Destacados académicos y expertos de Europa y América Latina debatieron durante la III Conferencia CAF-Oxford realizada en el Reino Unido acerca de la informalidad laboral, uno de los principales desafíos para el desarrollo de América Latina, y resaltaron la necesidad de políticas públicas eficaces para reducirla.
La conferencia, titulada “Los desafíos de la informalidad en América Latina: dimensiones políticas, económicas y sociales”, fue inaugurada por Enrique García, presidente ejecutivo de CAF —Banco de Desarrollo de América Latina—, Diego Sánchez-Ancochea, director del Latin American Centre (LAC) de la Universidad de Oxford, y Roger Goodman, Jefe de la División de Ciencias Sociales de esa misma institución educativa.
El presidente García destacó que pese a los avances que se han dado en la región en esta última década en términos de crecimiento y reducción de la pobreza, la informalidad no ha sufrido cambios, algo que atribuyó al modelo de desarrollo de la región de ventajas comparativas, basado en la exportación de materias primas.
“El camino para ir en la dirección correcta respecto a la informalidad es avanzar hacia un modelo de ventajas competitivas, basado en la tecnología, innovación y sectores productivos más allá de los tradicionales”, afirmó. En este sentido, destacó la importancia de tener “una educación del siglo XXI; no del siglo XX”, y habilidades adecuadas.
“El desarrollo de habilidades es muy importante y comienza desde que nacemos. Muchas personas permanecen en la informalidad porque no tiene las habilidades que se requieren. Esto implica un trabajo coordinado de los gobiernos, el sector privado, las instituciones educativas y la sociedad civil”, aseguró.
Por su parte, Goodman se refirió al alcance global de la informalidad y sus implicaciones. “La informalidad cambia los sueños y las pesadillas de los jóvenes, a medida que éstos reflexionan acerca de quiénes son y cómo será su futuro”, afirmó. “Es un fenómeno global. Los cambios en la economía informal de alguna manera explican el Brexit y lo que está pasando con las próximas elecciones de Estados Unidos”, agregó.
A través de los diversos paneles, la conferencia se enfocó en explorar el impacto en términos políticos y distributivos de la informalidad laboral en América Latina, un punto que no ha tenido un abordaje académico tan prolífico como sí lo tiene la dimensión económica.
El panel de apertura estuvo a cargo de José Antonio Ocampo, ex secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y actual profesor en la Universidad de Columbia, quien se refirió al impacto de la informalidad en términos de política social, en particular en el sistema de seguridad social.
“El principal problema que enfrentamos es la asimetría entre los avances que se han logrado en la incorporación de más gente a los sistemas de política social y la incapacidad de los mercados de trabajo de generar empleos de calidad, cuya dimensión más importante es la informalidad”, dijo.Los investigadores Roxana Maurizio (UNGS-Conicet), Sonia Gontero (Cepal) y Ángel Melguizo (OCDE) analizaron la evolución de la informalidad laboral en la región durante el periodo de auge de las materias primas y destacaron el impacto actual en los países. Tras hacer un recorrido histórico por los radicales cambios de la fuerza laboral desde el siglo XIX hasta ahora, Melguizo se refirió a las causas por las cuales la “informalidad es normal en América Latina”, afectando a 55% de los trabajadores.
“En América Latina establecimos sistemas de seguridad social pensados en el siglo XIX para trabajadores de tiempo completo en fábricas, únicas cabezas de familia. Esta es la razón por la cual la informalidad es normal: porque los sistemas no responden a la nueva realidad laboral, donde hay flexibilidad, trabajadores independientes, innovación”, señaló.
El investigador de la OCDE destacó que los dos años de recesión que lleva la región “ponen a prueba los avances de la seguridad social en la última década” y consideró que “combatir la informalidad es una de las claves para enfrentar los desafíos actuales de la región”.
Por su parte, Gontero, asesora de Asuntos Económicos de Cepal, se refirió al significativo peso de los trabajadores por cuenta propia en la región y a la necesidad de “una alta coordinación interinstitucional” y “esquemas flexibles” para incorporarlos al mercado formal. “Hay un grupo de trabajadores que nunca podrán pagar el costo de la formalidad. Tenemos que dar incentivos a aquellos que pueden contribuir a la seguridad social, y los trabajadores por cuenta propia pueden estar en este grupo”, expresó. Además, señaló la necesidad de “esquemas especiales para los trabajadores rurales, que siguen siendo muy relevantes en América Latina”.
Maurizio, por su lado, hizo hincapié en el impacto negativo de la alta informalidad en la productividad de los países.
Las implicancias políticas y perspectivas a largo plazo de la informalidad laboral fue el aspecto que abordaron los académicos Clarisa Hardy (Chile), Cecilia López (CiSoe) y David Doyle (Universidad de Oxford).
Doyle partió de la reticencia que muchas veces tienen los gobiernos a la hora de imponer impuestos directos a los ciudadanos, ya sea por cuestiones electorales o de presión de inversión empresarial. “Necesitamos entender cómo la posición de cada uno en el mercado laboral moldea su actitud hacia el cumplimiento en el pago de impuestos, los trade-off impositivos, la tolerancia a ser gravados, y cómo esto se traduce eventualmente en las preferencias electorales”, afirmó el investigador de la Universidad de Oxford.
El panel de cierre de la conferencia estuvo dedicado a analizar la evolución de las políticas públicas destinadas a combatir la problemática de la informalidad en el mercado de trabajo. De la mesa de reflexión también participaron Daniel Ortega, director de Evaluación de Impacto y Políticas del Conocimiento de CAF, y las investigadoras Carlota Pérez (London School of Economics) y Fabiana Machado (BID).
La conferencia CAF-Oxford forma parte del programa de colaboración firmado en 2011 entre CAF y la Universidad de Oxford para promover la generación y difusión de conocimiento sobre América Latina como herramienta fundamental para el desarrollo económico y social de la región.
Esta alianza estratégica, que además de las conferencias abarca la realización de investigaciones conjuntas, seminarios, becas e intercambio de estudiantes, contribuye a los esfuerzos de CAF por fomentar el intercambio de ideas y experiencias entre académicos y actores públicos de América Latina y otras regiones del mundo.
Fuente: CAF -Banco de Desarrollo de América Latina.