La Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) presentó diseñó el “Mapa de abastecimiento de gasoil”. La iniciativa, que fue puesta en marcha en abril, es un semáforo virtual que tiene como objetivo monitorear en tiempo real la disponibilidad de combustible en Argentina.

Cada provincia es resaltada con un color. Y cada color representa el nivel de desabastecimiento de combustible, yendo desde el verde -que indica la mejor situación- al rojo – que marca le peor escenario-.

De acuerdo con el relevamiento, las rutas 14, 34, 9, 12 y 7 son las que sufren mayor desabastecimiento de combustible. Asimismo, se exhibe un aumento en el número de provincias en rojo, naranja y amarillo. Semanalmente, FADEEAC envía una serie de preguntas a sus asociados para relevar el acceso al combustible, eventuales restricciones o faltantes, y el precio del mismo ante las reiteradas denuncias de heterogeneidad según la zona geográfica.

A la fecha, con más de 600 respuestas procesadas, en el mapa hay:

  • Siete provincias en rojo: Jujuy, Salta, Formosa, Tucumán, Misiones, Corrientes, Entre Ríos. Exhibe un muy bajo o nulo suministro en las estaciones de servicio
  • Siete provincias en naranja: Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, San Juan, Mendoza, Buenos Aires y CABA. Identifica los distritos en los que el promedio de suministro es de 20 litros por unidad.
  • Cuatro provincias en amarillo: Catamarca, La Rioja y San Luis, en el primer subgrupo, y La Pampa, en el segundo. Refiere a los lugares en los que se cargan entre 21 y 50 litros por unidad, y entre 51 y 100 litros.
  • Las provincias del Sur aparecen en verde.

“El desabastecimiento que estamos sufriendo lleva más de dos meses. Entendemos que no es un tema sencillo de solucionar, pero nos queda en claro que se trata de un problema generado por la falta de divisas y la dificultad para avanzar rápido en las políticas que se requieren. Desde hace varias semanas, cientos de camiones de Bolivia vienen al puerto de Campana a buscar el combustible que importa su país. Si se paga, hay combustible disponible. Mientras tanto, en Argentina tenemos camiones varados a orillas de la ruta, por falta de gasoil”, dijo Roberto Guarnieri, presidente de FADEEAC.

Y remarcó: “Es un problema que afecta a todo el país, de diferente manera. La situación más crítica se vive en el centro y norte; en el sur, por ahora, no se han registrado mayores complicaciones, pero si no se encuentra una solución de manera urgente, empezaremos a ver desabastecimiento. No podemos llevar la cosecha en tiempo y forma, ni el ganado o los alimentos. La industria en general empezará a sentir las consecuencias. El combustible es un elemento esencial para poder cumplir con nuestra tarea. Más del 90% de la economía argentina se mueve en camión”.

Correlato por la falta de combustible

La falta de suministro regular de combustible se refleja en los tiempos de espera para el abastecimiento. De acuerdo con el relevamiento de FADEEAC, el 31% de los encuestados esperó entre 6 y 12 horas para poder cargar gasoil; 26% debió aguardar más de 12 horas; 26% entre 3 y 6 horas; y 17%, entre 2 y 3 horas.

“Las pérdidas que ocasiona esta situación son muy grandes, desde el punto de vista económico y social. El tiempo de espera y la incertidumbre de un transportista que no puede saber cuándo saldrá, ni cuándo llegará a destino produce un daño enorme. Y lo más angustiante es que pese a las reiteradas promesas de diferentes funcionarios diciendo que todo se normalizaría, no tenemos ninguna novedad”, comentó Guarnieri.

Por último, del trabajo surge otro dato importante: el aumento del precio del combustible a granel, muy por encima de los incrementos registrados en surtidor, hizo que muchos transportistas dejaran de lado la opción de abastecimiento en playas privadas. Así, se volcaron a estaciones de servicio ubicadas en las rutas (62%) y en centros poblados (24%), con el consiguiente impacto en el entorno.

La situación se vuelve particularmente compleja en las estaciones de servicio ubicadas dentro de cascos urbanos que atraviesan las rutas. Según la FADEEAC, la convivencia forzada entre tránsitos locales e interurbanos obliga a los transportistas a desenganchar sus equipos y realizar la carga con el tractor y, en muchos casos, a realizar las filas durante la noche, con lo cual interrumpen sus horas de sueño, en detrimento de la calidad de su concentración diurna.

En las estaciones de servicios ubicadas sobre las rutas, la situación es similar. Las largas filas de camiones que esperan poder abastecerse en las playas o en las banquinas, se ha vuelto una postal habitual. Ante esta situación, FADEEAC reiteró el pedido para que las autoridades correspondientes encuentren una solución para el tema de manera urgente.