la entrevista completa a Marcelo Lancelotti, gerente general en Link Logística, en este enlace: https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-845-entrevista-a-marcelo-lancelotti-gerente-general-en-link-logistica/