En el marco del 17° Encuentro Argentino de Transporte Fluvial, en Rosario, se presentó el libro “Hidrovía, plataforma competitiva para el desarrollo. Del siglo XIX al XXI”.
“La obra es como la hidrovía misma: el resultado de la articulación público-privada. La recopilación de datos, anécdotas, fotografías y mapas que se distribuyen a lo largo de más de 1.000 páginas fue posible gracias a la cooperación entre recursos humanos del sistema científico nacional, universitarios y especialistas del sector privado”, dijo el autor, Miguel Ángel De Marco (h).
Doctor en Historia, investigador del CONICET desde los 24 años y autor de varias obras relacionados con temas portuarios, De Marco reconstruye, con la metodología y rigurosidad propia de su actividad científica, la génesis y primera evolución de la hidrovía desde el siglo XIX.
“Se trata de una de las primeras grandes obras de infraestructura federal de la Argentina, anterior aún a la modernización de los puertos, ocurrida a principios de siglo XX”, explicó. Además, señaló que, pese a que el dragado y balizamiento del Río de la Plata y Paraná fueron una condición necesaria para la transformación que experimentó la Argentina en aquel momento como granero del mundo, la hidrovía es uno de los aspectos menos estudiados, enseñados y difundidos de nuestra historia.
“Se trata de un interesante material de lectura, un enorme trabajo histórico con un diseño muy ameno, pero especialmente un verdadero material de estudio”, dijo Sandra Cicaré, periodista de La Capital y presentadora del panel.
Tras compartir su pasado histórico con la actividad de dragado -descendiente de una familia genovesa que se radicó en el Delta e hijo del fundador de la primera empresa de dragado en Sudamérica- Guillermo Pagliettini, coordinador y co-autor del libro, confesó: “Mi vida son las vías navegables, y creía saber y conocer mucho de todo esto… hasta ahora. El trabajo que hizo Miguel, con más de 100 entrevistas a los protagonistas de todo este proceso y una detallada contextualización histórica, pone en perspectiva la relevancia de la hidrovía en el desarrollo económico y social del país”.
Pagliettini cree que el alejamiento entre el sector público y el privado llevó a tener una hidrovía antigua. “En los ‘90 era una obra revolucionaria, con una profundidad desafiante. Hoy es un proyecto que quedó antiguo y necesita pensar en nuevos desafíos. Y en ese sentido, el libro es una herramienta privilegiada para quienes tengan responsabilidad en la toma de decisiones políticas, tanto del sector público como privado, ya que cuenta con enormidad de datos y experiencias que muestran los resultados del trabajo conjunto público-privado”, aseveró.
Luego, De Marco resaltó la “mayúscula” repercusión de esa obra de infraestructura para la Argentina, ya que el dragado y la señalización fueron sinónimo de mayor actividad económica al permitir remontar los ríos a buques de ultramar con mayor previsibilidad y seguridad, y por ende con mayor interés de inversión.
Por eso, insistió, un país con un litoral marítimo y fluvial tan vasto, ubicado en el extremo sur del continente, alejado de los principales mercados, y que a lo largo de siglos confió gran parte de su desarrollo a la exportación de sus productos a través del transporte naval, requirió del dragado tanto o más que de sus vías férreas, sus rutas asfaltadas y luego la aviación.
A lo largo de 1.027 páginas, y con un contexto histórico que comienza en 1852 -cuando se liberó la navegación de los ríos- “Hidrovía, plataforma competitiva para el desarrollo. Del siglo XIX al XXI”, es una invitación a conocer y profundizar diferentes aspectos sobre la “columna vertebral” de la economía argentina: desde rol del sector público y el privado, los costos operativos y el dragado, al marco regulatorio, la influencia de la región, las crisis económicas y el papel de China.