Las entregas a domicilio se han convertido en un pilar fundamental del comercio moderno. Sin embargo, un porcentaje significativo de estas operaciones falla en el primer envío, generando pérdidas millonarias para las empresas y una gran frustración en los consumidores.
Según un reciente estudio realizado por Harvard Business Review, hasta un 20% de los paquetes no se entregan en el primer intento. Estas fallas no solo impactan en los ingresos directos de las empresas, sino que también erosionan la reputación de las marcas y dificultan la fidelización de los clientes.
Las causas de estas fallas son múltiples y complejas, y abarcan desde errores en la planificación de rutas hasta problemas en la gestión de inventarios. La falta de visibilidad en tiempo real sobre el estado de los envíos, la inadecuada capacitación del personal y la utilización de tecnologías obsoletas son otros factores que contribuyen a aumentar el índice de fallos. Además, los eventos externos como las condiciones climáticas adversas o los conflictos sociales pueden generar disrupciones en las operaciones logísticas y comprometer la entrega de los pedidos.
“Las consecuencias de las fallas en las entregas logísticas son numerosas y afectan tanto a las empresas como a los clientes. Por un lado, las empresas experimentan una disminución de los ingresos, un aumento de los costos operativos y una pérdida de competitividad. Mientras que, los clientes se sienten frustrados, insatisfechos y pueden optar por buscar alternativas en otras compañías o incluso tomar medidas legales. Cabe destacar que actualmente, las redes sociales han amplificado el impacto de las experiencias negativas, lo que puede generar una crisis de reputación para las marcas.” mencionó Gabriel García, director de Operaciones de Celsur Logística.
A largo plazo, las fallas en las entregas logísticas pueden tener consecuencias devastadoras para las empresas. No solo la pérdida de confianza de los clientes puede traducirse en una disminución significativa de las ventas, también la acumulación de experiencias negativas puede erosionar la base de clientes y dañar la reputación de la marca lo que desalienta a los socios comerciales y proveedores, afectando la colaboración y las oportunidades de crecimiento.
“Para las empresas es crucial adaptarse a las nuevas demandas del mercado y exigencias del cliente, con envíos rastreables y en 24 hs, por lo cual, aquellas marcas que no inviertan en tecnologías capaces de facilitar estas operaciones quedarán rezagadas frente a sus competidores. Hoy, la inversión en tecnologías avanzadas como el aprendizaje automático y la inteligencia artificial puede ayudar a predecir y evitar problemas antes de que ocurran. La optimización de la cadena de suministro mediante el uso de sistemas de gestión de inventarios en tiempo real y la automatización de almacenes puede mejorar la precisión y la eficiencia, garantizando entregas eficientes.” añadieron desde Celsur Logística.