Carlos Cirimelo, CEO del Grupo Logístico Andreani, evalúa el crecimiento y el camino de la compañía en estos 75 años. Traza un panorama de la estructura corporativa, que incluye sucursales, personal y tecnología. Y proyecta la visión para los próximos años, como una “empresa de tecnología aplicada a la logística”, valorando la experiencia del cliente y la profesionalización de los colaboradores.
Escuchamos a funcionarios de la compañía decir que Andreani no es una “empresa de logística”, sino una “empresa de tecnología aplicada a la logística”. ¿Qué implica esta visión?
Es una visión que fuimos desarrollando paulatinamente en el tiempo. En este marco, lo que nos define es cómo resolvemos las necesidades que los clientes nos plantean día a día: pensamos las soluciones desde el desarrollo de software, priorizando la información y la usabilidad de los sistemas. Buscamos la eficiencia en la logística, desde la automatización y el uso de los sistemas. Además, el diseño de soluciones de software nos permite también diseñar flujos físicos.
Años atrás, pensábamos en la solución física y trabajábamos con soluciones y flujos existentes. El mind-set de todas las áreas de la organización va cambiando, y nos empuja a estar más cerca de lo que el cliente quiere.
Ud. se incorporó a la compañía a mitad de la década de 2000, cuando se empezaron a dar profundos cambios en la forma de hacer logística, ¿Cómo vivió esa transición, especialmente considerando que su background no era en el sector logístico sino en el financiero?
Hasta 2005, trabajé en bancos. Y en ese sector, desarrollé una gimnasia similar a la de la logística, en términos de la intensidad del trabajo, fundamentalmente, en la etapa del corralito.
La logística fue un viaje impensado. No conocía la actividad más allá de los servicios especiales que contrataba como usuario en los bancos. Primero, podemos asociarla a una simplificación del proceso. Y luego, a medida que vamos comprendiendo todo lo que hay por detrás para lograr que funcione con éxito, resulta apasionante.
En este camino, me ayudó el hecho de haber ingresado en la División Correos, en la que los clientes más importantes eran los bancos. Mi rol era entender el negocio desde la necesidad del cliente -la cual ya conocía muy bien-, para buscar soluciones logísticas en función de ella.
A medida que fui creciendo en la organización, junto con esta División, fui adquiriendo nuevas responsabilidades en la logística de carga y en Brasil. Como operadores logísticos, trabajamos con tantos segmentos de clientes que aprendemos de múltiples industrias.
La operación sucede las 24 horas. Además, este es un negocio en el que los pequeños detalles hacen al éxito del servicio. Pasar de la estrategia al detalle parece algo contradictorio, pero no lo es: la capacidad de ser un buen estratega está en conocer los detalles.
¿Qué sucedió en Andreani frente a los desafíos de la pandemia?
La pandemia generó una revolución y marcó un antes y un después en el sector. En este período, transitamos por todos los sentimientos que la mayoría de las personas vivió.
Cuando nos hicimos eco de lo que sucedía en China o en Europa y entendimos que también nos alcanzaría, sentimos miedo e incertidumbre. Luego, desde las cámaras en las que participamos, como CEDOL, CEAC y FAETYL, empezamos a trabajar muy fuertemente con el Gobierno y con el Sindicato. Nos articulamos para permanecer operativos y sostener también a nuestros clientes y al país en movimiento.
Logramos con éxito los resultados esperados, y esto le dio enorme visibilidad al sector. El concepto de que la logística es un segmento clave de la economía ya no requiere más marketing, porque ya quedó explícito para todos nosotros.
Nuestra organización interna también cambió mucho en este período. Pasamos por un momento en el que no teníamos que pensar cuánto volumen íbamos a tener o cómo nos iba a impactar. Optamos por preguntar a los actores clave, porque entendemos que es muy importante estar conectado.
Por caso, en febrero nos comunicamos con colegas de Europa, para entender cómo les impactaba la crisis. Ellos nos contaron que era muy importante tener todos los elementos de protección para el personal, porque teníamos que estar todos los días en las plantas, en las sucursales y en la calle.
Y esto fue relevante porque cuando nuestro equipo venía a trabajar, más allá del miedo natural, sabía que nos cuidábamos. Tenemos servicios de salud internos, y en febrero redoblamos la inversión y abrimos consultorios que trabajaban en las plantas de noche -hasta entonces sólo trabajaban de tarde y de día-.
A partir de abril, tuvimos un fuerte trabajo con el segmento de farma. Esto se dio porque la población se stockeó con medicamentos y alimentos y elevó drásticamente la demanda. Este comportamiento se debió al miedo al desabastecimiento.
Luego, se dio una situación muy impresionante. La venta por eCommerce creció de forma exponencial. Según estadísticas, el aumento del eCommerce en el mundo fue de 27%, mientras que en Argentina, superior a 75%. Cabe aclarar que, seguramente, comenzamos más atrás en ventas por persona en ese canal.
El propósito de Andreani fue siempre claro: servir al cliente. No dudamos a la hora de alquilar una nueva sucursal de back up o contratar personas. Además, nos embarcamos en la iniciativa #SeamosUno.
Rápidamente, algunos actores de la sociedad empezaron a apoyar este proyecto y los operadores logísticos nos unimos. Andreani colaboró con el know how how para el armado de las cajas, y con transporte. Esta situación nos atravesó y era necesario sostener el país en movimiento.
Andreani siempre tuvo un fuerte interés en capacitar a su capital humano, pero también a sus clientes e incluso a empresas colegas. ¿Cuál es la visión que empuja esto?
Andreani siempre tuvo la visión de profesionalizar el sector. Inicialmente, comprender esta intención fue un desafío, porque no muchas empresas ni sectores trabajaban de este modo. Este es un ejemplo para el país y para muchas industrias.
Entendemos la capacitación como una política y una visión de largo plazo. Hoy el nivel de conocimiento es mucho amplio, pero años atrás, la logística era considerada sinónimo de transporte y de centro de costos, y no como un área capaz de empujar las ventas
La profesionalización permite que el mercado se agrande. Y a su vez, un mercado más amplio genera oportunidades. La pandemia lo puso de manifiesto, porque gracias a ello y a que los profesionales tenemos lugares de encuentro y lenguajes comunes, pudimos explicarles a las autoridades del Gobierno por qué tales políticas o procesos eran importantes para que el país no se desabasteciera. Y en esta línea, colaboramos con iniciativas del Gobierno y evitamos conflictos. Sabemos que el país es federal, pero no todos tenemos la misma visión:
¿Cómo cree que impacta en las personas la creciente incorporación de soluciones de automatización y tecnología en general al sector logístico? ¿Existen los profesionales y técnicos necesarios para el desafío en el país?
Hoy no tenemos un cuello de botella en la relación entre las implementaciones y la capacitación del personal. Pero creo que todos necesitamos capacitarnos continuamente.
Internamente, desarrollamos muchas soluciones vinculadas a oportunidades detectadas por operarios o transportistas, las que luego son testeadas en el campo. Somos una organización que apuesta mucho al desarrollo propio y, por eso, tenemos una área de tecnología integrada por más de 250 personas.
Por otro lado, en nuestra empresa se perdió el miedo a que la tecnología pueda reemplazar puestos de trabajo efectivos. Es muy evidente que quienes apuestan a la tecnología perciben rápidos crecimientos en sus negocios, y de calidad.
Por caso, estamos poniendo en marcha un nuevo sorter de clasificación de paquetes. Se trata del segundo en nuestra planta ubicada en el partido bonaerense de Tigre. Esta nueva herramienta nos dará más capacidad de procesamiento.
También es necesario trabajar con el sindicato, para que el convenio prevea tecnologías que cambian la forma de trabajar. Las mismas generan más oportunidades, para que más gente trabaje en el mercado, con tareas más jerarquizadas.
Esta es una discusión madura que el sector y el sindicato pueden dar, porque el objetivo es el mismo. El convenio debería ayudar a las empresas que tenemos una visión a largo plazo, que cuidamos a las personas y que queremos que se desarrollen en ambientes cuidados y equilibrados. Soy optimista y creo que podremos poner el tema en agenda y trabajar en conjunto.
Para dimensionar el volumen de Andreani en la Argentina y en América del Sur ¿puede darnos algunos números de infraestructura, equipos, personal?
Andreani opera en Argentina y en Brasil. En total, tenemos más de 9 mil colaboradores, 3700 vehículos, 2500 clientes y alcanzamos a un promedio mensual de 5 millones de consumidores finales, que involucran 4,5 millones de envíos mensuales. Para ello, administramos 600 mil m2 de plantas operativas.
Este fue un año de crecimiento muy grande. Incorporamos más de 1000 trabajadores en la empresa para mejorar el servicio al cliente por los diferentes canales. Nuestra superficie operativa en Argentina creció 40 mil m2; y el parque automotor, 82%. Y para 2021, prevemos grandes inversiones.
Asimismo, cumplimos 75 años de vida, desde el acto fundacional de Humberto Andreani. Luego, fue con Oscar Andreani con quien la firma creció, y para nosotros es un orgullo crecer y celebrarlos en este contexto.
La compañía transita estos años con algunos ejes concretos. Por un lado, vemos la visión emprendedora que siempre tuvo la familia Andreani para invertir en el país. La coyuntura siempre es transitoria y el largo plazo es el que da oportunidades.
Por otro lado, siempre actuamos con foco en el cliente y esto se repite en las diferentes formas en que respondemos a las demandas de los clientes en términos de servicio, desde 1945. Esto requiere una capacidad de adaptación y de anticipación muy grande.
Cuando esas decisiones se toman con pasión y con compromiso, es porque la cultura está por sobre la coyuntura. Andreani es un ejemplo vivo de cómo se puede crecer en el país y mantenerse líder.
¿Cuál es su visión para la compañía en los próximos años? ¿Cree que Andreani es hoy una compañía de clase mundial?
Queremos serlo y siempre creemos que nos falta para alcanzarlo. Pero esto justamente nos desafía a hacer las cosas cada vez mejor. Queremos ser una compañía de clase mundial, pero también reconocida por nuestros clientes y consumidores. Esto es lo que convierte a cualquier firma de clase mundial.
Somos conscientes de los cambios acontecidos en la definición de un buen servicio logístico. Las industrias en las que operamos, como salud, banca. marketplace, indumentaria o construcción, buscan que sus productos estén disponibles en todos los canales. Esto se debe a que el consumidor decide cuándo y cómo quiere comprar. La exigencia de la inmediatez es tremenda, y las empresas deben responder a ella. Asimismo, esta demanda se conjuga con la necesidad de reducir los costos de inventarios. Y esto lleva a que los operadores tengamos que profundizar el foco tanto en el cliente corporativo, como en la necesidad del consumidor. En Andreani, tenemos el foco puesto allí y es nuestra obligación no perderlo, para tener un futuro más próspero.
En este contexto, la logística encuentra algunos desafíos. Es fundamental aumentar las inversiones en rutas, puertos, trabajar con los parques logísticos, y simplificar cuestiones impositivas, por ejemplo. Hoy, es claro que la logística es un acelerador del bienestar del país, y para que eso suceda tiene que haber políticas públicas y empresas dispuestas a tomar las oportunidades.
En Andreani, nos mantenemos alineados y anunciamos un plan de inversiones para 2021 de 60 millones de dólares. Consideramos que es una cifra muy relevante para la actividad y para Argentina.
Para más información de la compañía: https://www.andreani.com/
Escuche la entrevista a Carlos Cirimelo, CEO del Grupo Logístico Andreani, en el programa de radio Hablemos de Logística nro 689 del 22 de diciembre de 2020 https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-689-del-22-12-20/
Realizado por webpicking.com en enero de 2021