El “Banco de Vinos” quedó operativo, dando previsibilidad a la industria, y a toda su cadena de valor. Mediante la implementación de un sistema de estabilización, la entidad permitirá retirar del mercado el sobrestock vínico en los años de buena producción.
Tras la puesta en marcha de esta herramienta de política pública, y luego de varios meses de intensas gestiones, desde la cartera económica de Mendoza se logró avanzar en la firma de un convenio marco de colaboración entre Mendoza Fiduciaria, en su carácter de fiduciaria del fideicomiso de Administración y Asistencia Financiera Vitivinícola que forma parte del patrimonio del Banco de Vinos de Mendoza, y el INV.
Sobre los alcances y beneficios de la firma, Alfredo Aciar, titular del Banco de Vinos de Mendoza comentó: “En un escenario donde el stock vínico supere los 5 meses, nosotros ya estamos en condiciones operativas de salir a captar depósitos en vino, debido a que el INV nos certificará la propiedad y la calidad de esos productos”.
El vino captado será inmovilizado por el INV y no estará disponible para su comercialización. “Con la firma de este convenio, el Banco de Vinos está totalmente operativo para actuar en los momentos que sea necesario buscar estabilidad en los stocks vínicos”, indicó.
De esta manera, en las próximas reuniones previstas en el marco del Banco de Vinos, se contará con la participación activa del INV. Aportará información relevante no solo de los stocks vínicos sino, además, de algunos otros detalles vinculados a la actividad.
Escenario posible
Aciar remarcó: “En primer lugar se debe determinar qué tipo de vino es el que estaría sobrando y, en función de ese dato concreto, salir a captar esos productos para que sean depositados en el Banco. Inmediatamente se definiría la renta financiera o tasa de interés que se les pagaría a los tenedores que voluntariamente quieran autobloquear sus vinos”.