Entrevista a Fernando Cedrés, CEO en Hubbing LATAM, y Martín Dewey, Project Manager en Miebach Consulting. Esta nota se complementa con otras dos: “El boom del litio y los nuevos desafíos logísticos” y “El boom del litio y la gestión de inventarios

¿Cómo ve el desarrollo tecnológico aplicado a los servicios logísticos para la minería? ¿Cuál es la actividad de Hubbing Latam?

Cedrés: Hubbing Latam no es una empresa de transporte, sino una empresa enfocada en el desarrollo de la inteligencia en el negocio del transporte y aplicada a la actividad minera. Desarrollamos una solución tecnológica que apunta a la trazabilidad y al seguimiento de las unidades en alta montaña, fundamentalmente en el NOA.

Trabajamos muy de cerca con nuestros clientes y entendimos una de sus principales preocupaciones: tenían una ventana de 10 horas aproximadamente entre cada sitio y el trayecto que los camiones atravesaban era muy peligroso. Como consecuencia, sabían cuándo un camión subía a la montaña, pero perdían rastro de su camino hasta tanto llegara al sitio minero.

Entonces, empezamos a trabajar en una solución: brindamos conectividad directamente con satélites y logramos el rastreo de la ubicación cada 5 minutos. Para ello, estamos trabajando con tecnología norteamericana. No hemos tenido fallas, sino que incluso obtuvimos una señal mucho mejor respecto a la del clásico teléfono satelital.

El seguimiento transmite tranquilidad a toda la cadena, en tanto podemos saber dónde está el producto; dónde está la gente; o si el camión se detiene o sufre una avería. El producto que construimos tiene asociados todos los planes de contingencia relacionados con los procesos de seguridad de cada cliente. Desde las torres de control que tenemos en Buenos Aires, el sistema dispara las alertas para protocolos de actuación, de acuerdo a lo que cada cliente pretende que suceda cuando hay algún inconveniente.

¿Cómo ve ese protocolo, desde el punto de vista de la empresa minera?

Es clave que la empresa minera pueda tener información. Hasta entonces y ante la falta de medios, debían utilizar protocolos muy rudimentarios, como checkpoints en la montaña para identificar el paso de los camiones y de los micros que trasladan a los operarios.

No obstante, en las horas que pasan entre un punto y otro puede pasar cualquier cosa. Personalmente, por ejemplo, vi el caso de un accidentado de una moto que había caído en la ruta, y nuestro contingente pudo identificarlo y ayudarlo. Es importante que las reacciones sean muy rápidas. Y en este punto, el desarrollo tecnológico como soporte a la logística es clave. La disponibilidad de información sobre insumos, productos, repuestos, alimentos o personal, por ejemplo, nos permite tomar decisiones inmediatamente.

En sitios inhóspitos estamos obligados a trabajar en red. No hay recursos infinitos, como para tener una ambulancia cada 2 kilómetros, por ejemplo. No obstante, este es un punto sobre el que aún es necesario profundizar. En Australia hay un sistema similar al de las empresas de medicina prepaga en Argentina. Todas las mineras que lo requieren, pagan por ese recurso, que incluye helicópteros de rescate y ambulancias, entre otros servicios.

En Argentina, la minería del litio está creciendo de una manera tan arrolladora que no da tiempo a planificar soluciones como esta, ¿verdad?

Hay una amplia cantidad de proyectos en cartera y para poder desarrollarlos se requerirá una cantidad de recursos que hoy no imaginamos. Ante la escasez de esos recursos, será fundamental ser muy eficientes para lograr la máxima productividad posible. También hay que trabajar en todos los lineamientos ligados al soporte para que la industria se desarrolle. Este es un tema de los actore privados, del Estado Nacional, y del Estado Provincial.

Alrededor de Vaca Muerta, la industria petrolera absorbió camiones y mano de obra de otras actividades de la zona. ¿Considera que en la industria minera podrá darse una situación equivalente? ¿Qué impactó tendrá la minería sobre otras actividades de la zona?

Este es un juego de oferta y demanda. En cuanto haya un crecimiento pronunciado de la actividad, como se prevé para los próximos años, la mayor demanda de recursos llevará a un desbalance e impactará en los precios. De todos modos, también es probable que ante la oportunidad de negocio, las personas quieran también invertir y amplíen la oferta de transporte y de servicios logísticos.

Hay también otras cuestiones más dificiles de implementar, si no hay inversiones en infraestructura acorde a ese nivel de demanda; y los privados tampoco las harán espontáneamente. Tendremos que trabajar para poder participar de esa planificación y desarrollar lo que sea necesario.

Ante la escasez de camiones y las mejores tarifas que la industria minera paga, ¿es posible pensar que las inversiones se direccionen hacia este sector, en detrimento de otros, como el agro?

Esto abrirá una competencia entre la flota de oil y gas y minería, por los protocolos y perfiles de choferes que requieren. También obligará al sector del agro a recontruir su flota. El escenario será complejo: haciia futuro, se prevé un escenario donde el agro seguirá creciendo.

Este escenario requiere de una visión global del Estado…

Estamos en un momento de transición. Hay una visión según la cual el Estado no invertirá los recursos que los negocios necesitan, sino queespera que lo haga el sector privado. Entiendo que frente a este crecimiento esperado, el Gobierno necesitará que las inversiones lleguen rápidamente y se aboquen a planes concretos de desarrollo de  infraestructura.

¿Hay alguna posibilidad de que el ferrocarril sea un jugador en la industria del litio?

Dewey: Creo que sí. En términos generales, el ferrocarril se había desarrollado justamente para apoyar a la industria del litio en el pasado, aunque quedó en stand-by durante la pandemia. De todas maneras, todavía el transporte es muy restrictivo y no están dadas las condiciones para hacer grandes movimientos de carga. Entiendo que se está trabajando en el tema, pero todavía falta para ello.

¿Cuál es su visión sobre este tema?

Cedrés: el ferrocarril siempre tiene que estar. Debemos empujarlo, pero estamos muy lejos de tener un sistema multimodal. Estamos más cerca de un sistema en que algunas cargas sean cargadas en ferrocarril y el resto, completadas en camión.

En este punto entran en juego dos cosas: la capacidad de los camiones vs. del ferrocarril; y la idiosincrasia de los dadores de carga.

El dador compara las tarifas y a ello le suma el tiempo y el inventario que tiene que frenar. Así, ocho de cada 10 veces tiene que elegir un camión,por varias razones. La primera de ellas: la falta de planificación del dador.

Hoy, el ferrocarril es necesario, y tiene que seguir creciendo. El Estado tiene que darle un fuerte empuje, porque tiene implicancias desde seguridad vial hasta competitividad del país en el nivel logístico. Es un complemento de un sistema logístico que ya está instalado.

Vea la entrevista completa en este enlace. https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-852-conversacion-sobre-la-logistica-de-mineria-en-argentina-episodio-nro-3/