Mario Eliceche, quien ejercerá la presidencia de la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC) en 2019-2020, pone foco en las necesidades de federalizar la institución y la de combatir la informalidad del mercado en entrevista exclusiva para webpicking.com

Cuando se anunció el nombramiento de la nueva Comisión Directiva, se hizo hincapié en la necesidad de “construir una institución federal” para atender a las necesidades que el sector tiene en todo el país ¿Por qué el énfasis en esta cuestión?

Tenemos la gran suerte de que la entidad sea realmente federal, porque tenemos presencia desde Jujuy hasta Ushuaia, pero debemos dar mayor soporte a los problemas que ocurren en todas las provincias. La agenda de FADEEAC es vasta y muy demandante y, generalmente, quienes están más cerca de la Capital Federal es a quienes más se les escuchan sus demandas. Por ello, debemos desarrollar una política interna orientada en mejorar esta situación. Estamos trabajando para crear la Secretaría del Interior, con la fortaleza suficiente para llevar a cabo reuniones en cada región, para recabar todos los problemas, identificar aquellos que son comunes y diseñar estrategias para ayudar a las cámaras a trabajar en estas cuestiones.

También estamos trabajando fuertemente para que las cámaras, desde su lugar, gestionen e inicien los reclamos. En una reciente reunión el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, nos indicó que estaba dispuesto a escuchar nuestros problemas, pero que requería también que presentemos soluciones, y quién mejor para pensar en ellas que los afectados e involucrados. Luego, se verá si hay una propuesta mejor, pero hay que involucrar a las personas. En nuestro sector, es muy común escuchar quejas, y muchas de ellas son con motivos.

Este será un año muy difícil para toda la Argentina. Nuestro sector está muy complicado – incluso históricamente-, porque el aumento de los costos logísticos y de transporte están 12% por encima de la inflación anual. Si no podemos trasladar a nuestras tarifas la inflación del 48%, menos aun la del 6o%. Hoy, una gran parte del sector está trabajando con rentabilidad negativa.

Los costos de combustible aumentaron 77% en el año calendario y 100% desde que se liberó la política de precios. Los precios de material rodante van también a la par del dólar. Tuvimos una devaluación de 10% en el año. El trabajo bajó y la informalidad aumentó. El desafío es muy grande.

La empresa cuyo trabajo está enfocado en la logística, que no tiene una competencia muy fuerte porque tiene una capacidad tecnológica superior a la media y tiene un mercado medianamente cautivo, subsistirá en mejores condiciones, aún con problemas, pero el transportista abocado al cereal o a economías regionales que solo hace fletes sufrirá mucho.

¿Cómo ve la cuestión gremial?

Tuvimos una reunión con el gremio, con Hugo Moyano y con miembros de su equipo que participan en el día a día de la actividad, y le planteamos que el cambio es para mejorar, para tratar de mantener la mejor relación posible. Particularmente, sostengo la  teoría de que los tres pilares -el Gobierno, el gremio y el sector- están arriba del mismo barco, y si ese barco que hoy viene a la deriva se hunde, siempre habrá un primero en caer. Seguramente, seremos nosotros, pero luego le seguirán los otros dos. Debemos trabajar en conjunto. Por un lado, porque somos un “buen negocio” para el gobierno, porque nuestro sector tiene una carga tributaria muy grande: más del 50% del total de gasoil que se consume en el país nos corresponde, el cual tiene 21% de IVA y 18% de impuesto al combustible; y los neumáticos tienen 38% de derecho de importación. Por otro lado, porque si bien el gremio es muy fuerte históricamente, si los camiones no circulan, estará muy complicado.

¿Cuál es su visión respecto de las políticas del Gobierno?

Con políticas erráticas, este gobierno y los anteriores no han cuidado al sector. Hoy, nuestro principal reclamo es la falta de fiscalización. Hay mucha informalidad en el transporte, en el ámbito laboral, de AFIP, de circulación de unidades que no están en condiciones, y esto genera una competencia desleal muy importante, que hace que las empresas que cumplen adecuadamente con sus obligaciones laborales, impositivas, regulatorias, etc., estén en franca desventaja con las que no lo hacen.

¿Cuál es el principal cambio que se da en FADEEAC?

Todos los que formamos parte de la Mesa Directiva somos transportistas, y cada uno de nosotros trabajó sobre un camión, por lo que podemos hablar con conocimiento de causa. Políticamente, hoy podemos decir algo inconveniente, pero todo lo que decimos es cierto.

¿El Consejo Federal, que se reúne periódicamente, no es un mecanismo suficiente para atender las necesidades del interior?

El Consejo Federal seguirá funcionando, pero en un solo día de reunión, en el que todos concurren con distinta carga de energía, es bastante complicado analizar las situaciones y alcanzar consensos. Solo permite obtener una fotografía sobre lo que ocurre en el país. A mí y a mi equipo nos gusta ir por delante de los problemas. Si vamos detrás, no podemos solucionarlos porque llegamos tarde. Nuestro objetivo entonces es trabajar por regiones, para luego plantear en el Consejo Federal los problemas recabados y acordar acciones.

Surgió, por ejemplo, la propuesta de federalizar el precio del combustible. ¿Por qué? Veamos un ejemplo: un transportista de Buenos Aires, con un tanque suplementario de 1000 litros, puede ir y volver de Tucumán sin necesidad de cargar combustible en el interior y pagándole a $36 en Buenos Aires. Por el contrario, el transportista tucumano lo paga a $39-41. Automáticamente, Tucumán queda fuera del mercado. ¿Qué proponemos? Que si hay una diferencia, que esta sea mínima: podemos cobrar más caro el combustible que se consume en la Provincia de Buenos Aires y subvencionar así el consumo en el norte. De otro modo, automáticamente, creamos asimetrías y dejamos fuera de juego a una parte importante de la economía. Para el gobierno, esto no tiene ningún costo; es una medida política. El país es de todos.

Por otra parte, conversamos para empezar a trabajar con los gremios en el convenio colectivo por  regiones y aggionarlo, porque es posible que en ciertas zonas donde hay producciones estacionales, las empresas puedan ofrecer empleo solo seis meses al año, luego deban vender el camión para pagar la indemnización y, al año siguiente, no generen trabajo porque no tienen camión.

Estamos trabajando con leyes laborales que rigen desde la década de 1960. No podemos ignorar que muchas cosas han cambiado, en el marco de la revolución del eCommerce, Internet, home office, y otros factores.

En Europa ya piensan incluso cómo afrontar la pérdida de mano de obra tras la implementación de camiones autónomos…

Seguramente, todos los desarrollos lleguen, pero los veo muy lejanos. Hoy, más me preocupa que podamos reunirnos con el gremio y veamos con inventiva, colaboración, predisposición y  trabajando juntos, cómo salir adelante. La tecnología avanza cada vez más rápidamente.

Hoy tenemos otro desafío que es la profesionalización del sector, a partir de la capacitación de las personas. De la misma manera que el mundo cambió, cambió la cultura del trabajo, el compromiso y las ganas de superarse. Hay cierta dificultad para encontrar profesionales que estén dispuestos a estar fuera de sus casas por una semana. Muchas personas se acercan solo porque cobran un buen sueldo, no por el vocación o interés en la profesión. Creo que tiene que ver con el cambio cultural, con las nuevas tecnologías y con el facilismo. Percibo en las nuevas generaciones una falta de compromiso en general o, al menos una diferencia respecto de generaciones anteriores, en las formas de ver el compromiso laboral.

¿Qué perspectiva ve para el Centro de Transferencia de Cargas de buenos Aires (CTC)?

La implementación del CTC fue una muy buena acción del Gobierno y de FADEEAC, porque es una forma de descongestionar la zona de Barracas y de Parque Patricios. Es más seguro, más lógico y menos contaminante. Fue una muy buena idea que se pudo concretar, pero tiene que seguir creciendo.

¿Cuál es su perspectiva respecto del programa Rango Verde, de sustentabilidad en el transporte creado por FADEEAC?

Como en cualquier crisis, las cuestiones urgentes siempre tapan las importantes. Creo que la preocupación por el consumo racional de energía y la contaminación no es un tema del futuro, sino del hoy. Pero esto pasa a un segundo plano, cuando las personas no pueden satisfacer sus necesidades básicas. Como federación, lo seguiremos impulsando y potenciando.

Seguimos ese camino, y ya no tiene retorno, pero el problema es qué medidas políticas habrá para favorecer e incentivar a las empresas, y para darles la posibilidad de permanecer dentro del sistema. Si el gobierno central no está dispuesto a fiscalizar seriamente, pagando el costo político necesario, no podremos avanzar: caso contrario, continuará penalizando a quien quiere levantar la vara y favoreciendo a quién no.

¿Podría suponerse que, si hay mayor control, se podría disminuir la carga fiscal entre los que cumplen?

Exacto. Automáticamente la tarifa mejora. Estamos en un país muy deficitario y con una presión tributaria muy grande. No dudo de las buenas intenciones del Gobierno, pero el problema son las formas de implementar las medidas. El desafío es muy duro, pero trataremos de estar a la altura de las circunstancias.

Es interesante traer la problemática del interior a Buenos Aires…

Existe cierta dicotomía entre porteño, el bonaerense y el interior. Las personas de las provincias suelen pensar que los porteños se acercan solo de cara a las elecciones. En parte es cierto y es histórico. Hasta que las empresas se centralizan y se cierran.

Sin embargo, considero que el hecho de ir al menos una vez a un lugar, sentarse y respirar, te da un contexto del lugar, que no es posible obtener ni por teléfono ni por Internet. Queremos acompañar y dar solución a los problemas en cada región. Eso será fundamental.

Hay un descontento generalizado en el sector, porque la situación no acompaña. Espero que todas las medidas que tomemos sirvan y nos ayuden a aprender, porque el problema ocurre cuando pasamos de una crisis a otra y no aprendimos ni solucionamos nada.

realizado por webpicking.com en enero 2019