Acciones de CEDOL para la mejora de la actualidad logística en Argentina: Hernán Sánchez, presidente de la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos de Argentina (CEDOL), hace un balance de la actualidad y presenta las principales preocupaciones de la cámara, luego de la renovación de su cuerpo ejecutivo.
Sánchez se refiere al estado de las empresas logísticas a un año y medio del inicio de la pandemia. Además, detalla las principales líneas de acción de la cámara en este momento: digitalización de documentos, mejora de los recursos humanos y cuidado del ambiente.
¿Cómo ve el mercado logístico argentino?
Desde el sector empresario, trabajamos de forma muy unida. Este es el espíritu de la cámara. Tratamos de homogeneizar los intereses de todos los miembros en pos de un bien común: generar una actividad y un círculo de negocios más eficiente y productivo. Nuestro objetivo es aportar valor a la logística. En este sentido, apuntamos a mejorar las condiciones macro para que la logística sea cada vez más eficiente.
Por otro lado, desde CEDOL, estamos trabajando en diferentes proyectos. Entre ellos, en la digitalización de documentos, el cual consideramos un tema central para hacer más eficientes los procesos, reducir costos y demoras. Además, estamos trabajando fuertemente en las comisiones vinculadas a capacitación de recursos humanos y a medio ambiente.
CEDOL vivió un cambio generacional, el cual se realizó en forma muy ordenada. Daniel Carranza se retiró de la Dirección Ejecutiva, a la vez que ingresó Rafael Rodríguez Roda como gerente general. en tanto, Carlos Musante continúa liderando la Dirección Técnica, acompañado por Alejandro Leiras. Me siento muy acompañado por todo el equipo.
A su vez, estamos apostando a la Federación Argentina de Entidades de Transporte y Logística (FAETyL), que fue otro de los grandes desafíos de CEDOL. Actualmente, ocupa un lugar muy importante en el mercado, y ya tuvimos nuestra primera negociación paritaria, la que fue muy exitosa.
Está claro que el gremio siempre trata de recomponer la base salarial de los trabajadores, mientras que los empresarios tenemos una visión más amplia de la realidad del mercado. Afortunadamente, llegamos a un entendimiento conjunto y esta fue la primera vez en mucho tiempo que veo una negociación paritaria realmente equilibrada y sin conflictos. Este fue un gran logro de FAETyL, bajo la presidencia de Juan Aguilar.
¿Cómo ve la situación actual de las empresas?
En su mayoría, las empresas del sector están en condiciones estables. Esto considerando que ya pasó “lo peor” de la pandemia y los mercados se fueron adaptando a esta nueva normalidad y a los protocolos, a la vez que la vacunación avanzó.
Asimismo, en el marco de la pandemia, la logística sufrió la baja de los volúmenes de la economía, pero no un parate como si vivieran otros sectores, como los medios audiovisuales, el cine, el teatro, los gastronómicos, la hotelería o el turismo, por ejemplo.
¿Cómo se podría compatibilizar la intención de digitalizar todos los procesos en el transporte vs. la necesidad de contar con los documentos físicos?
La necesidad de manejar documentación física está atada a una exigencia fiscal. Aunque a nuestro entender, esta medida es bastante ilógica: desde hace varios años convivimos con la factura electrónica, el cual es el máximo documento. ¿Cuál es el sentido de tener un remito firmado, cuando podemos tener un documento digital mucho más trackable, legible y menos violable?
Estamos trabajando fuertemente con los organismos públicos para homologar los procedimientos. Igualmente, encontramos algunas trabas en sectores de la economía que no quieren avanzar en la digitalización. Se trata de sectores que conviven con algún tipo de informalidad y a los que la documentación en papel les facilita la evasión en las transacciones comerciales.
¿Qué sentido tiene traer un remito firmado desde Tucumán a Buenos Aires, que demorará entre 10 y 15 días, que encima luego debe ser administrado, procesado y llevado al cliente? Esto solo implica costos. Hay una creencia respecto de que los costos son absorbidos rápidamente por un actor de la economía. Por el contrario, los costos son absorbidos por el último eslabón de la cadena, el consumidor final.
Este es uno de nuestros grandes objetivos para este año: impulsar una ley de digitalización de documentos.
Actualmente, ¿la falta de personal capacitado para las operaciones se ubica como un problema?
Sí. Tenemos una demanda creciente de personal calificado. Actualmente, debemos apuntar a un mix productivo entre capacidades personales, uso de tecnología y procedimientos. La logística sin aplicaciones tecnológicas es una utopía. Por ello, debemos apelar a una capacitación permanente en todos los eslabones de la cadena para el uso de terminales de radiofrecuencia, aplicaciones, etc.
Hay una tarea muy importante de CEDOL por promover la capacitación a través de organismos cercanos, como la Asociación Argentina de Logística Empresaria (ARLOG), universidades y equipos técnicos a los cuales estamos ayudando económicamente para que generen esta capacidad de formación de profesionales, que nos permitirá crecer como sector en forma genuina.
La logística es una actividad que genera empleo formal y de calidad. A partir de encuestas realizadas, entendemos que nuestros colaboradores están conformes y perciben salarios dignos.
¿Considerá que en la Argentina se valoran las cuestiones de sustentabilidad para el desarrollo económico y social?
Desde CEDOL, estamos trabajando en certificaciones, en procesos y en cuidados del ambiente, a través de la disminución de la huella de carbono y otras acciones. Pero también tratamos de tener una mirada realista del contexto. Suelo ser muy crítico de los manuales de políticas medioambientales que nos llegan mediante grandes multinacionales. Nosotros tenemos una realidad particular y vivimos en un país muy particular.
Entendemos la necesidad de cuidar y cuidarnos a través de una economía sustentable y amigable con el ambiente, pero también convivimos con un montón de situaciones particulares por las que muchas personas no logran siquiera cubrir sus necesidades primarias. Entonces, tenemos que buscar un equilibrio entre el cuidado del ambiente y los costos que se generan en el producto final.
Nuestra prioridad es reducir al máximo los procesos para que todos los productos lleguen en tiempo y forma y de la manera más económica a todos los consumidores, tratando de cuidar lo más posible el entorno. Hay que entender que la sustentabilidad abarca tres aspectos: el social, el económico y el ambiente. Y en cada país ese equilibrio es diferente
¿Cuál es el estado de las tarifas?
Otro punto que nos preocupa es la escala inflacionaria. Estamos conviviendo con un índice de costos logísticos -elaborado por la Universidad Tecnológica Nacional- que se ubica por encima de los 2,5% cada mes. Es muy importante que la dinámica de costos sea entendida por la comunidad, ya que los márgenes de nuestro sector son muy bajos. Con la inflación que hoy tenemos, estamos destinando mucha energía a cuestiones improductivas, como la adecuación tarifaria de los servicios.
No estamos hablando de aumentos de tarifa. Por el contrario, trabajamos de forma constante en la readecuación de costos. Es que en nuestra actividad alrededor del 80-85% de los costos que administramos no son negociables por nosotros: nosotros no negociamos el precio del combustible, ni los impuestos, ni las inversiones en material rodante o en infraestructura, que suelen estar ligadas al tipo de cambio. Apuntamos a brindar la mayor transparencia para que se entienda cómo esos costos se reflejan en el valor de las transacciones. La entrevista puede visualizarse en:
Hablemos de Logística 711 con Hernán Sánchez, presidente de CEDOL