¿Cuál es el rol del área de Project Management en Cushman & Wakefield?

Desde el área de Project Management lideramos los proyectos de obra de los clientes. Esto puede incluir una construcción, una adaptación o una ampliación de un inmueble logístico.

Nos especializamos en todo tipo de inmuebles comerciales, depósitos logísticos, oficinas, plantas industriales y retail. En este marco, en el último tiempo, observamos un fuerte surgimiento de demanda de proyectos de inmuebles logísticos.

Nuestro rol es fundamental para los clientes, porque nos ocupamos del proyecto en su totalidad; desde la etapa de planificación, pasando por los procesos de licitación y durante toda la ejecución.

¿En qué etapa se encuentran los clientes cuando los contactan?

Generalmente, los clientes nos contactan al inicio de los proyectos, cuando ya tienen el inmueble seleccionado. También trabajamos con modelos build to suit, los que suelen darse en los radios más alejados de la ciudad, como el Gran Buenos Aires o en sectores logísticos industriales con espacio para que un desarrollador construya este tipo de inmuebles a medida.

Por otro lado, los clientes también nos contactan cuando alquilan o adquieren inmuebles ya construidos, a fin de que lideremos el proyecto para su refuncionalización. Esto suele darse en el sector de la última milla.

Cada empresa tiene requerimientos particulares basados en su negocio, que están sujetos a la modalidad de la operación. Se trata de requerimientos especiales para el almacenaje de la mercadería y ligados a la innovación tecnológica, por caso. Ante estas necesidades, es fundamental brindar a las empresas expectativas claras y realistas para reorganizar su negocio.

Si el cliente lo requiere, ¿también buscan ubicaciones específicas?

Sí. Nos adaptarnos a cualquier tipo de proceso. Entendemos que cada proyecto es único. Cada año, el país atraviesa una realidad distinta y el modo en que las compañías deciden invertir también es diferente. Nos enfrentamos a situaciones diversas.

Si es necesario, trabajamos en conjunto con el área de Brokerage, la encargada del proceso de comercialización de los inmuebles; y en coordinación con nuestra área de Facility Management. Si bien internamente tenemos líneas de negocio separadas, para el cliente, funcionamos de modo integrado.

¿Se puede decir que Cushman & Wakefield tiene una ventaja competitiva porque entiende de logística?

Exacto. Estamos inmersos en este nicho. Uno de los valores agregados que ofrecemos desde la empresa está ligado a nuestro sistema de inteligencia de datos. Contamos con todo tipo de datos de mercados, asociados no solo a tendencias, sino también a variaciones de servicios de las empresas proveedoras. A partir de esta información, tenemos la oportunidad de asesorar a los clientes.

¿Cuáles son los riesgos de no tener este servicio?

Los riesgos son muy elevados. Por un lado, vemos que muchos proyectos subestiman el periodo de planificación. Internamente, se asumen compromisos de plazos que después no se pueden cumplir.

Al momento de abordar un proyecto de obra, se suele considerar que se trata únicamente de la construcción, en tanto es la etapa más costosa. Sin embargo, si uno no releva correctamente los requerimientos; si no lleva adelante los procesos licitatorios de diseño y de construcción; y si no trabaja a conciencia y con lujo de detalle, en el proceso de obra aparecerán muchos imprevistos. Puede suceder que se deba alterar algún material, por falta de insumos u otros motivos, y se apunta a que estos sean los menores casos.

Por otro lado, hay también otro punto de contraste con las oficinas. En caso de que la obra de una tienda o de un edificio corporativo no sea concluida en su totalidad en los plazos previstos, la criticidad es mucho más baja, dado que suele ser habilitada parcialmente, mientras que algún sector permanece en obra o se realizan reparaciones. Por el contrario, esto no es factible en los inmuebles logísticos. Una operación queda totalmente bloqueada si el dock de carga y descarga no tiene la altura requerida para que atraque el camión, por ejemplo.

¿Suelen encontrarse con problemas de este tipo ya finalizada una obra?

Sí. En ocasiones, los clientes nos contactan de forma totalmente fuera de tiempo, cuando la obra ya fue terminada o cuando están enfrentando graves problemas. En esos casos, hacemos lo posible para encauzar el proceso de una manera saludable. El rol del Project Manager es fundamental para evitar estas dificultades.

Nosotros estamos también involucrados en el proceso de los contratos, en el cual se sientan las reglas del juego. Si las reglas no son claras, el cliente y el constructor pueden interpretar los puntos de forma diferente y allí es cuando surgen los problemas. La planificación sienta las bases para mitigar todos los riesgos.

En este sentido, nuestro rol tiene una parte soft. Actuamos como mediadores: somos los interlocutores del cliente, a la vez que gestionamos los recursos para que se pueda cumplir con los objetivos de costos, de plazos y de calidad.

¿Cuáles son los principales beneficios de este servicio?

El principal beneficio es la posibilidad que tiene el cliente de enfocarse en su negocio, tras contratar un profesional con expertise en este tipo de proyectos. Mientras que la compañía continúa operando, el Project Manager le brinda la información necesaria, totalmente desglosada y transparente para que pueda tomar una decisión estratégica. El objetivo es que la toma de decisiones y el involucramiento de los clientes sea estratégico y no operativo.

Otro gran beneficio del Project Management es que vela por el cumplimiento de costos, de los plazos y de la calidad. Y a esto se suma la posibilidad de planificar las operaciones en función de la información.

¿Qué caso de aplicación podría mencionar?

Para un cliente de la industria automotriz, trabajamos en un proyecto súper desafiante y que involucró una superficie muy extensa. En ese caso, mientras que el proyecto se extendió por dos años, la planificación representó la mitad.

Trabajamos en proyectos de distintas tipologías, ligados a la última milla; a la adquisición de depósitos ya construidos; y a depósitos con cámaras de frío, lo que supone una complejidad adicional, por caso. Para cualquiera de estas tipologías, la etapa de sentar las bases es esencial.

¿Cuál es el primer paso que las empresas deben dar al momento de construir un depósito?

El primer paso es asesorarse con profesionales con expertise en el rubro. No se trata solamente de un arquitecto o de un constructor, sino de un especialista en logística que pueda velar por la operación. La logística funciona como un universo dentro de la construcción y la exigencia que requiere es totalmente particular.

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