Compendio de las opiniones de 19 expertos volcadas en las entrevistas realizadas con motivo de los 25 años de Webpicking.com, realizada por la periodista Karina Niebla (los videos y artículos originales pueden encontrarse aquí)

José Barbero, Hernán Sánchez, Zulma Dinelli, Rodolfo Fiadone, Fabio Contino, Fabián Yannone, Carlos Musante, Fernando Balzarini, Cristian Galarza, Alejandro Rodríguez, Matías Álvarez piris, Ricardo Sánchez, Jorge Tesler, Agustín Barletti, Jorge Acevedo, Jorge Heinerman, José Poncio, Gustavo Castro, Diego Bertezzolo, Gabriel Vinitzky, Marcelo Lancelotti

 Corría 1999 y el mundo vivía un cambio de era. Internet aún era novedad, y la logística, un sector que recién comenzaba a nombrarse con propiedad, con muchos procesos manuales y poca tecnología de información aplicada. En ese marco, Webpicking.com nació como un portal pionero con una misión: divulgar conocimiento logístico y conectar a los actores de la cadena de suministro.

Veinticinco años después, el rubro se ve completamente transformado, pero la plataforma sigue en pie, testigo y protagonista de este cambio. Para conmemorar este aniversario, referentes de la industria analizaron qué se modificó en este cuarto de siglo, identificaron tendencias y proyectaron lo que creen que viene.

Del papel y la calculadora a la era digital

Si algo definió la evolución de la logística en el último cuarto de siglo es la digitalización. En 1999, la planificación era ante todo papeles: planillas físicas, órdenes escritas a mano y cálculos manuales. Hoy, las cadenas de suministro están impulsadas por algoritmos, Big Data e inteligencia artificial.

Quienes vivieron en primera persona esta transformación cuentan cómo la logística pasó entonces de ser un engranaje poco visible dentro de las organizaciones a convertirse en un factor crítico para la competitividad.

Alejandro Rodríguez, CEO y gerente general de GS1 Argentina, señala que, a fines de los noventa, la mayor inversión en salones de venta y la incipiente aparición de la modalidad “Direct to Consumer” plantearon un desafío en la última milla. “Ya se veía que ese iba a ser el gran problema, desde cómo se componían los locales hasta la cantidad de regulaciones que iba a haber, porque se llegaba a lugares cada vez más chicos, donde ingresar con un camión de 10 palets era bastante complicado”, explica. La transición de pequeños almacenes a grandes centros de distribución y el avance de la tecnología de radiofrecuencia fueron hitos clave en esta logística del retail.

En ese camino, el desarrollo de sistemas de gestión avanzada (TMS – Transport Management System-, y WMS Warehouse Management System) permitió a las empresas optimizar procesos, bajar costos y mejorar la eficiencia. Pero llegar hasta ese punto demandó tiempo. Gustavo Castro, director de Cygnus Latinoamérica, reconoce que hace 25 años el WMS era exclusivo de grandes empresas: nadie más que ellas podían solventar los altos costos de los servidores y la radiofrecuencia.

“Recién en 2001 o 2002 desarrollamos nuestro primer proyecto con tecnología Wi-Fi para un depósito. Fue casi un salto al vacío porque, hasta esa época, cada fabricante de equipamiento de radiofrecuencia y código de barras tenía su protocolo propietario”, admite Castro. Finalmente, estas tecnologías se democratizaron y hoy son accesibles para empresas de todos los tamaños.

Fernando Balzarini, CEO de Miebach Consulting en la Argentina y Brasil, ofrece su perspectiva sobre la evolución del sector. “En aquel entonces yo empezaba a viajar bastante: en la región latinoamericana podíamos comparar y ver que en la Argentina realmente había cosas muy interesantes y que no había diferencias significativas con el primer mundo”. Pero entonces llegó la crisis económica de 2001 y, con ella, la necesidad de adaptarse a una realidad cambiante, con turbulencias periódicas que impactaban en la planificación logística.

Matías Álvarez Piris, gerente general de Zarcam Logística, confirma este punto. “Nos habíamos embarcado en la construcción del primer depósito de 2.000 metros cuadrados, todo a pulmón, siempre corriendo detrás de los bancos y logrando que nuestros clientes tomaran cierto compromiso”. Fue en ese marco que comenzó a capacitarse en logística en la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG): “A través de contactos latinoamericanos, comenzamos a fomentar el desarrollo y a trabajar en otros países (…). Así, nos transformamos en una compañía de cerebros experimentados con base en Buenos Aires. Y de esa manera pudimos pasar la crisis”, celebra.

Otro hito de aquellos tiempos fue la privatización portuaria en los 90. “En Buenos Aires pasamos de tener un puerto sucio a uno de los más eficientes del mundo en un corto período”, cuenta Agustín Barletti, editor del suplemento Transport & Cargo de El Cronista. Sin embargo, este progreso se vio afectado por la reestatización de varias empresas y mayores controles al comercio exterior en la década siguiente.

En términos portuarios, Rosario es otro actor fundamental. Zulma Dinelli, hoy presidente de PR Ports, recuerda sus inicios en ese puerto a fines de los noventa: “Sentíamos que teníamos que lidiar con mucha burocracia y posicionar más a la región en el ámbito nacional e internacional. Así que estando ahí trabajamos muchos temas de política pública, porque la logística lo es”. Más tarde comenzaría a desempeñarse directamente en el Puerto de Rosario, desde donde fortaleció relaciones con empresarios, instituciones rosarinas y organismos internacionales, punto fundamental para marcar presencia y ganar visibilidad.

Sustentabilidad: el nuevo imperativo

El crecimiento del sector trajo bajo el brazo un desafío ambiental. La electrificación del transporte, el uso de combustibles alternativos y la optimización de rutas están marcando el camino. Pero aún hay barreras, como la falta de infraestructura para la movilidad eléctrica, regulaciones ambientales heterogéneas en cada país y hasta restricciones comerciales.

“En Alemania construimos un almacén automático de alta densidad de madera y materiales sustentables. Pero en Argentina, mientras tanto, todavía discutimos si el almacén automático es una ventaja o no, porque importar un equipo o traer electrónica es un drama”, ejemplifica Balzarini.

Con todo, la búsqueda de sustentabilidad es un camino irreversible. Una pequeña muestra de ello es el pronto lanzamiento de la carrera de posgrado en logística y cadena de suministros sustentables, como adelantó José Poncio, socio gerente en Set Logística.

Para Jorge Tesler, consultor en logística y supply chain, “es una tendencia que se irá adquiriendo a medida que aquí tengamos mayor estabilidad económica y más seguridad en las inversiones, y que la gente empiece a ser más positivamente reactiva frente a estas cuestiones”. Opina que a esta meta suma interés la preocupación por el creciente costo de la energía y del combustible en general.

Este imperativo sustentable llegó incluso al sector del embalaje. “Hoy ya muchas empresas incorporan entre un 20% y un 30% de material reciclado en los envases PET. Y muchos también se usan en la fabricación de ropa”, resalta Jorge Acevedo, gerente general del Instituto Argentino del Envase (IAE). Advierte que “el impacto ambiental debe evaluarse en toda la cadena”, pero subraya que la industria en general está adoptando materiales más amigables con el ambiente.

La importancia de la logística

En este cuarto de siglo no sólo cambió la logística sino también la percepción que se tiene de ella. “Hace 25 años, no me imaginaba este boom del e-commerce o del nivel de servicio de la entrega domiciliaria a nivel mundial, donde personas ajenas a la actividad logística interactúan todo el tiempo con ella”, reconoce Hernán Sánchez, director en Celsur Logística y presidente de la Federación Argentina de Empresas de Transporte y Logística (FAETYL).

Gabriel Vinitzky, gerente general del operador logístico Log-In, ilustra este punto con su propia trayectoria. En 1999, la logística era para él sólo una materia universitaria: “Nunca imaginé que me dedicaría a ella”, admite. Hoy abocado de lleno, cree que lo más le impactó de esta industria es poder ver “todo lo que sucede desde que un producto se fabrica o entra en el país hasta que llega al consumidor final”.

“Ahí empecé a entender cómo la logística puede impactar para bien o mal en un negocio, a ver todas las manos que tienen que involucrarse en el proceso y a descubrir que, más allá del movimiento físico, hay un montón de cuestiones, como sistemas y auditorías”, explica Vinitzky.

No fue fácil que cambiaran las mentalidades. Fabián Yannone, presidente de ARLOG y directivo en Andreani, recuerda que, “al principio, muchos no sabían de qué les estábamos hablando: la logística estaba asociada al ejército antes que al mundo de las empresas”. En ese momento, “todos tratábamos de viralizar que la logística era fundamental para las empresas, que tenía que ver con la eficiencia y la trazabilidad y que influía en toda la cadena del negocio”, relata. Hoy la digitalización la ha llevado a otro nivel, con soluciones en tiempo real que permiten decisiones estratégicas más rápidas.

Actualmete, sin nuevas tecnologías, sería imposible optimizar los procesos. Diego Bertezzolo, cofundador y CEO en Avancargo, destaca el papel de la eficiencia operativa: “Más importante que si administramos 10.000, 20.000 o 30.000 viajes, lo que miramos es cuánto facilitar la operación , es decir, cuánto logramos que un operador pueda ser magnificado por herramientas que le permitan ser más eficiente”.

Pero no todo es agilidad e innovación. Ciertos hechos críticos recientes pusieron palos a la rueda de la evolución. “En estos últimos siete u ocho años, hay una acumulación de eventos que han dado lugar a que la logística se vea alterada con interrupciones y problemas de regularidad, que es una de las claves del sector –remarca Ricardo Sánchez, especialista en logística internacional–. Desde lo más puntual como la caída del puente de Baltimore o el cierre del Canal de Suez por el barco cruzado, hasta el Covid”.

Afortunadamente, hubo cambios recientes que sí fueron positivos, como la paulatina desburocratización. Cristian Galarza, director de ASAP Comercio Exterior, celebra este punto: “El problema de los últimos años es que en la Argentina no sabías si te daban la licencia o si ibas a poder pagar. Ahora los importadores me dicen que puedo pagar a 30 días, y puedo. Me dicen que me van a dar la licencia, y me la dan. Saber hacia dónde vas es fundamental, porque te permite generar un compromiso con el cliente, planificar y conocer tus costos”.

Los próximos 25 años

Los entrevistados coinciden en que el futuro estará marcado por la volatilidad. Las cadenas de suministro deberán adaptarse a crisis globales y conflictos geopolíticos, que en algunos casos pueden ofrecer ventajas comparativas.

Mientras tanto, la digitalización seguirá avanzando. “Ya es un hecho, no es una concepción. Al principio de este siglo nosotros hablábamos de la integración digital (…). Hoy no hace falta nada de todo eso. Los documentos ya se generan digitalmente”, resalta Jorge Heinermann, director de Transportes Universales S.A. y presidente del panel de cargas de América Latina de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA). “Si se incorpora la inteligencia artificial, estamos frente a una facilitación que va a dar una agilidad impresionante”, pronostica.

Con todo, será clave acompañar el proceso con inversión en talento humano. “La inteligencia artificial te va a hacer el ruteo, va a prever qué necesita tu cliente y se va a contactar automáticamente con él –analiza Poncio–. Pero (…) si pide un parámetro que se vaya de lo habitual, va a hacer falta intervención humana. El humano nunca va a dejar de estar, aunque sí vamos a necesitar profundizar nuestra relación con la tecnología”.

Tesler refuerza esta idea y menciona que es urgente seguir sumando saberes: “A pesar de la relativa facilidad de acceso a cuestiones de tecnología e infraestructura, Argentina se ha quedado. Recuperaremos esa posición lo más rápido posible en la medida en que consigamos ciertas estabilidades, pero hoy no somos un faro, como sí lo fuimos antes”.

Para Marcelo Lancelotti, gerente general en Link Soluciones Logísticas, el crecimiento del e-commerce reducirá los eslabones entre productores y consumidores, haciendo que la logística sea aún más crucial en el futuro, especialmente con la globalización que permitirá a pequeñas y medianas empresas acceder a mercados globales

En esa misión, el Instituto del Transporte (Universidad Nacional de San Martín) cumple un rol fundamental. Además de las carreras que ofrece y sus trabajos de cooperación técnica, la institución da lugar tanto al debate como a la investigación más clásica.

“Esta última línea es la más difícil, porque la comunidad del transporte suele tener una actividad profesional muy activa, y no está para pasar horas en un instituto de investigación. Pero la vamos piloteando. Me gustaría que este lugar se constituya no sólo como un ámbito educativo, sino también como un foro para discutir temas”, propone José Barbero, docente e investigador de la institución, y ex decano del Instituto del Transporte, del que fue su impulsor.

La logística pasó de ser un sector silencioso a un protagonista central en la economía global. Lo que empezó con planillas en papel y operadores manuales, hoy es una industria impulsada por tecnología, eficiencia y sustentabilidad. Con un sector en evolución permanente, la logística se enfrenta a una nueva era en la que la inteligencia artificial es clave. Pero, como coinciden los entrevistados, el factor humano y su flexibilidad seguirán estando entre los principales factores de éxito.