En un escenario global de cada vez más incertidumbre —donde decisiones políticas o económicas pueden modificar las reglas de juego para las empresas de un día para el otro— blindar la logística se convierte en un desafío estratégico clave para industrias como la minería, el agro o el oil & gas, altamente dependientes del transporte terrestre.
A principios de abril, la noticia de las medidas arancelarias del presidente estadounidense Donald Trump para los productos que ingresan a su país sacudió al comercio internacional. Así, se aplicó la tarifa mínima del 10% a países de América Latina como Brasil, Chile, Colombia, Bolivia, Perú, Argentina y Ecuador.
La Argentina exporta a Estados Unidos, en su mayoría, productos minerales y agrícolas. El año pasado, el principal producto exportado fue el aceite crudo de petróleo, por US$ 1992 millones, seguido por naftas (US$ 211 millones). Por esto, cada una de estas medidas puede traer importantes consecuencias para la industria argentina si no se cuidan las eficiencias al máximo.
“Hoy los clientes más grandes están poniendo mucho foco en ser más eficientes, en contratar y gestionar mejor, porque los costos están muy limitados y no hay margen de error”, explica Diego Bertezzolo, cofundador y CEO de Avancargo. “Hay demanda de camiones, sí, pero también hay una búsqueda de proveedores que puedan mejorar tanto en servicio como en costo”, agrega el emprendedor.
El punto de inflexión está en la digitalización. “El que se digitaliza primero va a marcar la cancha. Con un mínimo de digitalización se da un salto cualitativo enorme”, sostiene. Esa visión es compartida por Emmanuel Estabre, 4PL Operations Manager de Avancargo, quien señala que la tecnología tiene el potencial de nivelar el terreno de juego: “Buscamos hacer un software inclusivo, sobre todo para pequeñas y medianas empresas, que son las que más necesitan herramientas para competir contra grandes operadores logísticos”.
Digitalizarse, la clave para protegerse
Un ejemplo claro de cómo impacta la digitalización es el caso de uno de los grandes jugadores del litio y cliente de Avancargo desde octubre de 2023. Esta empresa en la industria minera enfrentaba una problemática crítica: la seguridad vial en rutas de altura. “Antes de implementar esta tecnología, era muy difícil llevar un registro de los viajes, y lo que no se mide no se puede controlar ni mejorar”, relata Estabre. En su caso, el primer paso fue implementar el sistema TMS SaaS de Avancargo para ordenar y anticipar la operación logística.
El cambio fue sustancial. A partir de allí, se sumó un equipo 4PL con monitoreo activo, control documental y auditoría de procesos. “Cada parte de la cadena carga data en la plataforma, y eso se centraliza generando información para la toma de decisiones. Así logramos visibilidad total de la operación”, explica Estabre. Uno de los principales resultados fue la reducción casi al 100% de las alertas de velocidad en ruta, tras aplicar análisis de datos e indicadores específicos.
Ese es el corazón del proceso: transformar datos en información y luego en decisiones. “Porque una cosa es digitalizarse, y otra es saber qué hacer con eso. Muchos clientes no saben que los datos que ya tienen se pueden transformar en decisiones críticas para su negocio”, agrega Bertezzolo.
Además del impacto en la seguridad, la digitalización mejora múltiples áreas: el mantenimiento de flotas, la previsión de gastos, la documentación, la facturación y la eficiencia general del negocio. “Salir del ‘gut feeling’ —el instinto— que funcionó por años en el transporte y pasar a la profesionalización es clave, porque hoy un solo error puede fundir una empresa”, advierte Bertezzolo.
En zonas remotas, también aparece otro fenómeno: el surgimiento de nuevos transportistas que antes eran impensados. “Muchas empresas quieren trabajar con proveedores locales pero no hay flotas suficientes. En poco tiempo entraron muchos jugadores nuevos que necesitan una mano con sus procesos”, relata el cofundador y CEO de Avancargo.
Buscar aliados ágiles y con conocimiento del terreno
La digitalización también tiene un fuerte impacto interno. “Ordena procesos, aporta visibilidad, y si bien al principio puede haber resistencia, en general los beneficios se ven rápido”, asegura Estabre. En esa estrategia, la agilidad en la implementación es esencial.
Con la mirada puesta en 2025, las proyecciones de la empresa señalan que minería, oil & gas y el agro seguirán siendo los grandes motores de la economía argentina. “Son las industrias que le pueden cambiar la historia al país”, dice Bertezzolo. Y a nivel tecnológico, destaca el rol de la inteligencia artificial. “Avanza tan rápido que lo que hoy parece innovador ya alguien lo está haciendo. Pero podés automatizar, relevar información con chats, escalar rápido y con pequeños cambios lograr gran impacto. Nosotros ya lo estamos haciendo con nuestro equipo de desarrollo de proveedores y carrier compliance”.
La clave, insisten los voceros, está en saber gestionar el cambio. “Nuestro trabajo hoy no es solo implementar tecnología, sino ayudar a que las organizaciones puedan adoptarla. Porque si la herramienta no se adapta a los procesos del cliente, se vuelve obsoleta. Y eso pasa mucho”, remarca Estabre.
El diferencial de Avancargo, entonces, va más allá del software. “Tenemos equipos con mucho conocimiento en campo y especialistas en tecnología. Y eso marca la diferencia”, concluye Estabre.
En tiempos de incertidumbre, digitalizar la logística ya no es una opción, sino una estrategia de supervivencia.