Durante el 2018, los combustibles en su conjunto (las naftas y el gas-oil) aumentaron de forma exponencial, muy por encima de la inflación minorista y mayorista. En los primeros once meses del año, los costos del transporte de cargas medidos por la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Transporte de Cargas (FADEEAC) aumentaron 57.8%, y dentro de ello el combustible tuvo un peso central, según la entidad.
Si se considera el precio promedio país del gas-oil calculado por FADEEAC hasta noviembre, el aumento del gas-oil en los once meses del año alcanza el 72% y lleva acumulada una suba de nada menos que el 97% desde la desregulación del mercado de hidrocarburos del 1 de octubre de 2017. Esta cifra significativa se ubica por encima de cualquier medición de inflación en el período.
Con el último dato de inflación oficial de noviembre, el acumulado de inflación minorista alcanzó 43.9% en el período enero-noviembre, en tanto que el Índice de Precios Mayoristas (IPM) registró una suba del 71.3%. En este contexto, los precios mayoristas del combustible medidos en forma oficial por el INDEC aumentaron un preocupante 117% en el mismo lapso.
A partir de sus análisis, FADEEAC alertó que los aumentos nominales y relativos del combustible no sólo afectan el funcionamiento normal y racional del autotransporte de cargas en todo el territorio, sino que se transforma cada vez más en un problema mayúsculo en la economía real.
Cuando el descenso de los precios internacionales del orden del 33% en los últimos 60 días hacía indicar el inicio de un sendero bajista de los combustibles en el mercado interno, FADEEAC afirma que se produjo un hecho llamativo desde el punto de vista de la lógica económica: las naftas disminuyeron su precio ligeramente en torno al 1.5% en promedio, mientras que al mismo tiempo el gas-oil volvió a aumentar un 3.5% durante la primera semana de diciembre.
Es la primera vez que bajan las naftas y al mismo tiempo aumenta el gas-oil, el insumo que por excelencia utiliza el transporte de carga y la producción, y que participa al menos en un 40 % en la estructura de costos del sector transportista.
Los recientes aumentos del gas-oil, a pesar de la fuerte caída en el precio internacional del petróleo, implican una suba del combustible en torno al 100 % desde la desregulación del mercado de hidrocarburos (1º de octubre de 2017).
Para FADEEAC, en el medio de un contexto económico ya abiertamente recesivo, con fuertes caídas en los volúmenes transportados, incertidumbre económica y cambiaria, y alzas exorbitantes de las tasas de interés, este nuevo incremento del gas-oil implica la continuidad de una enorme aceleración de la variación de los costos de transporte en el transcurso del año, con un notorio incremento de 5.5% en noviembre de 2018. Esta suba casi duplica la inflación minorista, luego de la suba en octubre (2.9%) y tras el incremento récord de 12.7% en setiembre, el aumento mensual más alto desde 2002.
Transportar mercadería por camión, cada vez más caro
En los últimos doce meses, se registró un incremento anual acumulado de 62.41% en los costos del autotransporte de cargas, según el Índice que elabora mensualmente FADEEAC. Por lo tanto, el 2018 será el año de mayor variación de costos luego de 2002, teniendo en cuenta que ya se supera por amplio margen -casi veinte puntos- el resultado de 2014 (38.4%). El aumento de noviembre se da tras la suba en octubre del orden del 3% de los costos y tras el incremento récord de casi un 13% en septiembre.
El incremento del Índice FADEEAC en noviembre vuelve a explicarse a partir de variaciones en la mayor parte de los insumos componentes del sector, si bien sobresalen el nuevo ajuste del Combustible y Personal, con la entrada en vigencia de la segunda cuota del CCT 40/89 y el pago de la asignación no remunerativa (Decreto PEN 1043/18).
Fuente: Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas.