Matías Álvarez Piris, gerente general de Zarcam Logística, repasa su evolución profesional y el crecimiento de la empresa, que pasó de una pequeña firma que transportaba combustible para un único cliente, a una compañía que hoy brinda complejos servicios logísticos a múltiples clientes, amparada en normas certificadas y capacitaciones permanentes.

¿Dónde se encontraba 25 años atrás?

Era el inicio de mi actividad en la logística. En ese momento, trabajaba en Zarcam, una empresa familiar, de la que mi padre era gerente general; y a la que ingresé después de haber estudiado, de haber atravesado un proceso laboral de dos o tres años en la industria -del lado del dador de carga-, y después de haberme tomado un período sabático.

En esa época, no nos considerábamos un operador logístico, sino transportistas. Nos habíamos embarcado en la construcción del primer depósito de 2000 metros cuadrados, todo a pulmón, siempre corriendo detrás de los bancos y logrando de que nuestros clientes tomaran cierto compromiso. En ese momento, nuestra práctica era una locura: el 80% de nuestros servicios estaban destinados a un solo cliente, lo que se traducía en una situación de riesgo.

En ese marco, comencé a aprender de logística con los cursos que dictaba la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG). Otra actividad distinta y que nos sirvió de aprendizaje fue contratar un servicio de consultoría logística de forma continua, no por proyecto: funcionó como una especie de capacitación en determinados temas.

Nuestro principal cliente, que representaba el 80% de nuestros servicios, nos invitó a participar de una licitación, que fue nuestra primera operación in-house y que hasta el día de hoy -con muchas variantes- continúa. Y esto nos dio pie para hacer también otras operaciones in-house con otros clientes.

¿Tenían la visión de convertirse en un operador logístico, o se dio a medida que los clientes demandaban más servicios? 

Fue un proceso que inició cerca de 2003, cuando la empresa entendió que tenía que entrar en un proceso de profesionalización y de coaching. Esa profesionalización incluía que los accionistas, que cumplían tareas ejecutivas, empezaran a dejar de lado sus funciones y pasaran a formar parte del directorio, que fuesen directores y que fueran a la empresa una o dos veces por mes para ver la marcha de la empresa y tomar decisiones estratégicas. 

A la par de ese coaching, alrededor de 2005, también se desarrolló un plan estratégico y se estableció que nuestro camino era convertirnos en un operador logístico, en que pudiéramos disminuir la concentración de las ventas en un solo cliente, y en poner distintas certificaciones como evidencia de nuestro proceso de profesionalización. Así en 2005 certificamos por primera vez la norma ISO 9001. 

De todos modos, nuestra compañía, que ya cumplió más de 50 años, no nació como una empresa de transporte, sino como una firma dedicada a la venta de combustibles y lubricantes para YPF. Todavía mantenemos una estación de servicio, pero no es el core actual de nuestro negocio: representa solo el 15% de las ventas de la compañía. 

¿Cuáles son sus objetivos hoy?

Superamos nuestros objetivos. En algunas cuestiones fuimos precavidos y no asumimos riesgos muy importantes, lo que no nos permitió crecer de la manera que hubiésemos querido, pero hay evidencia de que los objetivos fueron cumplidos.

Un ejemplo de ello tiene que ver con la concentración de la facturación:  nuestro principal cliente que representaba el 80% de la facturación hoy representa el 30%. La profesionalización en sí misma también era un objetivo y hoy podemos decir que si bien el proceso es constante, hay evidencias de que nuestra empresa está profesionalizada. 

Mi padre era un entusiasta de las buenas prácticas. Estuvimos dentro de los primeros cinco operadores logísticos en certificar el sello CEDOL ante KPMG. Después entendíamos que ese era el camino que nos permitía diferenciarnos de la competencia, y fueron surgiendo oportunidades para entender que otras certificaciones también eran importantes. Como empresa de transporte, la seguridad vial debe ser un ejemplo y así lo entendimos, lo que nos llevó a certificar también la norma ISO 39001. Años más tarde, en 2008, certificamos el primer depósito en el programa Depósito OK de Casafe, un programa destinado al almacenaje de agroquímicos o de fitosanitarios como le dicen en la industria.

¿Qué perspectivas tienen del futuro de los negocios? 

Tratamos de dar pasos importantes en cuestiones de tecnología. Hoy la logística depende mucho de la tecnología y creo que no hay que dormirse: hay que tratar de ser pionero, de mirar lo que hacen los otros, los colegas, lo que se hace afuera, y participar de las exposiciones de logística.

La robótica, por ejemplo, es un tema que está a la vuelta de la esquina, es un tema estratégico incluso para empresas como la nuestra, que si bien hoy ya tiene más de 230 personas no deja de ser una empresa familiar y una pyme nacional. La seguridad informática también es un tema que a nosotros nos ocupa. Venimos escuchando mucho de las charlas que participamos; es un tema que para nosotros está dentro de las prioridades y tenemos mucho por desarrollar. 

Por otro lado, nosotros tenemos una presencia importante en la zona de Zárate, Campana y Pilar. Así como nos desarrollamos en la industria de los fitosanitarios y nos consideramos referentes como operadores logísticos en ese sector, entendemos que estamos por buen camino también en la industria automotriz.

Desde hace mucho tiempo, venimos poniendo foco en el cuidado del ambiente. Tenemos gente con mucha expertise en el tema, en la gestión de eficiencia energética, ya sea en el transporte y en warehousing. Siempre tratamos de estar a la vanguardia para las medidas que podamos tomar y generen una reducción de emisiones y de costos.

Escuche la entrevista completa en video a Matías Álvarez Piris, gerente general de Zarcam Logística, en este enlace. https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-862-especial-25-anos-webpicking-com-con-matias-alvarez-piris-gerente-general-en-zarcam-logistica/