Ponencia ofrecida por Ricardo Sánchez, Jefe de la Unidad Servicios de Infraestructura de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en la conferencia “Smart Rivers”, realizada por PIANC (The World Waterborne Transport Infraestructure) en Buenos Aires, el 7 y el 8 de septiembre de 2015.

El especialista analiza antecedentes de la navegación fluvial en el continente, la situación actual, los desafíos que encuentra y hacia dónde se dirige.

Ricardo Sánchez de CEPAL en Hablemos de Logística

Ricardo Sánchez de CEPAL en Hablemos de Logística

Muchas veces, pensamos en los ríos y en la navegación. Pero nuestro llamado de atención apunta a prestar atención también al resto del sistema fluvial, que es enorme y extremadamente importante, no solamente para el movimiento de mercancías, sino también de personas. La navegación interior en Sudamérica tiene que ver con el mundo de la logística y de la movilidad.

En América del Sur, tenemos una dotación de cursos navegables naturales extremadamente importante. Sin embargo, no está siendo suficientemente aprovechada. Tenemos que incluir este tema en las políticas de transporte y de logística de nuestros países.

En términos de volumen, la navegación fluvial representa el tercer modo de transporte de nuestras exportaciones e importaciones intrarregionales. Sin embargo, es el cuarto y lejos en términos de valor. Las mercancías que se mueven son relativamente voluminosas y de escaso valor.

Por otra parte, en los últimos años encontramos un crecimiento interesante de la participación del transporte fluvial en el comercio internacional. Entre 2006 y 2012, se duplicó la exportación y la importación por transporte fluvial en términos de valor, mientras que en cantidad de toneladas métricas se ve una situación bastante más estable. No hay grandes avances y no se nota cierta volatilidad en esta medición.

Esto permite comprender rápidamente que estamos en una situación de desaprovechamiento de ese tremendo potencial natural que tiene la navegación fluvial en América del Sur. Estamos hablando de que se duplicó el valor de las exportaciones y de las importaciones en los últimos seis años, pero, ¿a cuanto llegó el comercio por el transporte fluvial? Apenas por encima de los 4000-4500 millones de dólares. En ningún caso, el transporte fluvial supera mucho más que el 3% del total.

Ricardo Sánchez de CEPALProblemas en la navegación

Diferentes problemas en la navegación llevan a una sumatoria de ineficiencias. El ejemplo que tienen a la vista es el de las exportaciones de soja por vía fluvial desde Paraguay. Hemos analizado una cantidad de problemas que tiene la exportación, ligados con la logística, y surgió como resultado que los problemas relacionados con el transporte fluvial son los que causan las mayores ineficiencias a los exportadores.

No solamente tenemos una gran dotación natural de vías navegables que no estamos usando eficientemente, sino que eso se traduce en problemas en la logística de la exportación, que nos restan competitividad internacional.

Esto se debe a una multiplicidad de factores, por lo que quiero empezar por abrir el panorama: no solamente tenemos que pensar en la navegación fluvial de nuestros grandes ríos -extremadamente importantes-, porque la navegación fluvial en América del Sur enfrenta una realidad tremendamente amplia. Se ven desde pequeñas embarcaciones artesanales hasta buques Panamax, barcazas de 24-32 toneladas hasta barcos de 50mil toneladas.

Nuestros puertos fluviales presentan también realidades diversas. Cuando uno suma  las toneladas que se mueven en pequeños embarcaderos y en grandes puertos, alcanza millones de toneladas. En algunos casos se observan condiciones de mucha precariedad y, en otros, puertos industriales, desarrollados y con alto nivel de inversiones. Todos estos casos se hayan dentro del mismo sistema fluvial.

En muchos casos, nos encontramos con cursos de navegación organizados, estandarizados y regulares y, en otros, con cursos de navegación extremadamente complejos, con bancos de arena que se van moviendo y que nunca lo hacen con el mismo rumbo, lo que trae muchos problemas a la hora de contar con cartas de navegación –aunque en muchos de nuestros ríos se navega sin estos documentos-.

Estos obstáculos naturales y aquellos generados por la acción o falta de acción del hombre hacen a esta sumatoria de problemas en la navegación, en una región con semejante riqueza para ser aprovechada.

También hay otros problemas que nos llevan a preguntarnos si los ríos son estáticos. Hemos tenido la suerte de dedicarnos a este estudio y hemos navegado prácticamente todos los ríos en América del Sur.

Hemos encontrado el caso de un río en el Perú, por ejemplo. Fotos satelitales tomadas sobre un puerto durante cinco años seguidos muestran que el rio no estático, sino que cambió de lugar. Este es un problema que requiere que tengamos políticas de acción claras, para poder aprovechar a fondo ese potencial de los ríos en una realidad que no siempre es la que encontramos en los grandes ríos regulares.

Transporte sostenible

El transporte fluvial puede constituir uno de los modos de transporte más eficiente en la lucha contra el cambio climático. Uno de los proyectos sobre el que estamos trabajando, entre Ecuador y Colombia, está enfocado en la eficiencia energética. Consiste en la aplicación de motores eléctricos de tipo solar en zonas sin provisión de energía eléctrica regular. Estamos realizando pruebas para instalar estos motores, que nos permiten solucionar problemas importantes en grandes extensiones de América del Sur, donde la navegación fluvial es el único modo de transporte, de carga y de personas.

Por otra parte, vemos que los grandes barcos están aplicando tecnologías amistosas con el medio ambiente. Estos cambios en la ingeniería de los barcos, sumados a la aplicación progresiva de motores eléctricos, ayudan a la lucha contra el cambio climático.

Desafíos en el transporte

Resulta indispensable eliminar los cuellos de botella que interfieren en el desarrollo del transporte fluvial. Vemos la necesidad de promover un sistema de movilidad, de logística de cargas y de personas, que sea más eficiente y efectivo, para poder aprovechar el potencial del sistema.

El primer desafío que vemos es el de la infraestructura: seguimos teniendo solo una o dos hidrovías en América del Sur; la mayoría no son hidrovías, sino vías navegables.

Por otra parte, no tenemos los ríos clasificados. Esta es una exigencia impostergable, para conocer en qué condiciones se encuentra un curso y cómo lo vamos a navegar. Tenemos también problemas  de señalización en la mayoría de las vías.

Cuando alcancemos una gran cantidad de elementos -navegación asegurada, señalización y mantenimiento, conexiones intermodales normalizadas, servicios de la navegación regulares, cartas de navegación- llegaremos a decir que tenemos hidrovías. Este es un esfuerzo que tenemos que hacer, pensando no solamente en los grandes flujos internacionales que mueve la navegación fluvial, sino también en los pequeños flujos: en toda la región, donde viven millones de personas, muchas veces, la accesibilidad es por ríos. No hay carreteras. Allí vive mucha gente que para ir al colegio o al hospital necesita la navegación fluvial.

Barreras

Tenemos debilidades históricas y bajos presupuestos en nuestros países para atender estos desafíos, para construir la infraestructura y mantenerla, para tener normas y cumplirlas. Tenemos el reto de establecer un marco de políticas para aprovechar nuestras vías de navegación, en nuestra realidad que incluye embarcaciones grandes, medianas y pequeñas.

¿Tenemos marcos específicos de regulación o hay políticas que sean complementarias? No. ¿Hay obras de creación de infraestructura de infraestructura y de mantenimiento? Escasas. Los presupuestos son bajos. No tenemos un sistema integrado e intermodal de puertos marítimos y fluviales. Hay debilidades institucionales y falta de coordinación de los procesos burocráticos, desde la gran política de logística hasta los procesos que tienen  que ver con navegación fluvial.

Vemos, en general, una descoordinación y una dispersión entre todas las instituciones públicas y privadas que tienen que ver con la movilidad y la logística. Hay escasa comunicación entre los organismos y entre privados. La falta de coordinación es uno de los principales problemas a la hora de pensar una política de movilidad logística fluvial, en el marco de una política nacional de transporte.

Podemos ordenar los desafíos en las siguientes categorías: política y marco regulatorio; desarrollo de mercados; heterogeneidad de las flotas que navegan los ríos y que responden a normas diversas dentro de la misma clasificación de buque; problemas  de capital humano, capacitación y disponibilidad de personal; imagen de la navegación fluvial; escasa dotación de infraestructura de apoyo a la navegación de conexiones intermodales; cambio institucional.

10 desafíos para integrar la navegación fluvial de los sistemas de logística y movilidad:

– Estándares: necesitamos crear estándares básicos de infraestructura portuarios y de navegación y asegurar un nivel de calidad, para poder reducir el riesgo.

– Mejorar y estandarizar la flota. Pienso que deberían cumplirse características mínimas para las diferentes actividades. Estamos trabajando en dos países en América del Sur, ayudando en el establecimiento de estándares de flotas, con el objetivo de mejorar el desempeño ambiental, de la seguridad y en materia de eficiencia energética.

– Establecer sistemas de información, seguimiento y control, que permitan tomar acciones de forma oportuna y pertinente.

– Hacer más eficiente la gestión de las entidades públicas, de manera tal que puedan atender oportunamente los requerimientos y las necesidades del sistema.

– Integrar el sistema fluvial con otros sistemas de transporte de la región. Aun hoy es uno de nuestros desafíos más importantes.

– Crear nuevos mercados y fomentar el establecimiento de servicios e innovación en el transporte fluvial.

– Mejorar el desempeño ambiental de las infraestructuras.

– Introducir y mejorar la seguridad en la navegabilidad.

– Integrar y articular institucionalmente a las instituciones que tienen que ver con el funcionamiento de la navegación fluvial.

– Formar y capacitar a los actores, para alcanzar un mejorar nivel de competitividad en el transporte fluvial.

Políticas de logística y movilidad

Esto nos debería llevar a la integración de políticas de logística y movilidad. Creo que es muy importante, porque muchas veces uno dice “la solución es crear una política de transporte fluvial”, con el objetivo de mejorar el funcionamiento de los ríos, pero esas aproximaciones parciales conducen a soluciones parciales, y no a una solución integrada que atienda al conjunto de las necesidades de la logística y de la movilidad.

En la mayoría de los países, existe la vocación y la voluntad de pensar estas políticas y, sobre eso, queremos hacer una observación, porque se vuelve a repetir el problema de por dónde empezamos y hacia dónde queremos llegar.

Observamos que en América Latina, uno empieza discutiendo un proyecto o un plan y no una política. ¿Cómo se asegura, entonces, los principios que quiere y que los objetivos van a ser coherentes? Soy categórico. Es imposible hacer una política eficiente, si uno empieza discutiendo proyectos o programas.

Los principios son los más importantes. ¿En qué me baso  para armar esa política, para después decir qué objetivos tiene la política, cómo hacemos el planeamiento y qué lineamientos de políticas sectoriales llevaremos?

Hay que empezar por señalar los principios, como por ejemplo, la sostenibilidad. Seguramente, todos los reconocemos, pero si empezamos al revés, nunca nos vamos a asegurar que la sostenibilidad sea un principio. Si puedo decir cuáles son mis principios, puedo decir cuáles son mis objetivos, y de ahí comenzaremos a revisar el planeamiento, la regulación, las instituciones y la política. Lo último que uno tiene que pensar es el proyecto específico; primero, tiene que asegurarse el camino.

Una vez que tengamos esto en claro, deberíamos llegar a una propuesta básica de navegación fluvial, que sea parte de una política de logística y de movilidad. Queremos un desarrollo sostenible económico y social, equitativo, duradero y queremos una política que sea íntegra, en el sentido de que sea para el ámbito local, nacional, internacional, para las personas y las cargas. Queremos que sea sostenible en lo económico, en lo social, en lo institucional y en lo ambiental.

Esto es una discusión: queremos cuidar el medio ambiente, pero que el negocio sea solido económicamente, social e institucionalmente y que, además, proteja el medio ambiente.

Pautas hacia una política fluvial

– Asegurar la infraestructura básica a nivel portuario.

– Pensar que los puertos tienen un desarrollo progresivo, pero ¿qué pasa con el resto de los embarcaderos, que puedan nuclear necesidades de transporte de menor volumen?

– Generar y permitir una accesibilidad más equitativa. El transporte público fluvial no es común en las grandes y medianas ciudades de América del Sur, sí en las pequeñas poblaciones. Tenemos desde canoas fabricadas con troncos ahuecados, hasta tecnología aplicada. Debemos estandarizar las flotas, de la misma forma que los autos que circulan por la ciudad.

– Necesitamos establecer sistemas de información y de seguimiento, para saber qué esta ocurriendo. No hay registro, por ejemplo, de la cantidad de embarcaciones que circulan por la hidrovía Amazonas. Una persona construye una canoa no tiene necesidad de registrarla ni cumplir estándares. Esto no puede ocurrir. Debe ser parte de una política fluvial tener estándares y control de seguimiento.

– La gestión de las entidades públicas: a veces encontramos superposición, por exceso o por falta de intervención pública.

– Mejorar la conectividad y la fiabilidad de los servicios que se prestan a la navegación.

– Integrar el sistema de transporte fluvial con los otros sistemas de transporte país, pero a también con otros servicios.

– Ayudar a crear nuevos mercados.

– Mejorar el desempeño ambiental.

– Introducir y mejorar la seguridad.

– Reducir el riesgo y los obstáculos en la navegación.

– Integrar las instituciones involucradas

– Tener acciones directas y proactivas en la capacitación y formación del personal.

 

El programa de radio donde hablan los que sienten la logística como parte de su vida.

El programa de radio donde hablan los que sienten la logística como parte de su vida.

Escuche la exposición de Ricardo Sánchez en nuestro programa de radio Hablemos de Logística, que se emite los martes de 16.00 a 17.00 hora de Buenos Aires por Trade Radio.

 

 

Realizado por webpicking.com en marzo de 2016