La organización que introdujo el código de barras en el país celebra cuatro décadas impulsando la digitalización de empresas, industrias y comercios. Ahora, lidera la transición hacia los códigos 2D que transformarán la forma en que los productos se comunican con el mundo.
En 1985, Argentina dio un paso decisivo hacia la modernización: se incorporó a la International European Article Number (EAN) y recibió el prefijo 779, con el que comenzaron a identificarse los productos nacionales. Ese hito marcó el inicio de una transformación que redefinió la manera de producir, vender y consumir en el país.
Lo que nació como una herramienta técnica se convirtió en un lenguaje común para los negocios, un sistema que unió a empresas, sectores y consumidores bajo un mismo propósito: generar confianza a través de los datos.
De un código a una comunidad
Cuatro décadas después, GS1 Argentina celebra su aniversario número 40 consolidada como una organización neutral y colaborativa, que representa a una comunidad federal integrada por grandes cadenas de retail, laboratorios, productores regionales y emprendedores de todo el país.
Gracias a su rol imparcial, la entidad se transformó en un aliado estratégico del sector público y privado, impulsando programas que marcaron hitos en materia de trazabilidad y transparencia, como el Sistema Nacional de Trazabilidad de Medicamentos (junto a ANMAT), el Programa Matrix (con AFIP) y los esquemas de trazabilidad de fitosanitarios y veterinarios (en conjunto con SENASA).
Cada una de estas iniciativas fortaleció la interoperabilidad y la confianza en los datos como base del desarrollo económico.
Innovar para seguir siendo el estándar
Más allá del código de barras, GS1 Argentina desarrolló herramientas que acompañan la transformación digital de las empresas.
Entre ellas se destacan Verify by GS1, que valida la autenticidad y consistencia de la información de los productos; Plataforma EDI, que digitaliza el intercambio de documentos; OSA y Estudio FMG, orientados a optimizar la disponibilidad en góndola; Informe VLA, que mide desperdicios en la cadena de abastecimiento; y GS1 Negociar, que simplifica la interacción digital entre proveedores y compradores.
“Nuestra misión siempre fue la misma: ayudar a que las empresas trabajen mejor. Que los datos sean confiables, visibles y útiles para todos los actores del sistema”, explicó Alejandro Rodríguez, Gerente General de GS1 Argentina.
Del código de barras al QR GS1: una nueva generación de información
Hoy, GS1 lidera un nuevo cambio global: el paso del tradicional código de barras a los códigos 2D, como el QR GS1 y el DataMatrix.
Estos identificadores bidimensionales pueden almacenar mucha más información y ofrecerla en un solo escaneo: desde datos sobre sostenibilidad y trazabilidad hasta detalles de autenticidad o composición.
“Los códigos 2D no solo identifican un producto: lo conectan con su historia, su origen y su impacto. Es un avance que une el mundo físico y el digital, donde cada artículo se convierte en una fuente de información confiable y verificable”, destacó Rodríguez.
El futuro de los datos
Con la mirada puesta en los próximos años, GS1 Argentina reafirma su compromiso con la innovación y la confianza como pilares del comercio moderno.
Su objetivo es claro: seguir garantizando la interoperabilidad, la transparencia y la seguridad de los datos en toda la cadena de valor.
“Cumplir 40 años no es mirar atrás, sino reafirmar nuestro compromiso con el futuro: construir confianza a través de los datos y la colaboración.”
— Alejandro Rodríguez, Gerente General de GS1 Argentina
Cuarenta años después, la innovación sigue siendo el código que une
De los primeros lectores ópticos a los códigos inteligentes, GS1 Argentina continúa liderando la transformación que conecta productos, datos y personas.
Cuarenta años después, el código sigue siendo el mismo; lo que cambió —y sigue cambiando— es todo lo que puede contar.
