Retomar la actividad en un edificio que no ha sido ocupado por un período de tiempo significativo exige considerar una serie de medidas antes de su apertura. Para ello, Cushman & Wakefield, empresa global de servicios inmobiliarios corporativos elaboró un “Programa para regresar a los lugares de trabajo” con normativas y recomendaciones basadas en la información sanitaria local y también en la recopilación de experiencias de los distintos países del mundo donde ya se han implementado exitosamente estas prácticas.

El primer punto de este programa es “Preparar el edificio” y al respecto, Claudio Blum, director del área de Facility y Property Management de la compañía destaca que “este material tiene como objetivo orientar a los propietarios, gerentes y operadores de los edificios, acerca de los controles, tareas, evaluaciones y registros de riesgos del edificio que deben realizarse antes de la vuelta a la actividad para garantizar un entorno saludable y seguro para todos”. Los puntos que incluye son:

Garantizar la seguridad de los trabajadores: Quienes se involucren en los trabajos previos, deben ante todo velar por su integridad y la de la sociedad respetando todas las medidas que el departamento de Seguridad & Higiene disponga.

Se debe capacitar a los operarios y colaboradores en el uso de elementos de protección personal (barbijos/tapabocas, guantes, protección para los ojos y batas) y en la implementación de protocolos alineados con las recomendaciones de la OMS (el lavado de manos y el distanciamiento social)

Reforzar la limpieza y la desinfección: Asegurarse de contar con los insumos (materiales, equipos, productos de limpieza y químicos) necesarios para atender los nuevos requerimientos operativos y entrenar al personal para dar cumplimiento a estas nuevas rutinas de prevención. Habrá protocolos de limpieza y desinfección ajustados a las particularidades de cada sitio, cuya frecuencia dependerá de la intensidad de uso del área.

Inspeccionar el equipamiento e infraestructura: Una revisión detallada de las instalaciones del edificio asegurará que todos los servicios funcionen de forma correcta y segura (sistemas mecánicos, ventilación, agua potable, sistemas contra incendios, cloacales, pluviales, portones de acceso)

Esta evaluación física de los equipos permitirá detectar daños o problemas causados por la inactividad y solucionarlos antes del ingreso de los ocupantes.

Verificar los sistemas de ventilación y aire acondicionado: Planificar las medidas adecuadas de puesta en valor de los equipos y acciones preventivas en cuanto a la sanidad del edificio, garantiza un regreso seguro. Se deben comprobar el estado de los filtros de aire acondicionado, los niveles químicos del agua potable y la renovación del aire del edificio para obtener niveles óptimos de flujo de aire fresco por habitación.

Prepararse para el primer día: Ejecutar un plan de encendido y de verificación permite asegurar que no se afecte la vida útil de los equipos y realizar los ajustes necesarios para su buen funcionamiento. Los equipos se deben reiniciar en forma secuencial y mantenerlos en funcionamiento durante un periodo de observación, para comprobar su buen estado.

El Programa para regresar a los lugares de trabajo elaborado por Cushman & Wakefield incluye también otros pasos acerca de “Cómo preparar a los empleados”, “Cómo preparar los espacios de trabajo” y “Cómo comunicar con confianza”.

Fuente: Cushman & Wakefield.