En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Iveco destaca las historias de cuatro mujeres camioneras que desafían estereotipos y conquistan las rutas del país.
Una de estas mujeres es Agustina Martino, oriunda de San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires. Desde joven, Agustina sintió curiosidad por la conducción de vehículos pesados mientras trabajaba en un taller de mantenimiento de Iveco en su ciudad. Sin embargo, el camino hacia la obtención de su licencia profesional no fue fácil. “Siempre soñé con manejar camiones, pero tuve que enfrentar muchos obstáculos. Antes era muy difícil, había muy pocas mujeres camioneras y pocas oportunidades”, explicó. “A pesar de las dificultades, logré obtener mi licencia y desde hace cuatro años que manejo camiones. Aunque entrar en esta industria fue difícil, ya que carecía de experiencia, nunca perdí la esperanza de lograrlo”, agregó.
Otra apasionada del transporte es Mariana Jiménez, originaria de Santiago del Estero pero residente en Chaco. Hace 9 años, Mariana comenzó su sueño de ser camionera, una pasión que surgió desde su infancia. “Estoy loca por los camiones, conducirlos es lo que amo, es mi pasión, lo hago porque me encanta”, dijo.
Al igual que Agustina, Anahí Ortiz no proviene de una familia de transportistas, lo que complicó aún más su relación con los camiones. “Hice camino al andar, me considero emprendedora”, cuenta. Nacida en La Paz, Bolivia, Anahí comenzó a conducir camiones a los 20 años. Con esfuerzo y junto a su pareja, lograron comprar su primer IVECO, un Cursor 330. “Al principio, mi pareja conducía y yo practicaba. Hasta que por algunas circunstancias del momento pasé a ser la conductora oficial”, dijo. Su primer trabajo como transportista fue en Corrientes, donde trasladaba pinos de eucalipto al puerto de Concepción del Uruguay. “Transitar por caminos rurales es complicado; sin embargo, el Cursor nunca nos dejó varados, su potencia es increíble”, concluyó.
Una historia similar es la de Paula Chacón, quien a sus 21 años ya maneja camiones. “No tengo familiares en esta industria, descubrí mi pasión por diversión. Me encanta la aventura”. A la hora de salir a la ruta, destaca la seguridad que brinda su vehículo y lo importante que es para ella tener esa confianza en el camión. “El Tector lo manejo hace poco, pero lo que más me gusta de IVECO es la seguridad que ofrece. Además, la cabina es muy confortable”, explicó.
Agustina y Mariana comparten un amor similar no solo por los fierros sino también por sus IVECO. “Me encanta la agilidad del Tector, pero debo admitir que todos los modelos de IVECO me fascinan. Los Hi-Way son increíbles y tienen todas las comodidades, pero para mí, los Stralis son simplemente excepcionales”, confesó Agustina. Por otro lado, Mariana sostiene que su amor incondicional es por el Tector, el más vendido del país. “Amo a mi Tector. Lo conduzco desde hace 6 años y no lo cambiaría por nada. Aunque me han ofrecido otros modelos, estoy muy contenta con mi ‘máquina'”, agregó entre risas.
Para Iveco Group el respeto a la diversidad, equidad e inclusión es una prioridad y un compromiso. En esa línea, la compañía conformó un Comité de Diversidad e Inclusión regional formado por trabajadores de diferentes áreas de la empresa, que se encarga de debatir sobre estas temáticas y sus diferentes aspectos, promoviendo acciones de transformación positiva en procesos, productos y desempeño corporativo.