Este sábado, YPF aplicó una suba promedio de 3,5% en los valores de la nafta y el gasoil en el país. La empresa lo justifica por la actualización del impuesto a los combustibles que realizó el Gobierno y por la necesidad de recuperar rentabilidad tras la devaluación de la moneda y la suba del precio del petróleo.
Esta es la segunda actualización del precio del combustible que la compañía realiza en el año y así alcanza una suba de 6,5%. En tanto, en los últimos seis meses, los valores aumentaron en siete oportunidades, y acumularon un alza en la Ciudad de Buenos Aires de 34,55%, casi en línea con la inflación del 2020, de 36,1%.
Esta última actualización en el precio del gasoil representará cerca de 6.220 millones de pesos extra, es decir $ 3,107 por cada litro cargado en el tanque en el sector productivo.
“La actualización obligatoria trimestral por IPC del Impuesto a los Combustibles Líquidos, y el impuesto al Dióxido de Carbono empiezan a hacerse sentir en el bolsillo de los productores, hoy en un 7,7%. Fruto de la inflación minorista, aumentan la presión fiscal recaudada con cada carga y, en algunos casos, ya llega al 47% de lo pagado por la factura de combustible son impuestos”, señalan desde las Confederaciones Rurales Argentinas.
De acuerdo con la entidad y tomando este último aumento, el campo aportara anualmente unos 2.923 millones de pesos en concepto de impuestos.