El ministro de Obras Públicas, Servicios y Vivienda, Edgar Montaño, y los representantes de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco) de Cochabamba acordaron conformar una comisión para reactivar el proyecto de la hidrovía Ichilo-Mamoré.
El presidente de la Cainco, Ramón Daza, resaltó que ese proyecto integrador podría abrir “una gran puerta exportadora de Bolivia a Brasil”. Indicó que beneficiaría particularmente a los departamentos de Beni, Cochabamba y a otros del occidente del país.
Recordó que la Hidrovía Ichilo-Mamoré es un proyecto anhelado por Cochabamba y Beni. Comienza en Puerto Villarroel, 1.400 kilómetros hasta Guayaramerín, frontera con Brasil; de allí son 330 kilómetros carreteros hasta Puerto Velho, y de Puerto Velho hacia el Atlántico norte brasilero en Puerto Belén.
“Ya podríamos estar saliendo hacia los mercados europeos, asiáticos y al mundo entero. Esta es una oportunidad magnífica para reactivar la economía de Cochabamba y la de Beni”, resaltó. Adelantó que entre los productos que se podría exportar están la sal al sur de Brasil, las frutas del Chapare de Cochabamba, madera, carne, y “volúmenes interesantes de soya”.
“Por el lado brasilero también les interesa esta hidrovía, porque ellos van a poder salir al Pacífico justamente por la misma hidrovía, pasando por Cochabamba, Oruro, hacia puertos de Perú o por Arica. Es un importante proyecto integrador no solo para Cochabamba y Beni, sino para todos los departamentos del occidente del país, creemos que es un imperativo regional”, complementó.
Anticipó que la primera fase “tiene que pasar por el dragado especialmente del Ichilo, para que sea navegable los 365 días del año, y seguramente toda la parte de la infraestructura portuaria”.
Según estimaciones del Servicio de Mejoramiento a la Navegación Amazónica (Semena), se necesitan cuatro puertos y trabajar “en la parte de comunicaciones para poder navegar de día y de noche”.