Cristian Galarza, director de ASAP Comercio Exterior, analiza la actualidad argentina en materia de políticas de comercio exterior y de aduanas, tras los cambios implementados por el Gobierno desde diciembre de 2015. Destaca la aplicación de tecnología para facilitar la gestión de trámites y de procesos, y de sistemas como los de trazabilidad de contenedores para combatir el narcotráfico. Además, evalúa los mercados de la región, a partir de la experiencia y de la presencia de su firma en múltiples países.
¿Qué es ASAP?
ASAP es una empresa proveedora de servicios logísticos -despacho de aduana, transporte internacional y local, almacenaje en Buenos Aires y en la zona franca de La Plata-. Ofrecemos servicios puerta a puerta y aislados, dependiendo de las necesidades de los clientes. Trabajamos con empresas del exterior que realizan envíos de DDP (Delivery Duty Paid o Entrega con Derechos Pagados a Lugar Destino Convenido) y entregamos la mercadería a sus clientes ya nacionalizada.
¿Cómo surge su especialización en el sector del juego?
Nos involucramos con esta industria hace más de 20 años, a través de una feria, nicho en el que también nos focalizamos. Las máquinas tragamonedas ya no son mecánicas, sino computarizadas. Y como cualquier rubro que implica tecnología, es muy cambiante.
¿Tiene alguna particularidad este sector?
A nivel aduanero, no. La única particularidad es la que las máquinas tragamonedas y las ruletas electromecánicas se deben ajustar es al régimen de seguridad eléctrica, pero no hay ninguna limitación, como sí existen en otros países. En Panamá, por ejemplo, existe una Junta de Control del Juego, al igual que en Perú y en Colombia. En Argentina, la legislación del juego es provincial y todas las intervenciones son posteriores a la importación.
¿Cómo ve los procesos aduaneros y logísticos en Argentina?
Para hablar de este punto, debemos analizar dos aspectos: por un lado, los procesos asociados a la Secretaría de Comercio y, por el otro, los vinculados a la Aduana.
Desde diciembre de 2015, cuando asumió el nuevo gobierno, hubo un cambio muy grande en las gestiones de la Secretaría de Comercio. Dejaron de existir las DJAI (Declaraciones Juradas Automáticas de Importación) y se estableció el Sistema Integral de Monitoreo de Importación. Hoy, existe un sinnúmero de posiciones aduaneras con licencia automática y otro con licencias no automática. Esta última funciona de forma muy similar a las DJAI, con determinado grado de incertidumbre pero con cierto nivel de lógica y con contacto con la Secretaría. En la medida en que la Organización de Comercio (OMC) impide las prohibiciones, la entidad no informa los motivos por los que niega una importación, como tampoco lo hacía cuando funcionaban las DJAI.
Por otra parte, en la Aduana se observan algunos cambios. No sé si tienen que ver solo con personas o con políticas. Se habla mucho del titular de Aduanas, Juan José Gómez Centurión, pero debemos entender que no es un solo hombre quien trabaja en la entidad y fija las políticas.
El sistema de operadores confiables que está comenzando a regir y la disminución de los canales rojos apuntan a fortalecer la confianza en los operadores.
Existe también otra modalidad que, si bien afecta negativamente a los importadores y exportadores, es vista como una señal clara para combatir las ineficiencias y las actividades inescrupulosas: consiste en la realización de inspecciones posteriores a la verificación. Anteriormente, era común que al momento de ingresar un contenedor en el sistema, este apareciera bloqueado y requiriera de inspección. Hoy, el proceso funciona de forma inversa: los contenedores son verificados y cuando van a ser dados de baja, aparecen bloqueados. ¿Por qué? Porque si encuentran alguna operación ilícita, el personal de Aduana también queda atado. Estas políticas posteriores a la verificación ponen de manifiesto miserias internas en la Aduana. Por eso, se ve un cambio importante.
¿Se están apoyando en la tecnología para realizar los controles?
La tecnología se ve en cuestiones sencillas, como la inscripción en Aduana, que antes era muy compleja por los tiempos que demandaba. Hoy, podemos gestionarla por Internet y más rápidamente.
En 2001, nos mudamos al barrio porteño de Barracas, porque necesitábamos unificar oficinas y depósitos, pero con mucho temor por alejarnos de la Aduana. No solo no nos resultó traumático, sino que los trámites en Aduana pasaron a ser prácticamente inexistentes. Realizamos todos los trámites por Internet, imprimimos los comprobantes de despacho y solo vamos a la terminal a retirar o a embarcar mercadería.
En materia de controles, hace más de un año, se comenzó a implementar en los puertos un sistema de control y trazabilidad de los contenedores, gracias a la instalación de precintos con tecnología RFID. Esto contribuye a combatir el narcotráfico, ya que existía una modalidad de contrabando por la que ingresaban droga en contenedores dentro de la terminal.
¿No funciona el sistema de escaneo de contenedores?
El volumen de contenedores es tan elevado, que resulta imposible escanear todos. Particularmente, creo que si los controles fueran menores pero más intensivos, serían también más efectivos.
¿Existen políticas de Estado en materia de comercio exterior?
No. Hace 40 años que trabajo en comercio exterior y nunca vi políticas, sino solo medidas aisladas que toman gobiernos de turno. Históricamente, vemos que el gobierno que asume deshace lo realizado por el gobierno anterior. El control de la importación es muy tentador, ya que permite regular el flujo y recaudar de divisas, e incluso bajar la inflación –tras la apertura de importaciones, aumenta la oferta de mercaderías en el mercado y los productores locales se ven obligados a bajar los precios-. Pero la exportación debería quedar ajena a estas cuestiones, ya que es el sueldo de Argentina. El gobierno anterior ofrecía un plazo de 180 días para ingresar las divisas de exportación, mientras que el gobierno actual amplió el período a 10 años.
Hoy, Argentina es muy cara para los mercados externos y no somos competitivos. El tratamiento del tipo de cambio es muy complejo. Protestamos por el hecho de que en Estados Unidos encontramos vinos chilenos y no argentinos, pero la realidad es que Chile mantiene una política clara de exportación desde hace muchos años. No depende de la calidad de los productos o de las facilidades de los empresarios, sino de la falta de políticas.
¿Por qué se amplió el plazo de 180 días a 10 años?
Supongo que el Gobierno tendrá razones, pero cuando analizamos los “considerandos” de las normas, vemos argumentos muy vanos. Considero que si permite exportar e ingresar divisas a 10 años, directamente debería quitar la obligatoriedad.
¿Hoy es posible importar libremente o están reguladas por el Estado?
El 70% de la mercadería que tiene licencia automática es importada libremente sin ninguna restricción. Solo deben atenerse a regulaciones que también tienen que cumplir los fabricantes locales, porque son normas de comercialización propias del mercado.
¿Cómo ve la actividad en la región?
Desde ASAP, abrimos oficinas en diferentes países de la región, en la medida en que nuestros clientes las solicitaban. Nuestra sede principal es en Buenos Aires y la primera oficina en el exterior fue en Panamá, donde nos instalamos hace 10 años. Es una oficina muy consolidada en la que trabajamos muy bien, a pesar de los serios problemas políticos que el país tiene. En 2010, desembarcamos en Colombia, donde nos asociamos con nuestro agente local. Y luego, hicimos lo mismo en Perú. Y en Miami instalamos una agencia de cargas, donde los trámites aduaneros son prácticamente inexistentes.
El mercado colombiano es muy similar al argentino, en términos de cuestiones aduaneras y del funcionamiento del sistema. En Panamá, por el contrario, el trato con la Aduana es muy familiar. La Aduana de Perú es muy profesional.
¿Qué es el Programa Empujar, del cual forma parte?
Es un programa que está transitando su quinto año, del cual formo parte desde su origen y desde el año pasado, de la Comisión Directiva. A través de él, brindamos capacitación a jóvenes de quinto año de colegio secundario en contextos vulnerables, para ayudarlos a insertarse en el mercado laboral. Dictamos materias de logística, comercio exterior, seguridad e higiene, y recursos humanos, entre otras. La base de este programa es el voluntariado, por lo que muy pocas personas están rentadas. Trabajamos con un sistema de mentoría, por el que cada chico tiene un mentor con el que se reúne una vez al mes en talleres. Tenemos seis centros -en Pilar, en Don Torcuato, en la zona oeste, en Capital Federal y en Lanús- y 187 chicos inscriptos. Más del 85% de los chicos que pasaron por el programa está trabajando en trabajos formales.
Más información sobre ASAP: http://www.asapce.com/
Escuche la entrevista a Cristian Galarza, director de ASAP Comercio Exterior, en el programa de radio 540 de Hablemos de Logística. https://webpicking.com/hablemos-de-logistica-programa-de-radio-nro-540-del-29-08-2017/
Realizado por Webpicking en octubre 2017