Uno de los proyectos centrales del Programa Nacional de Infraestructura es mejorar la conectividad de la Zona Metropolitana y a liberar sus accesos más saturados, para así mejorar la productividad y la competitividad.
La concentración industrial, comercial, financiera y poblacional más importante de la República reside en la zona centro del país integrada por la Ciudad de México y los estados de México, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Morelos, región en la que se concentra la generación de más del 30 por ciento del PIB nacional. La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es considerada la tercera más grande en densidad demográfica de los países que integran la OCDE. Así asegura Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes de México.
Afirma que la relevancia económica y social de esta zona hace imprescindible dotarla de una más rápida, eficiente y, por tanto, menos costosa comunicación entre sus centros urbanos, así como con los diferentes corredores logísticos que la conectan con las regiones del país por donde llegan y salen productos e insumos nacionales hacia el Pacífico, el Golfo de México y nuestras fronteras. Además, el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) requerirá de mejores accesos y nuevas vías de comunicación de transporte masivo.
Mejorar la conectividad de la Zona Metropolitana –asegura- ha sido una prioridad para el gobierno del Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la cual se ve reflejada en el Programa Nacional de Infraestructura 2013-2018, y que consiste en la construcción y ampliación de 12 principales accesos estratégicos entre concluidos, en construcción y a punto de iniciar.
A la fecha, se han terminado cinco: las nuevas autopistas La Marquesa-Toluca y Chalco-Cuautla y las ampliaciones de las autopistas México-Pachuca, en 10.5 kilómetros, y la México-Puebla, en 14 kilómetros, así como el viaducto elevado de cuatro carriles del Segundo Piso del Periférico a la Caseta de Tlalpan, que fue puesto en operación el pasado 27 de octubre e inaugurado este 8 de noviembre por el Presidente Peña Nieto. Esta obra, conjuntamente con el Nuevo Paso Express de Cuernavaca, permitirá que las zonas turísticas de aquella región y, desde luego, Acapulco, mejoren su accesibilidad. Con estos accesos se logra elevar el nivel de movilidad, eficiencia y seguridad del transporte de personas y bienes que circulan entre las ciudades de México, Cuernavaca, Cuautla, Pachuca, Puebla y Toluca.
A ellos se agregan tres accesos que están en construcción: las autopistas Atizapán-Atlacomulco y la Pirámides-Texcoco, y la reconstrucción de la Autopista México-Querétaro, que desde 1958 no había recibido mantenimiento integral y de amplio alcance.
Adicionalmente, está por iniciarse la construcción de cuatro accesos: los viaductos Circuito Interior Indios Verdes-Santa Clara y el de la Avenida 602 el cual permitirá comunicar de forma ágil el tránsito del Circuito Interior a la vialidad principal del NAICM, así como el viaducto Chamapa-La Venta con la Carretera México Toluca. También se construye la Vía Libre al nuevo aeropuerto. Se trata de la ampliación de la autopista Peñón-Texcoco, que se ampliará de cuatro a 10 carriles en una longitud de 10 kilómetros. Esta será la principal vialidad que conectará de manera directa a la Ciudad de México con esta magna obra.
En suma, los 12 accesos al Valle de México representan más de 226 kilómetros y se invierten más de 40 mil millones de pesos para que la metrópoli cuente con una moderna y eficiente conectividad logística: más rápida, segura y menos contaminante.
Todas estas autopistas a los principales accesos a la Ciudad de México se complementan con la construcción del Tren Interurbano México-Toluca. Son más de 44 mil millones de pesos los que se invierten en el desarrollo del que será el primer tren de alta velocidad en América.
El tren brindará nuevas oportunidades y dará un trato digno al ciudadano, será un transporte que le permitirá tener más tiempo para sus actividades, su familia, su trabajo, su atención personal. Con su puesta en operación este moderno transporte contribuirá a descongestionar el tráfico vehicular de la región, lo que se traducirá en ahorro de millones de litros de gasolina y de horas hombre, ayudando a abatir emisiones contaminantes, un relevante beneficio al medio ambiente que sin duda es un problema que debe atenderse.
“Es así como nos enfocamos a mejorar la conectividad de la Zona Metropolitana y a liberar sus accesos más saturados. Este esfuerzo sin precedente se traducirá en mayor productividad y competitividad de la región al reducir los costos de traslado de bienes y de personas, lo que contribuye a mejorar el medio ambiente al hacer más ágil los millones de viajes metropolitanos diarios y aliviar el tránsito vehicular. Todo lo cual redunda en una mejor calidad de vida para los habitantes de la metrópoli”, asegura Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes de México.
Se trata de uno de los proyectos centrales del Programa Nacional de Infraestructura de la SCT y de uno de los retos más significativos, pues no sólo consiste en edificar grandes y complejas obras, sino también en construir infraestructura que solucione el congestionamiento vial que se presenta en la ZMVM, manteniendo las vialidades abiertas al tránsito y ejecutándose con rapidez a fin de causar las menores molestias posibles a los usuarios y a la población que habita en sus alrededores.
Fuente: Gobierno de México.