Los Operadores Portuarios en América Latina deben generar sostenibilidad ecológica y ambiental. Por Carlos Urriola, vicepresidente senior de Carrix Inc, en el XXIII Congreso Latinoamericano de Puertos de la Asociación de Autoridades Portuarias de América (AAPA).
Las empresas navieras se hacen eco de políticas sustentabilidad, por lo que los puertos se ven obligados a adaptarse. Pero deben tener en cuenta que estas medidas no terminan en el puerto en sí mismo, sino en sus alrededores. Además, el advenimiento de los grandes buques los obliga a evaluar sus planes de contingencia.
La agenda del sistema portuario implica la compra de equipo, la necesidad de dragar, hacer más movimientos por hora y cuidar el medio ambiente. Tenemos que ver cómo conciliamos esto en un paquete. Cada vez que las personas hablan de los grandes barcos, el mundo sonríe. Pero estos buques presionan a los operadores portuarios y a la sostenibilidad de los puertos.
“The Box. How the shipping container made the world smaller and the world economy bigger”, libro publicado por Marc Levinson, explica justamente cómo el contenedor hizo al mundo más pequeño y a la economía mundial más grande.
Pero, ¿para qué el hombre creó el contenedor? Para que los camiones subieran a los barcos, llegaran a un puerto y pudieran salir rápidamente por la carretera.
Generalmente, en las reuniones del sector, los participantes hablan de dragados y de grúas, es decir, de la parte del “Sea”, mientras que olvidan la parte del “Land”.
Para verlo, solo basta mirar estadísticas: en los puertos de Europa y en los de América, se producen grandes congestionamientos en las salidas del puerto.
Asimismo, cuando hablamos de medio ambiente, nos referimos a la parte del “Sea”, pero dejamos de lado la parte del “Land”. Es un concepto en el que insisto, porque todos lo olvidan en la planificación del puerto. Cuando nos referimos a los procedimientos, pensamos mucho en el hardware, las grúas y el dragado, pero nos olvidamos del software, los procedimientos legales de aduanas para liberar cargas, y que todo conforma un solo sistema.
El problema de sostenibilidad de los puertos va más allá de su predio. Por ejemplo, un puerto puede producir 40 movimientos por hora, con equipos de última generación, pero los camiones que esperan cargas se ven demorados cinco días o deben someterse a filas interminables. Más allá de que estos puertos protejan el medio ambiente, las emisiones de los camiones son enormes. Tenemos que ver el problema total. Cada TEU que lleva el barco, acarrea una posible contaminación, riesgo y reclamo.
Hemos propuesto realizar una póliza de seguro, en caso de que los grandes buques tengan una colisión o provoquen un derrame en los canales de navegación. No es que seamos pesimistas, sino realistas. Si vamos a tener barcos y terminales de mayor tamaño (hardware), tenemos que pensar también en sistemas, seguros, etc. (software).
El negocio naviero no es sencillo. Las líneas navieras han tomado la decisión de resolver los problemas del “Sea”. Por ello, pensaron en llevar más contenedores en un solo barco, generando así eficiencia en el ahorro de combustible, creando economías de escala y reduciendo la huella de carbono, siendo este último un aspecto que todas las navieras ven como parte de sus políticas de medio ambiente. Los puertos deben prever estas cuestiones; deben ser verdes también.
Riesgos en el sector marítimo
Más del 90% del comercio mundial es transportado por mar. En este sentido, es importante analizar los riesgos que debemos afrontar con la llegada de barcos más grandes. Lógicamente, hay que prever accidentes, derrames de combustible, desperdicios, basura orgánica y emisiones de CO2.
Cuanto más grandes los barcos, más grandes los problemas. ¿Estamos los puertos preparados para esto? ¿Contamos con sistemas de manejo de ácidos? ¿Y con planes en caso de robos? Tenemos que evaluar si hay suficientes planes de contingencia y equipos para cubrir todos los puertos. Estas cosas son importantes porque son parte también de la protección ecológica.
Carlos Urriola
Es vicepresidente senior de Carrix Inc, a cargo del área de mercadeo y los contratos de los clientes para las operaciones internacionales, y vicepresidente ejecutivo de Manzanillo International Terminal Panamá (MIT), responsable de las normas regulatorias.
Entre 1979 y 1993 ocupó varias posiciones en la Autoridad Portuaria Nacional de Panamá, incluyendo la de Director de operaciones, Director Ejecutivo de planificación y Director especial de los proyectos. Luego, trabajó como consultor privado en los proyectos portuarios y estuvo relacionado con el proyecto del MIT desde sus inicios.
Urriola colaboró con numerosas organizaciones comerciales y marítimas nacionales e internacionales. Ocupó dos veces la Presidencia de la Cámara Marítima de Panamá y actualmente es miembro activo.
Fue presidente de la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM), del Programa Junior Achievement y de la Asociación de Navieros del Caribe (CSA).
Carlos Urriola obtuvo el título de Ingeniería Industrial y de Sistemas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Nuevo León, México.
Carrix, Inc. con sede en Seattle, es un operador marítimo y ferroviario, con actividades en todo el mundo. Mueve aproximadamente 13 millones de TEUs. Sus operaciones internacionales están concentradas en Panamá, desde donde monitorea México, Colombia, Chile y Vietnam. Actualmente, tiene más de 30 alianzas estratégicas, que incluyen clientes, competidores y socios.
Para más información sobre Carrix: www.carrix.com.
XXIII Congreso de AAPA
La cumbre de dirigentes de los puertos americanos fue convocada por la Asociación de Autoridades Portuarias de América (AAPA), en alianza estratégica con la Subsecretaría de Transporte, Puertos, Aeropuertos y Redes de Comunicación de la Provincia de Misiones, el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, el Ente Administrador Puerto Rosario (ENAPRO), el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, el Consorcio de Gestión del Puerto La Plata, la Administración General de Puertos (AGP) – Puerto de Buenos Aires y la Administración Portuaria de Puerto Madryn.
Se presentaron y debatieron los principales proyectos portuarios del continente en un ámbito propicio para el diálogo, el intercambio de ideas y conocimientos, y el desarrollo nuevas relaciones comerciales entre autoridades portuarias, operadores, proveedores de servicios y líderes de la industria marítima.
El XXIII Congreso Latinoamericano de Puertos se realizó del 26 al 29 de agosto en Puerto Iguazú.
Para más información: www.aapa2014argentina.com
Las grúas y los equipos tienen que ser eléctricos, para que así protejan al medio ambiente. Todos los puertos están atendiendo a las mismas líneas navieras y quieren mantener sus estándares. Las inversiones en equipos y en tecnología que generen menos emisiones de CO2 deben ser parte de los proyectos de inversión de los puertos. Deben también tratar de ser más eficientes en el uso de la energía.
El transporte marítimo tiene la fama de ser contaminante.
El Puerto de Manzanillo (MIT) llevó adelante varios proyectos interesantes. Cuenta con remolcadores que han implementado la tecnología de corriente a tierra. Con este sistema se dejan de emitir 67 toneladas de CO2 anuales por los cuatro remolcadores que operan en MIT. Este aporte representa un paso firme a la conservación del medio ambiente, ya que para absorber la mencionada cantidad de dióxido de carbono, se requerirían cerca de 4.000 árboles, es decir, aproximadamente 1.5 hectáreas de bosque. Además, va a implementar edificios con paneles solares.
Las navieras sostienen por campaña voluntaria que son amigas del medio ambiente. Si es así, nosotros tenemos que ser iguales. Pero no solamente nosotros, sino todos nuestros proveedores. El medio ambiente no llega hasta la garita del puerto; va más allá.
Tenemos programas en el interior de Panamá, mediante los cuales utilizamos los cables inutilizados de las grúas para hacer puentes colgantes. Los contenedores pueden ser transformados en hospitales o en escuelas.
Es muy importante que sepamos vendernos. Es una industria en la que todos quieren comprar más barato en otros mercados, pero nadie quiere ver filas de camiones y grúas ni soportar problemas. Este es el mayor reto que tenemos: balancear toda esta ecuación, para unir la comunidad y los puertos y, a la vez, ser amigable con el medio ambiente.
Realizado por webpicking.com en febrero 2015