El GTIN, conocido también como Global Trade Identification Number, cumple 50 años. Se trata del número capaz de identificar en forma estándar la información de los productos que se comercializan y consumen a nivel global. Es el número que acompaña el código de barras y que revolucionó el mundo del retail. Es el número que permitió desarrollar un sistema que se fue multiplicando hasta llegar al código QR y con él, al digital link.

De acuerdo con GS1, organización que lo hizo posible, la digitalización abrió las puertas del B2B y del B2C para permitir la visibilidad y la transparencia de la información que la cadena de la alimentación. Por ejemplo, necesita compartir con sus socios comerciales y con los consumidores, y que los consumidores quieren conocer antes de efectivizar sus compras para validar la calidad, la procedencia y la autenticidad de los productos.

La digitalización se consolidó con el GS1 Digital Link, que facilita a través del GTIN el acceso a más datos de productos como ingredientes, indicaciones de uso, trazabilidad, o historias que le transmitan y agreguen nuevos valores. Y hoy se consolidó frente al eCommerce, a través de marketplaces como Amazon, E-Bay, Mercado Libre, entre otros, sitios para quienes el GTIN es un requisito necesario para agilizar las ventas.

La digitalización ayudó a que muchas empresas medianas y pequeñas pudieran acceder a nuevos mercados más allá de la zona donde se encuentran emplazadas, y pudieran ofrecer sus productos a una mayor cantidad de clientes.

Primero, se digitalizó el consumo masivo; más tarde los medicamentos, los agroalimentos y otros sectores; y poco después los documentos electrónicos y los medios de pago. En todo ese proceso, el GTIN fue la clave de acceso para toda la información de todas las cadenas de abastecimiento, así como el hashtag lo es hoy para todas las redes sociales.